viernes, marzo 22, 2013

NOTICIA 1197ª DESDE EL BAR: MITOLOGÍA EN LA UAH (2 de 2)

AQUÍ OS DEJO LA OTRA CONFERENCIA A LA QUE ASISTÍ DE I Encuentro de Mitología de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH). Espacios míticos: Arquitectura del Caos. La anterior entrada se lee en Noticia 1196ª.


2.- En el confín del océano profundo: imágenes y motivos del más allá griego en la poesía penínsular contemporánea (Marta López Vilar)

La otra conferencia a la que pude asistir fue la recién doctorada Marta López Vilar, y si no es recién doctorada está a punto de serlo, pero yo creo que ya es doctora. Había en las dos conferencia 39 personas, me entretuve en contarlas en un determinado momento, aunque a esta conferenciante se le llegaron a escapar hasta seis de esas personas, quizá porque sobrepasó en veintidós minutos su tiempo asignado y algunos de los asistentes probablemente tenían otros compromisos que se solapaban. De esas 39 personas, tan sólo 13 eran jóvenes. No diré que en edad universitaria, pues las apariencias engañan y puede que alguna de las personas mayores pudieran ser estudiantes. Había bastantes personas que peinaban canas ya, y otras tantas de una cuarentena de años o de una treintena muy avanzada. Quizá sea porque Marta tenía un discurso ya aprendido, y no reparó demasiado en esto, por lo que en varias ocasiones se refirió al público en general como si fueran personas que aún no se han incorporado al mundo laboral, tal vez pensaba que sus oyentes iban a ser estudiantes muy jóvenes. En general, ya digo, no era el caso, aunque había trece muy jóvenes, en algún momento quince. Sin embargo, la propia ponente sí era muy joven, probablemente incluso más que yo mismo.

El tema de su conferencia indica que iba a tratar sobre la mitología de ultratumba de la Grecia antigua en nuestras épocas contemporáneas, sin embargo usó casi todo el tiempo en hablar y comentar la mitología en torno al dios Orfeo, a la cual los primeros cristianos le harían algunos guiños a la hora de representar a Cristo con algunos motivos característicos de Orfeo, como puede ser su lira de música, o bien la evidencia de que Orfeo, como Cristo, murió crucificado, o bien que ambos aparentemente no tuvieron pareja femenina. Quizá gastó mucho tiempo en explicar cuestiones de la religión órfica griega en la poesía Griega antigua, pues a la hora de la verdad apenas le dejó diez minutos de los oficiales a la poesía actual de la península Ibérica, razón por la cual, de una manera un tanto apresurada y casi a modo de listado comentado de poetas, se sobrepasó veintidós minutos más del tiempo estimado. 

Para Marta López el mito y poema antiguo sobre Proserpina (en griego Perséfone) y Plutón (en griego: Hades) es la mejor y más bella poesía de todos los tiempos, y ninguna de las poesías actuales pueden superar, según ella, las de la Edad Antigua. A mí personalmente me llamó la atención que dijera esto dado el título de su conferencia, por otro lado, discrepo. Discrepo porque es lo mismo que decir que la música gregoriana es la mejor música cantada, por mucho que Bach compusiera otras. Son tiempos distintos, son estilos diferentes, en fin, son inquietudes y gustos muy distantes. La excelencia de unos no quita la de otros. El caballo alado Pegaso tratado por los antiguos griegos no desmerece en nada al mismo mito reinterpretado por un Rubén Darío. Aunque no sería sobre Rubén Darío sobre quien ella hablaría, ni sobre Machado, ni Lorca, ni Alberti, ni Pessoa, ni Saramago, ni nadie de ese siglo XX de la península Ibérica. Pero de eso comentaré algo luego.

Obviamente explicó que el mito religioso de Perséfone y Hades es una explicación de los antiguos acerca del porqué de las estaciones del tiempo (Primavera, Verano, Otoño e Invierno). Tiene además unas connotaciones sexuales tendentes a lo reproductivo, o lo que es lo mismo a la fertilidad tanto de la tierra como de los seres vivos. Perséfone, de la que se enamoró Hades, era hija de Zeus y Demeter (diosa que vivifica la tierra, es la madre, la que posibilita la agricultura). Un día vio crecer misteriosamente rápido una flor que algunos creen que es un lírio. Esta flor retira unas piedras. El lirio tiene unas connotaciones fúnebres, pero por su forma pudieran ser también fálicas. Otras tradiciones dicen que se trataba de un escorpión que movió una piedra, quizá ese es un simbolismo acerca de que era el símbolo del escorpión el que estaba en el cielo, en constelación estelar, por lo que es una referencia a que era Otoño. Sea como sea, el lirio era una trampa, ya que sirvió de anzuelo para que Hades la raptara y la llevara con él a las profundidades del Averno. Su madre Demeter se vuelve medio loca buscándola por todos los lugares de La Tierra si lograrlo. Esta tan obsesionada con la vida que incluso se disfrazaba de sirvienta humana para intentar hacer inmortal al hijo de Deusis, sólo que esto debía hacerlo metiéndole en un horno con sus poderes. Al ser descubierta por la madre se organizó tal alboroto, al no saber Deusis lo que hacía Deméter de verdad, que el niño terminó muriendo asado. de verdad. 

Entre tanto, Perséfone no quería quedarse en el Hades y deseaba irse. Plutón se las apañó para engañarla y hacerla comer una granada. Esta era una fruta de los Dioses del Averno prohibida par quien no viviera allí. Al comerla estaba condenada a vivir en el inframundo, relato que nos recuerda a la fruta prohibida del Paraíso judeocristiano (la manzana), y el castigo por comerla. Perséfone queda condenada y termina siendo la esposa de Plutón, que como mucho la concede salir a la superficie para verse con su madre en Primavera. Por ello en Otoño caducan muchas hojas de las plantas, en Invierno todo se cubre nieve, en primavera todo rebrota y en verano se van secando hierba y algunos árboles. Todo ello es un claro simil con las edades de la vida, igualmente. Los árboles del granado y de la higuera, dice la conferenciante, se encuentran en la entrada al Hades. 

Como se puede ver hay muchas connotaciones cristianas en este mito, el cual se mezcla con el de Orfeo, el dios de la música. El se enamoró de Eurídice, a la que tuvo que buscar al Infierno con la mala suerte de ser engañado con una imagen de ella. Desde entonces prometió no estar con ninguna otra mujer, ya que por otra parte era un amor no correspondido. Por todo ello se ha especulado con una presunta homosexualidad ímplicita, sobre todo porque uno de los pasajes de su vida menciona como un grupo de mujeres tracias, atraídas por su belleza y sus canciones, desearon tener sexo con él, cosa que rehusó. Ellas despechadas le despedazaron y tiraron su cabeza y su lira al río Hebro, cuyas aguas lleaban a la isla de Lesbos. El poeta griego Esquilo dijo que las mujeres eran seguidoras de Dionisio (Apolo) y le mataron por una cuestión de competencia de belleza entre ambos. La cuestión es que su cabeza, que no para de cantar, llega a Lesbos, de donde va a ser la poetisa auténtica Safo, de la que se considera que es una inventora de la poesía lírica. 

Orfeo era una especie de mago cuyos poderes venían de su voz y su música, pero eran unos poderes que le tamitía la Naturaleza cuando estaba en contacto con ella (poderes simpáticos). Ya he mencionado las relaciones con Cristo que coinciden con Orfeo. Aún más, la religión órfica es de las primeras que se basan en un libro escrito. Según Marta López era el primer libro religioso escrito, antes que la Tora, pero también en esto discrepo, ya que aparte de posibles textos perdidos de Ur, Babilonia, Egipto, etcétera, ya había texos religiosos escritos en estos mismos lugares y en otros del mundo. La ponente es muy apasionada de su tema, y se nota, pero en esto, quizá, necesita reconocer la existencia de otros textos anteriores. 

La ponente por otra parte no paraba de alegar que era una autoridad, como si no tuviera réplica, porque tenía un doctorado recién ganado. Bueno, a mí personalmente me producen cierto rechazo este tipo de argumentos, no lo oculto, pero es que tener un doctorado no otorga la verdad sin réplica a la persona, ni estaba hablando para un auditorio irrefléxivo y carente de conocimientos. Claro que también llegó a decir que ella también escribía poesía y que escribir era caer a los Infiernos, que sabía lo que decía, y, ante más de un gesto torcido de varias asistentes, se reafirmó en la idea alegando que escribía de nuevo y reiterando que tenía un doctorado... Bueno, yo también escribo poesía y no creo que sea automáticamente caer en el Infierno. De hecho, y a modo de broma digo, Santa Teresa de Jesús decía que ascendía al Cielo al escribir, ¿estaba ella confundida, que caía al Infierno? De este tema podría haber una gran conversación, pero no había turno de réplicas ni de preguntas, pero discrepo con su concepción de escritura, no siempre es profundizar en una caída al Infierno, en un descenso al Infierno. 

De los poetas ibéricos que seleccionó el nombre más conocido fue María Zambrano, la poetisa malagueña, por su obra "El hombre y lo divino". Todos los poetas que mencionó a modo de listado comentado brevemente escribieron sobre Orfeo, pero sólo Zambrano y el leonés Antonio Colinas escribían en castellano. El siglo XX y el XXI son siglos que han visto muchos buenos escritores en la península Ibérica, hasta el punto que el Siglo de Plata de la Literatura se da en la primera mitad del siglo XX, y la gran mayoría son de habla castellana fundamentalmente, sirvan de ejemplo los citados Lorca, los hermanos Machado, Miguel Hernández, Alberti, y otros como Blas de Otero, Alexandre, Leopoldo Panero, Leopoldo María Panero, Gala, Gloria Fuertes, García Montero, etcétera. Pero no fueron nombrados. Sólo dos escritores de habla castellana, Zambrano y Colinas. De habla portuguesa citó a Sophia de Mello y Miguel Torga, otros dos. Pero de habla catalana, valenciana y balear citó a Miguel Vegrat, Carles Riba, Lola Nieto y Salvador Espriú, lo que son cuatro autores. Y una autora apedillada Luque, de la cual no me quedé con su lugar de origen. Está bien dar a conocer esta literatura, pero está descompensado y, mirando bien el tìtulo de su ponencia, es algo injusto si se tiene en cuenta que incluso se permitió el lujo de llegar a citar también a Karl Karenyi, húngaro, y a Jácques Derrida, argelino. Desde luego es algo nuevo, y resulta atrayente por aquello de conocerles más, pero en tal caso el título de su conferencia es engañoso y no habla de lo que realmente ella hablaba o quería hablar. En otras palabras, si hubiera sabido que el tema de su conferencia era este y no el anunciado, teniendo en cuenta lo apretado de mi agenda, hubiera ahorrado el tiempo y hubiera asistido a otra si me hubiera sido posible, sobre todo porque, más que por esto último comentado, más de tres cuartas partes se dedicaron a explicar el mito antiguo descrito por poetas antiguos, no reinterpretado por los del siglo XX y XXI ibéricos. Bueno, de todo se aprende, algo bueno tenía esta ponencia y vino muy bien repasar el mito de Orfeo, el de Proserpina y el de Plutón. Fue, en todo caso, interesante a su modo, aunque me hubiera gustado participar de un debate abierto, dado que no compartía muchas de sus visiones teóricas del asunto literario.

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