domingo, septiembre 12, 2010

NOTICIA 826ª DESDE EL BAR: EL INFORME PHILIPPE HALSMAN

¿Quién no se ha cortado nunca
con la transparencia de un cristal,
como se cortó la azucena,
como se cortó el rosal,
como se cortó el hombre las espinas
enzarzadas en sus venas,
como cortó el río su caudal?
(Por Daniel L.-Serrano: Canichu, el espía del bar)
Qué bonita calavera, tan llena de vida. La composición surrealista de esta calavera me resulta preciosa. Quizá sea por la aparición tan clara y precisa de espaldas femeninas, sus curvas sensuales se mezclan bien con un concepto de sensualidad en la calavera que no tiene que ser de muerte, pues está claro que rebosa vida, que casi esperamos que nos diga algo sugerente. O tal vez sea por la mera aparición del cuerpo femenino que me gusta este retrato. O por la aparición de las espaldas desnudas, tan sugerentes como la de la Venus del Espejo, de Velázquez, una espalda que me fascina pese a sus cuatrocientos años. Cuando fui a Londres me quedé sentado largo rato observándola en el National Gallery.
Esta calavera es un retrato, lo dije bien. Nos podría parecer que cada calavera nos iguala a todos los humanos, pero lo cierto es que cada una tiene sus rasgos que definen como era la cara y la cabeza que portó. Pero obviamente esta calavera de desnudos femeninos no es una calavera real, si no una calavera artística. Pertenece a una fotografía de Philippe Halsman (1906 - 1979), un fotógrafo judío de Letonia que se nacionalizó norteamericano al tener que exiliarse cuando la Alemania de Hitler invadió su país en 1941 (la Unión Soviética lo hizo un año antes). En realidad es un detalle de una fotografía llamada "retrato de Salvador Dalí" o "el cráneo de Dalí", realizada en 1951. El pintor surrealista aparece en la izquierda inferior del retrato, aquí no se ve. La composición de la calavera no era una idea original de Halsman, sino de Dali. Es una idea que alguien volvió a retomar en 1991 para diseñar el cartel promocional de la película "El Silencio de los Corderos", al colocar esta calavera sobre una mariposa llamada esfinge de la muerte (Acherontia atropos). Pero de todo eso ya hablaron en Un Grillo de Obsidiana. Aquella película también trataba de la muerte de un modo particular. Su protagonista, más que la detective que investiga el caso, es el psicópata Anibal Lecter, un hombre que se comía a sus víctimas, mientras otro psicópata se hace trajes con piel humana.
Philippe Halsman, el fotógrafo, era amigo de Dalí, pero también del físico Einstein, el psicóanalista Freud y otras personalidades. Fotografió para revistas como Vogue, aunque su fama le vino por su intento de retratar la felicidad sincera. Para ello quiso que los posados que realizara no fueran posados de gesto fabricado. Se hizo un renombre dentro de la fotografía porque en 1949 comenzó a mostrar fotos de gente famosa saltando, sobre todo del mundo del cine norteamericano de Hollywood; Marilyn Monroe, Cary Grant, Frank Sinatra... Los hacía saltar para que no pudieran controlar la expresión de sus caras. Pero Halsman ya era conocido antes de 1949. En 1928 su nombre saltó a los periódicos cuando fue acusado de parricidio sin pruebas. Tenía 22 años. En realidad fue un cabeza de turco del antisemitismo de la época. Varios judíos destacados del mundo intelectual hicieron campaña por su inocencia, como los citados Einstein y Freud o como el escritor Thomas Mann. Sólo lograron que su condena sin pruebas (su padre murió en realidad en un accidente en el campo) fuera de dos años de cárcel.

2 comentarios:

EL COMEDIANTE dijo...

Y quienes hicieron el cartel del Silencio de los Corderos, ¿a quién tendrían que haber pagado derechos de autor? ¿A la familia de Halsman, a la de Dalí o a la de las modelos de la foto? XD No me digas que al SGAE... XD Y si yo uso esta calavera en una composición... ¿podría denunciarme Hollywood por utilizar una parte del Silencio de los Corderos? XD Ay... cuánto misterio legal y cuánta copia... O como diría el amigo Ford F. "¡Cuánto gilipollas para tan pocas balas!" XD

Canichu, el espía del bar dijo...

Pues más allá de si Hollywood solucionó o no los derechos de autor de esa imagen (imagino que sí, porque fueron ellos mismos quienes lo desvelaron, creo recordar), yo me preguntó quién diseñó el cartel. Lo busqué pero fui incapaz de encontrar la respuesta. Saludos.