viernes, diciembre 03, 2010

NOTICIA 865ª DESDE EL BAR: HUBO UNA VEZ UN LÍDER GITANO

Ayer pensé en entretenerme probando a la vez algo nuevo y que me supusiera poco gasto de dinero. La cuestión es que al haber regresado al desempleo, y haberlo hecho sin derecho a cobrar subisidio ni ayuda, mis ahorros son en exceso bajos y condenados a bajar pagando facturas. Así que me he planteado una economía por debajo de la economía de subsistencia para poder estirar ese dinero todo lo posible. Sin renunciar a un poco de ocio en medio de este descalabro económico en el que nos encontramos más de cuatro millones de parados en España. Así que me planteé hacer algo que nunca había hecho, coser. Había cosido algunos botones y zurcido algún roto, pero coser en el sentido de confeccionar una prenda, gorra, bolsa, muñeco, o demás cosibles, nunca lo había hecho.

Así que, como soy novato en estos asuntos, lo primero que pensé fue qué quería coser. Y como el sindicato con el que simpatizo, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) no vende sus banderas, pues las considera objetos al servicio de la propaganda y lucha obrera y no objeto de mercadeo (aunque hay lugares y personas agenas al sindicato que las vende), pensé en coserme una bandera de la CNT. Algo sencillo, un rectángulo echo con dos triángulos, rojo y negro, al que ponerle en uno de sus laterales una forma que permita meterlo en un asta. El patrón se puede construir mentalmente de forma fácil. Sin embargo, pensé después que teniendo cierta debilidad por coleccionar gorros y sombreros que contengan alguna historia, sobre todo de valor sentimental en mi vida (ya tengo cerca de 15), me propuse algo mejor. Coserme una gorra de la CNT como las que había durante los años 1930', las de los milicianos de la guerra civil. Son parecidas a las de los soldados de la legión española, pero con los colores del sindicato. miré alguna fotografía antigua para saber la disposición de los triángulos y me hice un esquema mental, que reflexioné bastante, de cómo coserlo, en qué orden y de qué manera. Hecho esto, busqué una tienda de retales (y tardé en encontrar una) para comprar la tela más adecuada, la cual me indicó semanas antes una amiga, que coincidió con la recomendación de la tendera que me atendió. Esta mujer no comprendía muy bien para qué quería la tela, para qué clase de gorro para ser precisos. Se lo intenté explicar aludiendo a los gorros legionarios, pero como no le cuadraban los colores terminé diciendo que era el gorro que llevaba el sindicato CNT hace muchos años. Fue menconar que era un gorro de un sindicato y darme ella a continuación una pequeña reprimenda acerca de que los sindicatos no estábamos haciendo nada y debíamos movernos. Claro que su razonamientos sólo aludían a las acciones (o falta de ellas) de los mayoritarios Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO). Tratar de explicarle que el anarcosindicalismo de CNT no funciona como el sindicalismo de esos sindicatos fue como echar agua a un jarro con la base rota. Hablaba con el tópico y con el desconocimiento de cosas como que la CNT no cobra dinero del Estado, a diferencia de los otros dos sindicatos mencionados. Pero, sin entrar en detalles, el principal problema estaba en que su razonamiento se basaba principalmente en que los sindicatos hagan, sin tener en cuenta que ella como obrera (pequeña propietaria de una tienda es igual que una obrera, casi) es la que debe hacer. El problema es que en la Transición el gobierno domesticó a los grandes sindicatos UGT y CCOO con los Pactos de la Moncloa, de tal manera que sus negociaciones con liberados sindicales no cuentan con las bases, que son los trabajdores, de forma directa. De este modo llevamos treinta años de personas que piensan como esta mujer: "haced algo", dicen a los sindicatos, sin pararse a pensar que el movimiento obrero es de los obreros y por tanto deberían decir: "no sólo voy a hacer algo sino que ya lo estoy haciendo dentro de lo que puedo, y dando unidad obrera dentro de un sindicato para tener fuerza, no soy un títere de mi sindicato, sino el engranaje del mismo". En otras palabras, hay que dejar de ser pasivos y pensar que la culpa es también propia, hay que contribuir personalmente a ese hacer algo, hay que ser activos.

Todo esto mientras el día anterior pasé por la sede de la CNT en Madrid para informarme de determinadas cuestiones. Allí pude coger uno de los programas del X Congreso de la CNT, que es la imagen que os adjunto. La CNT comenzó en 1910, por lo que este año cumplió 100 años de existencia. A lo largo de este año 2010 han habido numerosas publicaciones en forma de libros, revistas, periódicos, panfletos, canciones, álbumes de música, alguna película que ha coincidido en fecha, etcétera, también ha habido conciertos, conferencias, reflexiones, obras teatrales, jornadas, y demás, pero el gran colofón se produce con este X Congreso, del que os he abierto una puerta en color violeta en su anterior mención. Comenzó el pasado 3 de noviembre y terminará el próximo 7 de diciembre, en la ciudad de Córdoba en esta ocasión. El I Congreso fue un año después de la fundación, en 1911. En él obviamente se trató en torno a cuestiones de objetivo. Quienquiera acercarse a los documentos originales en el archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo verá que las cuestiones que se buscaban han triunfado hoy día, las jornadas laborales de 8 horas, el amor libre (sin necesidad de matrimonio y con libertad de elección en los dos sentidos mujer-hombre, hombre-mujer), feminismo hacia la igualdad, subidas salariales y descansos, el uso del derecho a la huelga como defensa de los derechos sociales, el antimilitarismo pacifista, el ecologismo y demás. El II Congreso fue en 1918, donde se aprobó la estrategía de organizarse en sindicatos únicos, fue en la población de Sans. El III ocurrió en Madrid en 1931, donde se reorganizó el sindicato tras la dictadura de Primo de Rivera y con el comienzo de la II República. El IV Congreso fue en Zaragoza, en 1936, donde urgía una reunificación con unos sindicatos escindidos y donde se tomaba postura contra el fascismo de forma que claramente se apoyaría a la República. El V* Congreso fue en Francia, en el exilio, tratando de coordinar la CNT exiliada con la clandestina en España, y tratando asuntos de diversos escisionistas. El V Congreso fue en 1979, en Madrid, habiendo recobrado fuerza con la Transición, pero haciendo frente a una escisión que más tarde iba a dar más que hablar, ya que CNT no quiso firmar los Pactos de la Moncloa por no perpetuar un sistema sindical similar, no igual, al de la dictadura de Franco en su organización. El VI Congreso se produjo en 1983, y de aquí saldría la escisión que posteriormente daría lugar a la creación de la Confederación General del Trabajo (CGT). El VII Congreso fue en 1990, giró en torno a la recuperación del patrimonio de la CNT anterior a 1939, cosa que desde la Transición ya gozaban UGT, PSOE, PCE y otras organizaciones. El VIII fue en 1995, donde la CNT era consciente de que había superado la crisis de los años 1980' y volvía a cobrar gran número de simpatizantes. El IX Congreso fue en 2002, en Perlora, y volvió a tratarse el asunto de la recuperación del patrimonio que le quitó la dictadura de Franco al sindicato. Y al fin este X Congreso de 2010, en Córdoba, donde se celebra el 100 Aniversario, así como se es consciente de que desde 2008 es uno de los sindicatos que más han crecido en afiliación, lo que lleva a plantearse las rutas de lucha social a seguir ante la crisis económica estallada precisamente desde 2008.

En fin, en estos 100 años la sociedad actual española goza de determinadas cuestiones sociales como algo normal pero que costó mucho lograr, y cuyos defensores en su día fue la CNT, la más importante: la jornada laboral fijada en 8 horas, cosa que logró con las huelgas de La Canadiense en 1919, que implicó detenciones y encarcelamientos de obreros, y una posterior "venganza" de algunos patronos barceloneses que contrataron pistoleros (sicarios) para asesinar a líderes anarquistas en la calle, como Salvador Seguí "el Noi del Sucre", cosa que dio lugar a los años del pistolerismo barcelonés en los 1920' entre sindicalistas de CNT y sindicalistas amarillos de la patronal ayudados por fuerzas policiales dirigidas por militares que más tarde apoyarán a Primo de Rivera y a Franco en sus dictaduras. Otro logro, estratégico, que tuvo la CNT fue apoyar a la II República en su proclamación, aunque tuvo problemas posteriores con ella, apoyarla frente al fascismo en 1936, y defenderla durante la guerra civil de 1936 a 1939. En esa defensa se produjo la única revolución anarquista de la Historia, y la creación de varios ministerios dirigidos por anarquistas para mantener los logros de la revolución a la par que el combate contra el fascismo, estos fueron García Oliver (que creó leyes contra las ejecuciones indiscrimanadas hacia finales de 1936, que es cuando se le nombró), Segundo Blanco, ministro de Educación (la educación en la zona Republicana nunca se frenó y se potenció la alfabetización de los adultos analfabetos, ya no sólo de niños), Juan López (que más tarde protagonizó el cincopuntismo) y Federica Montseny (primera ministra mujer de la Historia de España). Pero además también aportó al primer presidente de Aragón., que fue Ascaso. Fue una región donde triunfó la colectivización y la revolución anarquista y donde se logró retener al fascismo en los frentes de combate. Por ello un anarquista, Ascaso, se hizo presidente de Aragón, el primero de allí. Los motivos eran ocasionales para mantener los logros. Al acabar la guerra, se pensaba, ya habría tiempo para ir hacia una estructura de confederación obrera para España, en lugar de república burguesa.

Pero la CNT tiene otros hitos en esos años, como es el caso de que su secretario general durante los años de la guerra civil fue Mariano Rodríguez Vázquez, "Marianet", de origen gitano. Quizá sea la primera organización de España en la Historia, y hasta la fecha la única, que ha contado como líder a alguien de etnia gitana. Y no porque se mirasen las razas en la CNT, que en esto también deja su legado de igualdad, porque cuando se le eligió se miró su valía como secretario general en aquellos años difíciles. Lástima que a los gitanos de España se les haya ocultado esta parte de la Historia al igual que al resto de españoles.

Sea como sea, yo me quedo cosiendo gorros cuyo material apenas me supone unos céntimos por cada uno de ellos. A ver si me llaman de alguno de los trabajos a los que he echado curriculum desde agosto. Saludos y que la cerveza os acompañe.

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