jueves, noviembre 26, 2009

NOTICIA 709ª DESDE EL BAR: ARCHIVO FOTOGRÁFICO DE MADRID

Haciendo un uso correcto de la Ley de Propiedad Intelectual citaré que esta fotografía que se ha titulado “chatarrero”, fue realizada en el barrio de Salamanca de Madrid capital en 1973 y forma parte de la colección de fotografías personales y familiares de Ángel Rojo Gutiérrez. Se puede ver en el libro recién publicado “Madrileños, un álbum colectivo”, editado por El Archivo Fotográfico de la Comunidad de Madrid, de varios autores, Madrid, 2009. Este libro recoge el catálogo de la primera exposición de fotografías de este archivo iniciado y creado entre 2007 y 2009 por la Comunidad Autónoma de Madrid, la cual, de nombre homónimo al libro, se ha inaugurado ayer, su comisario de exposición es Chema Conesa y se podrá visitar del 26 de Noviembre de 2009 al 31 de Enero de 2010 en la sala de exposiciones del Canal de Isabel II que tiene en la calle Santa Engracia, nº 125 de Madrid capital.

La inauguración, ayer por la noche, fue a puerta cerrada para los cientos de participantes anónimos y no anónimos que han participado y contribuido generosamente, sin ánimo de lucro, para el comienzo de la andadura de este archivo, el cual, como promocioné en su día, es un archivo único que pretende recopilar en imágenes la Historia popular de la Comunidad de Madrid. No hay un proyecto igual en toda España hasta la fecha, ni en buena parte de Europa. Tanto mi madre como yo participamos en su día con unas veinte a treinta fotografías personales y familiares que se pueden consultar en ese mismo archivo, tanto de Madrid capital como de Alcalá de Henares. La más antigua que aportamos será de finales de 1910 o principios de 1920, y la más moderna del año 2000. En esta primera exposición promocional del archivo no hay expuesta ninguna de nuestras fotografías, como imagino que tampoco las habrá de otros cientos de participantes, aunque nuestros nombres figuran en ese libro como parte del listado completo de las personas que, sin conocernos, hemos aportado nuestro grano de arena a este interesante, necesario y valioso archivo en su primer paso a la existencia. Yo patrociné la participación desde esta misma bitácora el 7 de Mayo de 2007, en la Noticia 271ª, así como que desde que empezó el proyecto siempre he tenido el enlace a la web del nuevo archivo en los links de la derecha.

Mi madre no pudo ir a la inauguración pero yo sí fui. Hoy la puede ver ya todo el mundo dentro de las fechas que he dicho. Merece la pena ir y contemplar numerosas fotografías desde mediados del siglo XIX hasta el final del siglo XX de gente que con sus vivencias fue formando la Historia. Se pueden valorar muchos aspectos en las imágenes… costumbres, sociedad, cultura, tecnología, cambios de modo de vida, Historia, política en la vida cotidiana, moda, diversiones diferentes o iguales, puntos de vista artísticos en algunas fotografías, valor documental, valor fotogénico o artístico, modos de diversión, historias humanas intuidas en varias caras y situaciones atrapadas por las cámaras de fotos… y un largo etcétera que dependerá de cada uno, de su momento, del tiempo que se tome, de lo que interese, y otro sin fin más de probabilidades.

Recomiendo especialmente pararse muy detenidamente a observar las fotografías colocadas en cámaras oscuras en la planta baja del edificio. Son copias tratadas tecnológicamente de algunas de las fotografías de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. A mí, como historiador, como persona individual, como persona que le gusta también fantasear con viajes en el tiempo, me apasionó, pero lo hizo con letras mayúsculas, ME APASIONÓ. Merece la pena inclinarse a mirar por los agujeros de esas cámaras oscuras ya que la técnica que les han aplicado permite ver la imagen en tres dimensiones de tal modo que en algunas, si te sugestionas, y si no también, parece que has viajado al pasado, que estás dentro de ese jardín, de esa sala de boxeo, de ese balcón, de ese escenario en definitiva donde contemplas la escena que se muestra. Hay una de un combate de boxeo donde efectivamente tiene tantos planos como profundidad y gente en las gradas se supone que había, desde las cabezas de los señores de los asientos de delante del fotógrafo (con bombín de 1910’), a la profundidad de campo del ring, los contendientes y el árbitro y un graderío al otro lado, con carteles, con la misma calidad que si estuviéramos ahora mismo, en la vida real, contemplando el graderío de enfrente de un campo de fútbol. IMPRESIONANTE. Pero del mismo modo en otra estamos en un balcón donde alguien fotografió el desfile militar de Alfonso XII o Alfonso XIII en la Plaza Mayor de Madrid, y podemos trasportarnos otra vez a ese ejército de sombreros pomposos y guerreras con cordones y botones. O entre otras, en una toma coloreada a mano, un daguerrotipo, de 1899 ó 1900 vemos a una mujer con su hija en medio de un montón de flores y plantas altas de lo que parece su jardín… Y tan logrado sale el efecto tridimensional que pareciera que están vivas, observándote cien años después… y la sonrisa de la joven, calculo que de mi edad en esa toma de imagen, invita o a enamorarte de ella o a intentar salir con ella. Y no hablo más de las sorpresas que os podéis encontrar en esas cajas de la planta baja, pero merecen la pena como el resto de la exposición… y el archivo en sí, al completo, es otra gozada y un privilegio y orgullo cultural del que debemos estar satisfechos todos, pues pertenece a todos, a los madrileños de toda la comunidad por ser específicamente nuestro, y a los españoles porque no deja de ser parte de la Historia popular de todos. Ojalá otros se animen a esto mismo y algún día contemos con un Archivo Fotográfico de España.

Pero no todos han de ser alabanzas. Pocos me habrán leído si al llegar hasta aquí leyendo creen que no voy a tener en mi crítica un poco de tirón de orejas, con un sentido constructivo y reflexivo, eso sí, no con intenciones dañinas o negativas.

Por un lado diré que no conozco los criterios del comisario de exposición para su selección de fotografías del archivo a la hora de crear esta primera exposición. Está claro que no sólo ha optado por las clases populares, ya que entre las fotografías también hay contribuciones de un famoso locutor de radiotelevisión, miembros de la familia Real de Alfonso XIII, un par de escritores y alguna cara conocida más, aunque predominas personas anónimas de las clases populares, cosa que por otra parte es la idea principal cuando se creó el archivo. Eso no es lo criticable en un sentido de mejora, ya que la gente conocida es también parte de la vida de Madrid. También comprendo que el mayor peso de porcentaje de fotos expuestas sea para Madrid capital, ya que son de allí la mayor parte de las personas participantes y de las fotografías aportadas. Pero no veo bien que el comisario de exposición no haya tenido en cuenta el porcentaje y volumen de fotografías y personas de otros municipios para equilibrar las imágenes expuestas, así como tampoco se ha tenido en cuenta la importancia de algunos municipios dentro de la Comunidad de Madrid, para mostrarlas y estar así más ajustados y equilibrados en la Historia de la comunidad en su justo peso. Así por ejemplo, Alcalá de Henares es la única ciudad con título oficial como tal de la región, aparte de que política y culturalmente probablemente es la ciudad más importante tras la capital, sin embargo sólo se han expuesto dos fotografías de Alcalá de Henares, donde no se distingue en absoluto la ciudad, por otra parte, y donde en una de ellas sus protagonistas, unos soldados rasos republicanos descansando en la calle en plena guerra civil, están borrosos, no se distinguen uniformes, ciudad, ni que sea un Estado en guerra. Sin embargo, quien consulte el archivo verá que los alcalaínos han aportado gran cantidad de fotografías. Del mismo modo que me vuelvo a remitir a la importancia de la localidad en la región. Otros municipios les pasa lo mismo, apenas hay una fotografía de Aranjuez, con la importancia que tiene esta localidad en el sur de Madrid. Pero, en contraste, hay hasta diez fotografías de El Escorial, que aunque tiene el famoso monasterio-palacio de Felipe II es un pueblo, con todos mis respetos a él, ya que me gusta bastante, que no ha tenido el peso que puedan tener estas ciudades citadas u otras ciudades en Madrid. Pero si El Escorial aún podríamos considerar que tiene cierta importancia cultural, política como lugar de retiro y demás, sorprende ver el gran porcentaje de fotografías que hay en la exposición de Perales de Tajuña, Loyozuela y otros pueblos, sobre todo de la sierra de Madrid. No estoy diciendo que unos municipios sean más importantes que otros por ser ciudad, pueblo o aldea, que no se confunda nadie, tan importante y tan dignos son unos como otros y sus habitantes. Lo que sí digo es que hay un desequilibrio enorme en el porcentaje de fotografías expuestas de cada lugar, y mientras unos centros que han tenido gran trascendencia en el devenir histórico de Madrid apenas salen más que casi de cumplido, otros lugares salen en gran cantidad de imágenes sin haber tenido ni tanta contribución fotográfica (numéricamente) ni la trascendencia citada. No se entiende esa descompensación.

Podría alguien decir que es una cuestión de calidad fotográfica, que quizá fue ese el criterio… sinceramente, si uno consulta el archivo puede ver que esa calidad es pareja en casi todos los casos y que ahí donde hay más cantidad de fotografías es más fácil encontrar auténticas joyas, por mera cuestión de que hay más probabilidades, no por otra cuestión.

Pero alejándonos de este punto vamos a la parte más preocupante de verdad afirmando antes que sí, que también se merecen estar en la exposición esos lugares que tantas fotografías expuestas tienen, puesto que también son parte de Madrid, y apreciada, al menos por mí (me encanta el campo y la montaña, aunque sea un urbanita sin remedio). La parte más preocupante viene del lado de la Historia y de la política. Uno podría pensar que han querido mostrar imágenes amables y por ello hayan podido saltarse las imágenes de la guerra civil, y las pocas que hay son retratos que poco hace intuir que se haya vivido jamás una guerra en España. Pero del mismo modo, aunque hay fotografías del periodo republicano, ninguna hace pensar que se trata de fotos de ese periodo democrático en el que, salvando las distancias y con muchos “peros”, se ha intentado imitar en el reinado de Juan Carlos I actual. La monarquía actual, siendo monarquía, se comporta en buena parte como una República. El propio Rey cuando finiquitaba la dictadura de Franco entre 1975 y 1978 declaraba querer ser rey de todos los españoles (en esto se pueden dar numerosas explicaciones y objeciones de todo tipo y tendencias, pero eso es lo que declaraba y lo que el tiempo nos viene dando es que hoy día hay todo tipo de tendencias políticas en la calle, no es momento ahora para otro tipo de debates dentro de esta temática). La cosa es que él mismo reconocía que todos los gobernantes de España se merecían su respeto, reconocimiento, asunción y homenaje. El mismo Manuel Azaña, presidente republicano, ha estado en boca del Rey alguna vez en un sentido de aprobación, y yo diría que admiración moderada, en cuanto a demócrata y estadista. Es por ello que, aunque hay cuatro fotografías explícitas de la Transición, de personas en manifestaciones o campañas políticas, estas se remiten al Partido Comunista Español, ninguna fotografía alude al Partido Socialista Obrero Español, importante en el último cuarto del siglo XX, pero también en los gobiernos de 1931 a 1939. Ninguna fotografía de sindicalistas, ni de movimiento de izquierda alguno. Ninguna alusión a la República clara, pese a que Madrid era plenamente partidaria de la República en tiempos de paz y en los bélicos.

Sin embargo nos encontramos en contraste a lo dicho, numerosas fotografías de la familia Real de Alfonso XIII, sobre todo de su madre María Cristina de Haugsburgo como regente a finales del siglo XIX, una fotografía con la silueta de una estatua ecuestre de Franco en 1999-2000, Fotografías de niños con el uniforme y emblemas de Falange Española, claramente visible a diferencia de los pocos soldados rasos republicanos que aparecen (cuya única identificación es prácticamente ver el año en el que se tomó la imagen), se ve a un condecorado oficial de la División Azul con emblemas ya no sólo de Falange, si no también NAZIS e incluso con la condecoración alemana de la Cruz de Hierro en plena Segunda Guerra Mundial. Se ven guardia civiles con el uniforme oficial del periodo de la dictadura franquista donde más ejecuciones políticas hubo, se ven literatos, sí… pero no precisamente a Lorca u otro autor que pudo vivir por Madrid en algún periodo de su vida, si no a Leopoldo Panero, Pío Baroja, Jacinto Benavente o Unamuno, autores conservadores que en un momento de su vida claramente se posicionaron del lado de los golpistas de Franco que iniciaron la guerra civil con ideales antidemocráticos. Si bien Unamuno se retractó de sus ideas por considerar su apoyo a Franco un error en el mismo 1936. Es cierto que su obra, la de ellos, es de una calidad tremenda y sus ideales o apoyos no deben impedir que estén ahí… pero es que en Madrid también había intelectuales de izquierda, ¿por qué no aparecen si aparecen los conservadores? Y ojo, digo conservadores porque luego cada uno tendría sus tendencias políticas dentro de ese conservadurismo, en eso ni entro ni valoro.

Yo no sé qué criterios exactos se han seguido para hacer esta exposición, pero sí sé que mientras por un lado me parece estupenda y fenomenal, en su organización, en su innovación y en la propia idea ya no de la exposición sino de crear el archivo, sé que tiene dos cosas que yo criticaría constructivamente, para que se mejore de cara a otras exposiciones. Ya las he mencionado y la más preocupante es esa cuestión Historia-política que se trasluce. No sé si ha sido casualidad lo mencionado, pero la impresión que me ha dado a mí es precisamente esa: tendenciosidad, dicho claramente, pese a que otorgue el beneficio de la duda de si habrá sido coincidencia. Y añado, todos mis respetos a las personas que salen en esas fotografías. Son parte de la Historia, ignoro si era buena o mala gente, algunos tendrán determinados emblemas por cuestiones circunstanciales de la vida (era lo que había, y lo que había era una dictadura imponiéndose a la sociedad en sus símbolos e ideas), otros serían convencidos del régimen en mayor o menor grado. Ni juzgo, ni condeno. Son parte de la Historia… lo que sí digo es que la Historia de Madrid cuenta también de una manera muy importante con republicanos y con la República, no aparecen. No aparecen en detrimento de ese periodo de la dictadura que evidenciadamente en símbolos sí se aprecia. Hay, pero no se distinguen mas que si miras las fechas de las fotos.

Sin más, id a ver la exposición. Merece mucho la pena. Que la cerveza os acompañe.

1 comentario:

Lena dijo...

Poco plazo me parece para una exposición de este tipo. Apenas dos meses y con las navidades por medio. QUizás amplien luego fechas...y quizás pudiera ir. En cualquier caso, felicidades porque entre todos lo habeis conseguido.

Un saludo.