domingo, julio 28, 2013

NOTICIA 1228ª DESDE EL BAR: CALIGRAMA DE LA IMAGEN


Detrás de la iglesia de San Francisco de Asís, de la avenida de Reyes Católicos de Alcalá de Henares, aparece este curioso símbolo de "prohibido personas". He de suponer que se refiere a que está prohibido que las personas se suban al edificio por las rejas de la vidriera. El símbolo en sí mismo no dice eso, sólo nos indica que están prohibidas las personas. Es su cercanía a la vidriera la que nos hace pensar que quiere decir lo que he dicho. La presencia de esta señal en las paredes de una iglesia parece dejárnoslo fácil para la broma. 


En una calle de Madrid capital una tienda de disfraces nos muestra a la ratita presumida del cuento infantil en el cuerpo de una muy sensual y sexual chica con uniforme de servicio doméstico de limpieza. Aquí la persona no está prohibida, está mercantilizada, transformada en objeto de venta. La verdad es que la gravedad o la inocuidad de la venta de una idea sexual de una servidora del hogar depende de quien la valore, pues pudiera tratarse desde un abuso sexual a un juego de pareja aceptado por ambos. La mercantilización de la idea dependerá de quien la reciba. Aquí la vidriera de la iglesia no aparece para darnos más datos sobre aquel cartel de "prohibido personas", pero la vidriera del escaparate sí nos indica que más que un disfraz se nos está vendiendo el juego sexual posible con él, o bien una idea sexual. El escaparate comercial hace de la idea una mercancia. 

 La importancia del lenguaje visual está en que nos aporta una serie de datos que el lenguaje oral y el escrito no termina de darnos, los completa. Y lo hace de tal modo que nos lanza ideas complementarias o posibles. Jugando con esa idea algunos poetas del siglo XX iniciaron un estilo por el cual los versos son removidos y alterados, colocando las palabras que las componen de modo distanciado y sin necesidad de formar líneas, con ellas crean en su conjunto dibujo, como por ejemplo palomas. Es lo que se llama un caligrama. Como los que hace Sol Silvestre. Las ideas adicionales de la imagen refuerzan las ideas de las palabras. Una imagen dice más que mil palabras, al menos eso dice el viejo dicho castellano. Pero palabras e imágenes se necesita, necesariamente. El ser humano piensa porque abstrae las imágenes en palabras, gracias a eso logra crear reflexiones y enlaces causales. Crea ideas de procedimientos y las asocia mediante ellos. Podrá decirse que un ciego nunca ha visto una imagen y sin embargo también piensa. Efectivamente así es, un ciego de nacimiento nunca ha visto una imagen, no con sus ojos, pero tiene capacidad de imaginar, y en ese proceso se crean imágenes. Imágenes que ha visto con el tacto, con los olores, o con otros sentidos sensitivos.


La abstracción de la palabra en la imagen y la de la imagen en la palabra, la complimentariedad de ambas, las informaciones dependientes que se hacen dependientes. He ahí todo lo bello de la palabra y de la imagen. Llegados a la persona nos invitan a la abstracción inevitable e incontrolable. Se hacen parte de nuestro mundo interior y se mezclan con nuestras experiencias. Es ahí donde la imagen y la palabra se relativizan y lo que para unos es la lógica "prohibido subir a la reja de la vidriera", para otros es la surrealista y cómica idea de "prohibidas las personas en la iglesia". 

La imagen y la palabra llevan a la abstracción del pensamiento para relacionarlas, que es lo que nos hace seres conscientes de ser. Los animales y otros seres son conscientes de su existencia, pero hay quien duda que sean conscientes de su ser. Independientemente que lo sean, y sin duda algunos animales parecen conscientes de su existencia y de su ser a la vez, la consciencia del ser en los humanos gracias a la palabra es la que crea nuestra mente. Nos habla el otro y lo otro, y el animal y la máquina, digan o no palabras, y todo ello hace como si de caligramas fuéramos hechos. He ahí la poesía de la vida, que sólo ahi que leerla.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

martes, julio 23, 2013

NOTICIA 1227ª DESDE EL BAR: LA GENERACIÓN DE LOS AMIGOS QUE SE VAN












 El mes de julio trajo algunos cambios. No sólo de desempleo, pero en parte tienen que ver con el empleo. No el mío, sino el de los amigos más antiguos. Dos de ellos han cambiado de ciudad. Uno en busca de empleo en otra ciudad, otro para poder trabajar y tener tiempo en su vida privada. Otros amigos ya se habían ido antes a Irlanda, Francia, Estados Unidos de América, Argentina, Suiza, Reino Unido, Italia, País Vasco, Cataluña, Extremadura, Cantabria, otras localidades de la Comunidad de Madrid... Los actuales, uno se ha ido a Andalucia y el otro a Madrid capital. Uno volverá en un mes, pero tal vez vuelva a irse, si ha tenido suerte, en septiembre. Mantengo el contacto con todos, de un modo u otro, dependiendo de los casos elijo un medio. Estos dos que ahora se han ido son de mi grupo de amigos más antiguo, de lo que uno bautizó hace muchos años "la familia". En el último año, quizá por sus vidas sentimentales actuales, se habían espaciado en exceso nuestros encuentros, e incluso había inexistencia de llamadas si yo no llamaba, pero se les echará de menos. De hecho, se les echa de menos ya al menos en aquello de decir: "salgo a dar una vuelta y si me paro en X sitio les llamo a ver si vienen", o "a ver si les encuentro por tal sitio", o "voy a ver si les propongo que organice tal o cual evento y a ver si se apuntan"

El sino de los tiempos es este distanciarse. No es algo que no haya ocurrido antes en otras generaciones que nos precedieron, pero sí es algo que parecía ya superado. Digo que parecía superado el que ya nadie se trasladaría de ciudad, en general, si no era por su gusto y voluntad, no por obligación económica. Nuestros padres creyeron que su generación, que en muchos casos trabajó desde niños menores de diez años, habían logrado una sociedad donde sus hijos vivirían mejor que ellos. Sus logros mediante el esfuerzo se había labrado con el esfuerzo aún mayor de la generación de sus propios padres, que sufrieron una guerra e innumerables penurias políticas, sociales, laborales y económicas. Ahora sabemos que aparentemente nuestros padres posiblemente son los que realmente fueron los beneficiarios de los logros políticos, sociales y sindicales que sus propios padres y ellos lograron con su esfuerzo, lucha y sacrificio. Nosotros, que debíamos ser la generación que cimentase y recibiese esa sociedad ya formada, nos encontramos con su desmoronamiento, recibiendo incluso leyes y normativas que nos retrotraen a muchas décadas atrás en la Historia social, laboral y económica de España. Las circunstancias nos recuerdan que si olvidas el esfuerzo y el sacrificio de la lucha, lo pierdes todo. O mejor dicho, se lo recuerdan a todos aquellos, la gran mayoría, que creyeron que todo lo que les había sido dado les había sido dado generosamente desde la nada. Que se encontraron con unas formas sociales constituidas como por arte de magia que no hacía falta contribuir para mantenerlas. Pero se equivocaban. Y no nos escucharon a los que les dijimos, desde el historicismo, la economía o desde donde fuese, que eso no era así. Y lo peor es que siendo trabajadores, con más o menos bienes materiales, pero trabajadores, se creyeron la mentira de que son clase media. Y les horrorizaba oir que no era así, con razonamientos. Razonaban que los tiempos han cambiado simplemente porque la foto de 2008 no es la foto de 1920, por ejemplo, pero se equivocaban, lo que había cambiado era los parámetros, pero no los valores. Los valores se habían maquillado maquiavélicamente por aquellos que ahora disponen de sus vidas al margen de ellos mismos.

No es el caso de mis amigos, por otra parte. Nuestra generación, por otra parte también, es la generación del Baby Boom de los años 1970 y muy primeros años de 1980. El desarrollo económico de los años 1960 y unas aparentes mejores perspectivas de futuro para las familias trabajadoras provocaron que durante esos años naciéramos una gran cantidad de niños y niñas amparados por nuestras familias, que de haber contribuido con su trabajo infantil a sus propias familias o de haberse trasladado del campo a las ciudades, veían como sus hermanos menores podían acceder, en algunos casos, a la universidad y como ellos en persona estaban evolucionando a unos trabajos estables con sueldos que les permitía tener bienes que antes eran impensables de tener en las familias humildes, como casa propia, televisores, automóviles aunque fuesen de segunda mano, tocadiscos, teléfonos, hornos eléctricos, viajes vacacionales más allá del propio pueblo o ingresos para permitirse gastarlo en ocio, pasado un poco más el tiempo también tendrían ordenadores personales, contestadores automáticos, casas con ascensor, una segunda vivienda en algunas familias y un etcétera de todas esas cosas que ahora parecen tan comunes de tener. Cambiaban los parámetros, pero no los valores, cuando un gran empresario tenía un automóvil pasaba a tener en este mismo avanzar del tiempo dos o tres más de los considerados de lujo, por ejemplo. 

Los Baby Boom, hijos de todo esto, crecimos y colapsamos las guarderías, luego los colegios, luego las universidades... Los problemas de superpoblación en las aulas y su posterior despoblación han evolucionado según nuestro ritmo vita, es fácil de rastrear en hemeroteca e índices y pirámides poblacionales. Ahora colapsamos el mercado de trabajo y en el futuro colapsaremos hospitales, residencias de ancianos y cementerios. Nos pusieron diferentes nombres según íbamos creciendo, Generación X fue uno de los términos más aceptados en la década de 1990, cuando éramos adolescentes y teníamos una falta de identidad que íbamos cambiando por una identidad propia que poco a poco construíamos a consta de los problemas típicos y tópicos de la adolescencia. Así hemos alcanzado ser, por otras muchas circunstancias, la generación más preparada de la Historia de España, como se ha dicho en numerosas ocasiones. Alguien apuntó que con un ligero problema: se nos educó en general en la técnica sobre lo que ya se nos había dado, pero no en la iniciativa para innovar sobre lo que ya se nos había dado. Cosa que quizá se ha traducido en nuestra psicología a la hora de responder ante determinadas cuestiones. Pero también es cierto que ese apunte fue negado y contestado. Ahora somos la generación perdida del siglo XXI en España. El popularmente llamado exilio económico es uno de sus fenómenos más llamativos en todo el mundo. En parte el problema está en que somos una generación con muchas respuestas y con capacidad de reacción, que no es agena a su sociedad, como se empeña en decir la cultura oficial. Lo demostramos solidariamente ante desastres ecológicos como el del petrolero Prestige, o ante numerosas reivindicaciones sociales en los 1990 y en los 2000-2010 de las que hemos sido protagonistas, o ante las numerosas iniciativas sociales, organizativas y económicas que ahora mismo parten de la base y cambian conciencias de base, que es lo que va a sobrevivir de todos estos años de crisis. La protesta sin ideas de base detrás puede prosperar o no de manera momentánea, pero se desmoronan sus logros, los cambios sociales perduran cuando las mentes cambian culturalmente de base sus actitudes y visiones, su idearse a sí mismas como parte de la sociedad y qué clase de sociedad es a la que desean contribuir con su existencia. 

En parte el problema está en esto, como decía, en que somos una generación muy numerosa con muchas respuestas y capacidad de reacción, pero tropezamos con la generación anterior de nuestros padres. Ellos son herederos de los padecimientos y luchas de sus propios padres. Construyeron un mundo que es el actual, al cual consideran el mejor de los mundos porque no es el mundo heredado de una guerra por sus propios padres. Han logrado acabar con una dictadura sin guerra, han construido una monarquía parlamentaria basada en una alta participación democrática, y llegaron a construir una infraestructura económica donde parecía que todo podía ser para acabar la conflictividad y alcanzar un camino en general generoso con todos. Pero en su construcción hubo muchos agujeros mal resueltos porque ellos mismos tuvieron miedo a negarle a los opresores de sus padres su trozo del mundo llamado España, a decirles: hagamos una sociedad con justicia de verdad, o intentémoslo. El mundo que construyeron funcionó muy bien, pero se aferraron tanto a él que cuando llegó el momento alimentaron su vicio de base y no su virtud de base. Ahora se les desmoronó con la crisis económica y ellos se sienten tan protagonistas que se creen dueños únicos, olvidan que en esta España sus hijos ya son adultos y tenemos el derecho de intentarlo de otro modo. Pero los caminos están cortados. Ni las manifestaciones más numerosas han sido oídas, ni se ha oído a los tribunales que hablan de corrupciones económicas, morales y éticas. Vivimos una crisis, pero también un choque de dos generaciones con grandes propósitos. Una que mantiene lo hecho sin autocrítica, otra que siente que hay que hacer más, incluyendo la autocrítica.

Pero estoy reflexionando de cosas diferentes a las que comencé a reflexionar en el comienzo de esta entrada. Me quedo en Alcalá de Henares mientras se van yendo mis amigos más antiguos. Quizá algún día vuelvan, pero de momento se van yendo. Tengo muchos amigos y conocidos, pero bien se sabe el valor de los amigos más antiguos, de aquellos con los que has compartido gran cantidad de experiencias vitales importantes en el transcurrir de nuestras existencias. En cierto modo, con una relativa sensación de soledad sin haber soledad realmente, siento como si se estuvieran repitiendo esas historias de los años 1950 y 1960, cuando esa generación anterior, la de nuestros padres, vieron también una gran crisis económica que les forzó a emigrar de campos a ciudades y de España a otros países, como Alemania o Francia. Los que se quedaban y no partían sentían entonces algo similar, que no igual, como la generación de sus propios padres, cuando por cuestiones de la guerra y la dictadura vieron como otros partían y otros se quedaban. Pasaba el tiempo y muchos regresaron. En el caso de nuestros abuelos lo vieron a lo largo de los años 1960 y 1970, sobre todo pasada la dictadura. En el caso de nuestros padres lo vieron tras la crisis del petróleo de 1973, y sobre todo tras 1975. Los que se quedaron en los pueblos miraron como iguales pero diferentes a los suyos que volvían de tarde en tarde desde las ciudades a verles. Los que se quedaron en España miraban como iguales pero diferentes a los suyos que volvian para quedarse tras haber pasado los peores momentos de sus respectivas crisis. Los que regresaban querían hacer ver que todo les había ido bien, les hubiera o no ido bien. Los que se quedaron querían mostrar que todo les iba bien, les fuese o no bien. Y todo era, en realidad, relativo. Lo que ocurría es que en las generaciones se iban formando generaciones. Las vivencias comunes de una generación identificaba a las personas entre sí como parte de algo, pero a la vez otras vivencias dentro de esas generaciones unía a unos en un sentir frente a otros en otro sentir. Ninguna respuesta era mala o equivocada, sólo era la vivencia de cada uno.

El terruño, en un sentido más allá de un lugar, en un sentido más generacional de sentimiento y lazos afectivos con las personas comunes en nuestras vidas, nos une.

La vida, que se desarrolla.

Aún hemos de compartir muchas hogazas de pan juntos, y una gran cantidad de decisiones y caminos por tomar, pero ya hay una sensación latente de echar de menos.

Un saludo y que la cerveza os acompañe.

sábado, julio 20, 2013

NOTICIA 1226ª DESDE EL BAR: UNA INICIATIVA DE UN PEQUEÑO COMERCIO

La crisis sigue su curso mientras la segunda ola de calor del Sahara de este año invade la península Ibérica haciendo su entrada hoy. Los periódicos y los tribunales no tenían tampoco un verano tan caliente desde hace mucho tiempo. Los casos de posible corrupción económica y política colapsan sus despachos y de rebote reaniman las protestas en la calle, que percibe claramente que este gobierno hace tiempo que por varios motivos debiera o haber dado explicaciones diarias o haberse sometido a control parlamentario o haber, quizá más lógico, haber renovado cargos, aceptado dimisiones o directamente haber dimitido en bloque y convocado elecciones generales anticipadas, aunque de momento de elecciones sólo se ha oído ayer al presidente de gobierno insinuar algo de cara a las del año que viene, que serán las del Parlamento Europeo (renovable cada cinco años). Los tribunales en sí mismo no andan faltos de sospecha. El presidente del Tribunal Superior de Justicia tuvo carnet de militante del Partido Popular, lo que pudiera ser anticonstitucional siendo juez y con el cargo que tenía. Muchas de las decisiones vitales que pudo tomar, pudieron ser prevaricaciones en favor de los intereses ideológicos de su partido político, y no en favor de la Justicia ciega e imparcial. Ya se verá, donde haya de verse. 

Todos estos temas, realmente, necesitarían de otro tipo de reflexiones profundas y bien pensadas, pero, qué queréis que os diga, yo en mi desempleo actual me he parado esta semana en pensar sobre una oferta comercial con la que me encontré hace poco en forma de cuartilla de papel propagandística. El establecimiento es un negocio particular de un alcalaíno, una peluquería de barrio como tantas otras, cuyos clientes son fundamentalmente la gente del barrio donde se ubica. No tiene que ver con grandes compañías, de estas que sacan por televisión sus propios productos para el cabello. No es de una cadena de estilismo. Es una peluquería de caballeros tradicional de toda la vida. Incluso su nombre parece de lo más común, nada llamativo ni pretencioso: PELUQUERÍA MANOLO (caballeros). Me llamó la atención porque te invita a que los jueves vayas allí con tu documento nacional de identidad y tu carnet de parado. Comprobando que eres un parado ellos te ofrecen un corte de pelo normal por 5,50 euros. Si a alguien le interesa está en la calle Álvaro de Bazán, número 3, de Alcalá de Henares. La verdad es que yo, aunque parado, no le voy a sacar provecho a la información. Por cuestiones afectivas desde adolescente me corta el pelo una misma amiga. Esta tradición particular la comenzamos entre 1996 a 2000 y hasta la fecha actual es algo ininterrumpido en ocasión alguna. De hecho ella me acaba de hacer un corte de pelo veraniego ayer.

El hecho de esa oferta, del tipo de negocio que la hace, me hace pensar en esa solidaridad obrera que parecía ausente en algunos barrios de toda España. Siempre habrá alguien que diga que podría ser gratis, e ignoro si otros sitios tienen precios más bajos, cosa difícil, pero al fin y al cabo los pequeños empresarios de negocios de barrio son asimilables a un obrero más, viven, por tanto, de su trabajo, que es su negocio pequeño, y sus precios es su sueldo. Me parece particularmente una iniciativa buena, porque es solidaria y realista. De un pelo cuidado en su corte puede depender no sólo una estética, un sentirse identificado con uno mismo, lo que te hace sentir bien, o una higiene en algunos casos, sino que siendo desempleado es posible que de la unión de todo eso dicho pueda depender la primera impresión visual de alguien de recursos humanos que haya llamado a la persona en concreto para hacer una entrevista de trabajo. Una entrevista de trabajo que potencialmente puede acabar con el desempleo de la persona. He ahí una gran importancia del hecho. 

Puede que haya otro tipo de establecimientos de pequeños empresarios que hagan ofertas con la misma idea de origen, la solidaridad, lo que sería de vital importancia sobre todo en tiendas de alimentación. A mí me ha producido cierto reconocimiento positivo la iniciativa de Alberto, que es el dueño aunque se llama "Peluquería Manolo". Me ha gustado, más que el precio, que ya digo que yo no uso de peluquerías, aunque cuando tengo sueldo y barba larga sí he usado de barberías para quitármela con masaje facial incluído, pues más que el precio me ha gustado el hecho de esa combinación de su tarea profesional con una solidaridad cuando menos en la relación servicio y precio combinada con circunstancias personales del cliente. Es algo humanizado. Y es ese trato personal de verdad el que, ya por otra parte haya o no haya crisis económica, lo que a mí me gusta también del comercio pequeño de barrio.  Por ello he querido compartirlo. No es sólo comerciar con el trabajo profesionalizado de peluquería, es un peluquero que trabajando como un trabajador más tiene en cuenta a sus clientes en algo más allá que sus gustos estéticos, por lo que les personaliza el comercio de sus servicios y los adapta, en lo que puede, a sus necesidades actuales.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

jueves, julio 18, 2013

NOTICIA 1225ª DESDE EL BAR: EL CAFÉ CONTINENTAL


Hace mucho tiempo que no hablo de ningún bar que me guste, y también hace mucho tiempo que no voy a uno de esos bares que me gustan. Por eso quizá esté bien escribir esta entrada sobre ese bar. No creo que vaya. Voy todos los años en verano, y también, muy de vez en cuando, cuando no es verano. Pero este año no estoy yendo ni parece que vaya a ir, por falta de ingresos. Los precios de la terraza de este bar son ligeramente más altos en algunas de sus consumiciones. Pero es un lugar realmente agradable y estoy seguro de que casi todos los alcalaínos han ido por allí en alguna ocasión. Posiblemente habéis reconocido el salón central de este bar, que es cafetería, en este dibujo de postal, aunque eso sólo es posible si sois de la ciudad y ya lo habéis pisado. Se trata del Café Continental.
Tiene varias salas y en otoño e invierno es muy agradable ir con alguien a tener una tertulia o compartir unos cafés por ejemplo a esta otra sala llamada Sala Colonial. El Café Continental está en la calle del Empecinado (nº 23, Alcalá de Henares). La calle lleva el nombre de Juan Martín "el Empecinado", porque desemboca en la plaza que contiene su busto. ¿Por qué? Porque es el camino que lleva al lugar donde estuvo el puente del Zulema, que es el lugar donde este guerrillero de comienzos del siglo XIX derrotó a los franceses dejando Alcalá de Henares en manos leales a un gobierno no profrancés. Pero quizá es más llamativo otro dato de esa calle, un poco más adelante desemboca en la Plaza de la Puerta del Vado, donde hay una estatua dedicada a las cigüeñas, que son animales en amenaza de peligro de extinción que recibieron en Alcalá la primera normativa en toda Europa que los protegía, allá por la década de 1980. Por allí pasaba la muralla medieval y tenía una puerta que daba a un vado por donde iban los ganados. Pero, si la sala os recuerda a otro tipo de salas de otra época, no estaréis desacertados.



En aquella calle donde se ubica, el Cardenal Cisneros abrió de forma legal la mancebía nueva, o sea: un nuevo prostíbulo a comienzos del siglo XVI. La Universidad recién abierta en esos años había triplicado o quintuplicado la población de Alcalá, pero en varones. Eso provocó una serie de peleas y duelos que a veces llevaban a muertes o heridas serias. La población universitaria recurría a cortejar y tener sexo con todas las mujeres disponibles. La promiscuidad y los conflictos con los familiares varones y prometidos de las mujeres hicieron que por un lado se abriera la cárcel universitaria como complemento de la municipal y alguna otra; por otro lado, el aumento de la prostitución ilegal descontrolada al haber tanta demanda y quedarse pequeño la prostitución controlada y legal de la mancebía vieja, hizo que Cisneros decidiera abrir esa segunda mancebía cerca de la Puerta del Vado. Pero esta no es este café, es otro edificio cercano hoy día que contiene viviendas y unos locales comerciales. Sin embargo, la zona debió quedarse la fama, porque en el siglo XX el propio Café Continental fue en las primeras décadas y en las décadas centrales un prostíbulo. Durante mucho tiempo yo mismo creí que era el que regentó "La Chata", una prostituta asturiana que ya ha sido mencionada por esta bitácora con motivo de otro bar que eligió su nombre para recordarla, hoy ubicado en otro lugar de la ciudad. "La Chata" empezó ejerciendo como prostituta en la ciudad. Debió ser muy buena en su oficio, ya que un siglo más tarde se la sigue recordando, y en su época no parece que tuviera problemas para ejercer con ninguno de los sistemas de gobierno que se alternaron. Tenía la cara tapada por un velo porque se le veía el hueso de la nariz. Hay varias teorías sobre ello, una de ellas es que fue por culpa de la viruela, otra que fue por culpa de un chancro (una úlcera contagiosa de origen venéreo o sifilítico), y otra que fue por culpa de un navajazo. Sea como sea llegó a ser regente de una casa de prostitutas que ganó tanta fama que tuvo por clientes a gente como Alfonso XIII y Miguel Primo de Rivera. No fue la única marca social que dejó en la Historia de Alcalá de Henares, la no escrita en los libros con la más bonita Historia oficial de la ciudad. También fue dueña de un bloque entero de casas que hoy día son habitadas por montones de familias agenas a esto, las situadas enfrente de la plaza del antiguo Campo de la Paloma, donde está ahora, para paradoja del destino, el nuevo edificio de los juzgados de Alcalá de Henares. Pues bien, me dijeron el año pasado que El Continental quizá no fue el prostíbulo de "La Chata", sino el de otra afamada prostituta competidora de esta, incluso también como regente de su propio negocio, "La Mora". De ambas prostitutas nos dejó un bosquejo de sus biografías Nacarino, el comunista que sirvió de cabeza de turco en 1947, entre otros, por la explosión del polvorín de la ciudad. Su testimonio lo recogió el exconcejal socialista Urbano Brihuega en un libro biográfico sobre el propio Nacarino. Pero también dejó mayor constancia el escritor Fernando Aguilera, el cual escribió una obra de teatro llamada "La Chata", con subtítulo: "Historia basada en hechos reales", y que empieza así: "Alcalá de Henares, Madrid, 1943. La escena muestra el salón-bar de LA CHATA, prostíbulo famoso no sólo en Alcalá. En algún lugar cuelga un berbajo muy resaltado y dos carteles; uno dice: RESPETA A LAS PROSTITUTAS. PIENSA QUE PUEDEN SER TU MADRE O TU HERMANA. El otro dice: OCUPACIÓN 11,50 Pts. PROHIBIDO EL CANTE". Fuese el Continental el prostíbulo de "La Chata" o el de "La Mora" lo cierto es que durante una parte importante del siglo XX fue prostíbulo, recogiendo la tradición de los siglos XVI y XVII (no sé si del XVIII y el XIX) de la calle con la Mancebía Nueva a la que dio permisos el Cardenal Cisneros a comienzos del siglo XVI. Hoy día su ambiente está muy alejado de esas actividades pasadas.

El edificio de El Café Continental no siempre albergó un negocio, sea de prostíbulo o de cafetería. Cuando se construyó en el siglo XVII era una gran casa señorial, de la que son testigos mudos aún su gran patio ajardinado y sus muchas salas, pero sobre todo: el escudo de armas nobiliario que hay sobre la puerta de entrada y la arquitectura de la misma. Ahora bien, ignoro qué familia noble ocupó la vivienda. Sin duda debió ser, por las características de esa entrada y las del interior del inmueble, una familia bastante adinerada y bien posicionada en la sociedad. Ignoramos qué opinaría esta familia si supiera de la evolución de su casa señorial a lo largo de la Historia complutense. Al margen de esto, ahora mismo el Café Continental ofrece, aparte de los servicios propios de cafetería y bar, con ese enorme patio como terraza interior ajardinada en pleno centro histórico de la ciudad, espacios de exposiciones diversas y conciertos, una jaima árabe con posibilidad de fumar shishas (tabaco de sabores en narguile) en ella y tomar tés especializados, conexiones gratuitas a Internet, prensa, juegos de mesa, eventos esporádicos como cierta vez que organizaron un Speed Dating (una especie de juego para conocer gente en encuentros de cinco minutos donde se turnan las personas por las mesas con el objetivo de encontrar una posible pareja), y cuentan también con una iniciativa social, deportiva y ecologista como es el Taller Social Club Continental, un lugar de encuentro altruista al fondo de su patio interior en el cual los ciclistas que lo deseen pueden reparar sus bicicletas, aprender a hacerlo, intercambiar información sobre iniciativas ciclistas en la ciudad, o intercambiar o donar piezas de bicicleta para reparaciones futuras agenas o propias, que nunca se sabe.


A mí del Continental me gusta en verano la terraza para poder escribir o leer tranquilamente al margen del resto de la ciudad, cuando me apetece tomarme un té con hielo o una cerveza. Pero ya digo que los precios y mi falta de ingresos lo hacen incompatible este año. Me gusta también leer por calles y parques, cosa que nunca he dejado de hacer, y a eso me dedico últimamente, este año incluso explorando algunos parques lejanos a mi barrio. El Continental es también un buen destino cuando vienen épocas de frío o cuando refresca. Quizá a mí me satura un poco cuando está colpasado de familias, prefiero otras horas y días de menor confluencia de gente, pero es síntoma de buena salud del lugar. Bueno, si no conocéis la ciudad y os acercáis para visitarla y comer, yo os recomiendo que os reservéis el café en este lugar, en su patio. 

Un saludo y que la cerveza os acompañe.

lunes, julio 15, 2013

NOTICIA 1224ª DESDE EL BAR: FRAGOR HANNIBALIS, ANÍBAL EN HISPANIA


El Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid (Alcalá de Henares, Plaza de las Bernardas)  acoge desde el pasado 9 de julio y hasta el 12 de enero de 2014 una nueva exposición temporal que, como siempre y al igual que su exposición  permanente, es gratuíta. En esta ocasión la nueva exposición ha hecho bastante ruido mediático en la prensa más importante, como por ejemplo EL PAÍS o EL MUNDO, alguna emisora de radio y alguna cadena de televisión. No era para menos, el mismísimo presidente de la Comunidad de Madrid, el conservador Ignacio González (Partido Popular, PP) decidió venir a la ciudad complutense para inaugurarla. Dentro de la prensa local, quien le ha dado una cobertura más amplia ha sido el semanario PUERTA DE MADRID. Lo cierto es que esta cobertura mediática viene de una campaña de promoción turística de Alcalá de Henares amparada por las políticas del gobierno local y autonómico, ambos en manos del PP. Hay poco dinero para Cultura, y lo poco que se usa es anunciado su uso a los cuatro vientos, a pesar de que los expertos y los que nos dedicamos al sector de la Cultura incluso profesionalmente ponemos "peros" importantes y serios que no resultan atractivos a la prensa para sacarlos a la luz, ni a los políticos, privados de una bonita foto si tuvieran que atenderlos. La cosa no es de poca importancia, esos "peros" en ocasiones implican graves situaciones que podrían llevar a la destrucción de nuestra cultura y de aquello que la formó, por ejemplo, la Fuente de la Salud romana de la que hablé ampliamente el 17 de mayo de este año en la Noticia 1210ª, cuyo estado es tan lamentable que incluso me motivó para mandarle una carta a Patrimonio Nacional, la cual ni ha sido contestada hasta la fecha, ni tiene pinta de que me vayan a contestar ni para decir un acuse de recibo.

Antes de decir de qué exposición se trata ahora y de analizarla modestamente, hay que destacar que al fin el Museo Arqueológico Regional ha hecho algo que tenía que haber hecho hace mucho tiempo: poner un rótulo en su fachada lateral que da a la calle Santiago indicando que ese es el edificio del museo, y no una casa abandonada. Claro que en ese sentido habría que tirar de las orejas al arquitecto que restauró tal edificio, yo no hubiera tapiado sus ventanas, hay otros métodos para matizar la luz solar dañina para las piezas milenarias que van a guardar. Esas ventanas tapiadas dan un aspecto de fealdad y abandono enormes. Pero ya está hecho desde hace años, ahora simplemente habrá que suavizarlo, quizá con la ampliación que se planea y colocando otros elementos como el de ese rótulo de la fachada lateral. Buena falta hacía, mucha gente que venía a verlo no solía identificarlo. Aparte de esto, este museo debiera empezar a funcionar como el resto de museos, sobre todo arqueológicos, y empezar a tener no sólo un precioso patio renacentista donde se programan a veces actos sociales diversos, sino también una mayor publicidad y uso de su biblioteca, archivo, salas de restauración y conservación, laboratorios, depósitos, etcétera. Y teniendo en cuenta el pasado de este edificio, pequeña cárcel procesal de la Inquisición, juzgados y colegio, se podría hacer también alguna referencia a ello dentro del mismo, tener aunque fuese una sala dedicada. Como sea, hay tres edificios que culturalmente funcionan muy bien en Alcalá de Henares, y cuya elección de oferta cultural que dan al ciudadano es impecable, son: este mismo Museo Arqueológico Regional, la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital Santa María la Rica y el Corral de Comedias de la Plaza de Cervantes, y le diría al ayuntamiento que tome buena nota, porque los tres dependen de la Comunidad de Madrid, no del municipio de Alcalá de Henares. Es una lástima, por otra parte, que el ayuntamiento no les dé más cobertura ya a título propio.

 La exposición temporal de la que se trata ahora mismo se llama "Fragor Hannibalis. Aníbal en Hispania". Trata, obviamente, sobre la figura del general y jefe de Estado del antiguo Imperio de Cartago, Aníbal Barca (247 al 183 a.C.), a su paso por la península Ibérica. El director del museo, Baquedano, parece haberse especializado en organizar y mostrar exposiciones arqueológicas nunca vistas ni ideadas jamás en España, como las que dedicó en el pasado a los Íberos, a los carpetanos, a los musulmanes de Al-Andalus, o a la Sociedad Hispanófila de Estados Unidos de América, por poner ejemplos de entre sus muchas exposiciones temporales desde que existe el museo. Esta sobre Aníbal también es inédita, lo que es algo sorprendente a juzgar por el afán diferenciador y nacionalista que hubo en los estudios clásicos hispanos en las primeras décadas del siglo XX y, sobre todo, en las primeras décadas de la dictadura de Franco, cuando se buscaba crear una base cultural hispana compatible con las ideas diferenciadoras de la raza aria alemana de las teorias nacionalsocialistas de los años 1930 y 1940, claro que por aquel entonces se centraron más en los visigodos, que eran más germanos. Sea como sea, la facilidad con la que suele crear y mostrar exposiciones inéditas este museo demuestra que su director tiene un amplio conocimiento en la tradición e Historia museística española.

 El comisario de esta exposición es Manuel Bendala. Reúne mucho material cartaginés relacionado con la península Ibérica. Fundamentalmente se trata de una importante colección de monedas (que suelen aportar mucha información, a pesar de que las de esta época suelen idealizar las facciones de los representados, en este caso relacionando a Aníbal con Alejandro Magno), estelas, cerámicas y armas encontradas en algunas excavaciones. Contiene la presentación de un nuevo método de investigación arqueológica que en los útlimos años ha dado muchos frutos, con permiso de los saqueadores arqueológicos, que es el dotar de importancia el hayazgo de tachuelas de calzado y vestimentas en su contexto geológico y geográfico, con la idea de poder reconstruir mejor los escenarios y movimientos bélicos que atrajeron a la familia Barca a la península. La aparición de numerosos animales en sus monedas, e incluso en sus estelas epigráficas, nos hablan de una sociedad muy ligada a dotar de valor intrínseco al mundo Natural y especialmente a caballos y elefantes. Los cartagineses, otro hayazgo arqueológico de nuestros días, aunque desde el Norte de África, son los inventores de la agricultura moderna, y no los romanos, por lo que de ellos vienen determinados avances que perfeccionaban otros dados en Oriente Próximo. Esas técnicas quedaron como propias de los pueblos iberos, cuyas tierras era muy fértiles, y son las que los romanos aprovecharán y mejorarán hasta tal punto que la economía romana tendría una parte importante de su base en aceites, trigos y olivas de Hispania, sus lotes de tierra serían fundamentales para mantener tropas a las que se les prometía tener uno, y más de un latifundista "empresario" de la época influiría con su dinero y negocios a subir y bajar políticos en la propia capital romana. También podremos ver un pebetero con una cara de un cartaginés y otras piezas con formas humanas. Es un gran acierto, y algo bastante único, el haber podido reunir piezas de museos muy diferentes, de Valencia, de Murcia, de Cádiz e incluso de fuera de España, de Túnez. El museo que más piezas aporta es el Museo Arqueológico Nacional, el cual lleva varios años en obras y habitualmente cede piezas a las exposiciones temporales del Museo Arqueológico Regional.

Quizá en detrimento de la exposición hay que citar determinados paneles que ilustran idealizadamente diferentes aspectos de la Historia y vida cartagineses. Están muy bien hechos, eso es cierto, y alguno de sus autores podría probar suerte en el mundo del cómic, pero para mí gusto se ha abusado del uso de estos. Quizá, para alguna escena, podrían incluso haber pedido en préstamo alguno de los cuadros almacenados en los sótanos del Museo del Traje o el de El Prado que traten del tema, que digo yo que alguno habrá ahí o en otro lugar. Y otro aspecto a criticar es muy evidente para aquellos que habitualmente vamos a este espacio,  varias de las piezas usadas en la exposición, y no pocas, ya se usaron en anteriores exposiciones temporales más o menos recientes del mismo museo, como por ejemplo una reproducción de la Dama de Baza. Signo de los tiempos de recortes económicos en Cultura. No obstante, en otros años han habido hasta tres exposiciones temporales en un año, si la memoria no me falla, y en este año sólo habrá dos y una de ellas, esta, de este modo donde una parte ya había sido vista bajo otros enfoques historicistas. La reutilización no está mal, pero podrían hacerla haciendo girar esas piezas por otros museos arqueológicos que aún no las hayan podido disfrutar, creando así una red de intercambios que evite un uso endogámico y repetitivo de los recursos.

Para quien no tenga unos conocimientos de Historia básicos sobre la temática de la exposición anotaré una breve referencia. En la Edad Antigua, dependiendo del milenio, hubo diversas contiendas bélicas que se podrían entender como "Mundiales" y que su resultado cambió el rumbo de los acontecimientos. Saltándonos los casos de las guerras de o con persas, o las relacionadas con griegos y macedonios, dos de ellas tienen que ver con la Europa Occidental. Pero antes hay que tener en cuenta que los fenicios, un pueblo dedicado al comercio y asentado en los territorios costeros de Próximo Oriente, quizá con un origen en los pueblos del mar (piratas) asentados allí, habían competido en colonias comerciales con los griegos. Ambas culturas pusieron asentamientos en las costas occidentales de Europa, y ambas estaban interesadas en Egipto y Oriente. Damos un gran salto en el tiempo y encontramos que parte de ese pueblo fenicio decidió independizarse fundando Cartago en la actual Túnez. Europa Oriental entró en declive político, aunque no cultural, y en ese ambiente se hizo difícil el comercio en todo el Mediterráneo. La inestabilidad política llevó a la misma conclusión de necesidades para poder existir a dos Estados hasta entonces no muy significativos: Roma en Italia, Cartago en África. Su conclusión era la necesidad de expandirse por Europa Occidental, donde había muchos recursos mineros y agrarios, y aculturar a sus pueblos para que estos sean parte de ellos y no potenciales enemigos (algunos pueblos bárbaros de Galia ya habían saqueado Italia en el pasado). En otras palabras, como apuntó Ortega y Gasset en su libro "La Rebelión de las Masas", su teoría y práctica política evolucionó de la ciudad-Estado a la construcción de un Estado regional e, incluso, imperial. Tanto Cartago como Roma eran Repúblicas, e incluso algunos textos de la época nos dicen que Cartago daba más derechos y poder a sus ciudadanos que Roma a los suyos, aunque también que en Cartago los ciudadanos no solían optar por cambiar de gobernantes. El conflicto de intereses chocó en el 264 a.C.. Estalló entonces la Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.) en torno a Sicilia. Aquella la ganó Roma y se establecieron una serie de acuerdos de paz muy severos que dividían el Mediterráneo occidental en dos zonas de influencia, una para Roma y otra para Cartago. 

Amílcar Barca era el líder cartaginés que había sufrido aquella derrota. En el periodo de entreguerras decidió que el futuro de Cartago pasaba por expandirse por Hispania, donde se garantizaría un nuevo mercado, materias primas y aliados en un territorio con relaciones antiguas con los fenicios y que en esos momentos tenía al norte varias ciudades aliadas o amigas de Roma y de los griegos. La expansión implicó una guerra de conquista, pero también una serie de políticas de asimilación cultural y alianzas políticas y militares. Amílcar murió en combate en el río Guadalquívir, aunque le había hecho jurar a su hijo Aníbal odio eterno a Roma. El nuevo jefe de Estado pasó a ser el cuñado de Amílcar, Asdrúbal, que optó por la asimilación y la alianza sin violencia, sino con pactos. Asdrúbal murió por enfermedad de manera temprana. Así que la península quedó en manos de los dos hijos de Amílcar: el también llamado Asdrúbal Barca y Aníbal Barca. Aníbal sería el jefe de Estado de todo Cartago, y Asdrúbal el gobernador de la provincia Íbera, la cual había cobrado un gran peso político, económico y social dentro de su Imperio, hasta el punto que se trasladaron allí para vivir y llegaron a fundar una segunda capital imperial, Qart Hadasht (Cartagena).

Tras una serie de consolidaciones de su poder y sus alianzas, Aníbal juzgó que debía invadir Roma y acabar con los romanos. Dejó a su hermano al cargo de toda operación militar que se pudiera dar en la península y él, con un numeroso ejército provisto de elefantes de combate, traspasó la frontera figurada de área de influencia de los acuerdos de paz de la Primera Guerra Púnica y atacó a la ciudad de Sagunto (hoy día en Valencia), aliada de Roma, dando pie al comienzo de la Segunda Guerra Púnica (218 a 201 A.C.). Como es sabido, Aníbal actuó rápido, todo lo que le permitieron las circunstancias, y se trasladó por tierra hacia Italia, convencido de que por mar eran superiores los romanos, y convencido de que, como así ocurrió en muchos casos, el carácter social de Cartago (más abierto en derechos a los ciudadanos que Roma) haría que a su paso los aliados de los romanos cambiarían su alianza en favor de ellos. Además, sabía que los elefantes harían estragos bélicos y que su idea de crear torretas móviles gigantes serían una maquinaria de guerra muy superior a la de sus enemigos. Los elefantes fueron llamativos y efectivos, al menos hasta entrar en la península Itálica. Entre batallas en la península Ibérica y la actual Francia, sobre todo a la altura de Marsella, y los fríos y esfuerzos al pasar los Pirineos y los Alpes, murieron casi todos esos elefantes. En Italia entraron apenas unos pocos que, además, murieron en los primeros combates. Eso no ha evitado que sea de lo más llamativo, conocido y representado a lo largo de los siglos. Con todo, Aníbal efectivamente logró convertir las alianzas romanas en cartaginesas, mientras en España Asdrúbal tenía aciertos y desaciertos bélicos con los romanos. Aníbal llegó a cercar a Roma, que planteó la guerra atacando la retaguardia en Hispania. Asdrúbal murió a manos de Escipión y su cabeza fue enviada a Aníbal, pero este no culminó el final de la guerra asaltando Roma no por ello, sino porque le llegaron noticias de que tras la muerte de Asdrúbal, Escipión planeaba atacar la propia ciudad de Cartago. Aníbal embarcó y se fue a África. Allí los romanos habían comprado a la caballería numida, que era una caballería mercenaria aliada de Cartago. En la batalla decisiva los numidas se fueron a la señal convenida con los romanos. Aníbal abandonado se vio rodeado y vencido en Zama. 

Aún habría una Tercera Guerra Púnica entre el 149 y 146 a. C.. Los romanos optaron por conquistar Galia e Hispania enteras para asegurarse la paz romana. Cartago, mientras tanto, se había visto reducida a sus territorios y ciudad en Túnez. No se habían aventurado a ningún otro proyecto bélico, pero sí se habían dedicado a recuperarse económicamente mediante el comercio. Cuando el pensador y senador romano Catón el Viejo vio con sus ojos que Cartago era una ciudad próspera y sus habitantes gente satisfecha con ello, creyó que era una amenaza potencial. Catón decidió cerrar todas sus intervenciones políticas en el Senado Romano con la frase "por lo demás Cartago debe ser destruida", fuese cual fuese el tema a tratar, aunque por supuesto muchas veces hablaría en profundidad del tema. Cuando en unos años de flojeo comercial romano coincidió con romanos afectados influenciables por este modo de hacer política, se vió a Cartago como enemigo comercial y militar real, aunque no lo era, y se procedió a su invasión y destrucción pese a que resistieron tres años. 

La exposición del Museo Arqueológico Regional se centra sobre todo en las relaciones y actividades de los cartagineses en la península Ibérica. Tiene un gran aporte de información en sus cartelas, pero sobre todo en sus monedas. Nos invita a pensar un mundo diferente si hubiera ganado la guerra Cartago, pero también a enfocar de nuevo modo nuestro pasado cartaginés. Un modo donde estos no son tando invasores, sino que, tras invadirnos, eramos ellos y nosotros un conjunto cultural del que hemos heredado diversos rasgos diferenciadores, incluso en épocas romanas, y nos legaron una serie de técnicas agrarias y aperturas multiculturales muy identitarios.

Saludos y que la cerveza os acompañe. Disfrutad de la exposición.

jueves, julio 11, 2013

NOTICIA 1223ª DESDE EL BAR: STAR TREK, EN LA OSCURIDAD


Viajar por las estrellas a otros mundos nuevos en un universo lleno de vida... De momento, como mucho, he viajado al cine gracias a un cupón con un generoso descuento que me ha permitido ver la décimo segunda entrega en cine de la saga Star Trek, que comenzó en pantalla grande en 1979 (el año que nací yo), de la mano de Robert Wise con Star Trek: la película; aunque todo partió de una serie de televisión nacida en 1966, también muy visitada por mí en sus reposiciones, que contó con varias temporadas y varias secuelas más hasta nuestros días. Su creador fue Gene Roddenberry un escritor norteamericano aficionado a escribir poemas y relatos de aviación y de ciencia ficción para revistas destinadas al cuerpo de ejército norteamericano de aviación. Él era piloto de guerra, y como tal combatió en el Océano Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en la que Estados Unidos de América comenzó a participar desde 1941. No sé si fue durante ésta contienda, o durante vuelos en tiempos de paz posteriores, o quizá durante al Guerra de Corea (1950-1953), que mientras volaba en una de las ocasiones creyó ver volar cerca y a la par que su avión cazabombardero un objeto volante no identificado (OVNI) con forma circular, el cual terminó perdiéndose con gran rapidez de su vista. A partir de ese suceso comenzó a escribir en sus tiempos libres lo que en 1966 iba a tomar solidez como una de las series de ciencia ficción más consolidadas y aceptadas en todo el planeta, por prácticamente todas las culturas existentes. Una serie que hizo soñar a muchas gente, tanto a otros escritores, como a otros cineastas (su principal competidor fue George Lucas con la saga que inició en 1977, Star Wars -La Guerra de las Galaxias-). Roddenberry decidió adaptar sus relatos a una serie televisiva cuando vio funcionar por primera vez un televisor. Estimuló tanto su imaginación y sus posibilidades tecnológicas en torno a la sociedad del futuro que pensó que ese era el medio ideal para mostrar su obra. No sólo no se equivocó mucho, sino que en cierto modo las comunicaciones dentro de la mítica nave espacial U.S.S. Enterprise era en pantalla de televisión. Hizo soñar a mucha gente, como he dicho, y entra esa gente hubo incluso inventores y científicos que han tomado la saga Star Trek como punto de referencia para traer a la vida real lo que en Star Trek es ciencia ficción. Uno de esos científicos que ha dado uno de los inventos más revolucionarios de finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI es Martin Cooper, que inventó el teléfono móvil a partir de los telecomunicadores que en la serie televisiva permitían a los protagonistas hablar entre sí sin cables y a través de largas distancias, así como incluso recibir archivos de datos. Cooper siempre declaró ser seguidor de Star Trek y su teléfono móvil no hubiera surgido en su mente si no le hubiera ilusionado aquella idea de ciencia ficción en aquellos años.

La historia general de la saga, que en español se traduciría como Viaje a las Estrellas, cuenta como la Humanidad del futuro ha entrado en contacto con otras civilizaciones extraterrestres de nuestra galaxia. Con ellas ha formado la Federación de Planetas Unidos, un gran Imperio basado en la democracia propia de la muy real Naciones Unidas de nuestros días. No obstante, Roddenberry usó de la actualidad política y social de su época para hacer sus visiones y sus críticas de la misma, muy especialmente de la Guerra Fría (1946-1991). Dentro de este contexto se le otorgó una misión de exploración científica y de policía galáctica a una serie de militares de la Federación que forman la tripulación de la nave U.S.S. Enterprise. A lo largo de las series televisivas y de las películas de cine podremos descubrir tanto el contexto y trama política de ese hipotético futuro, donde los grandes malos es el Imperio Kringlon (clara referencia a la Unión Soviética, sobre todo en la serie) hasta que se firmó las paces con ellos, después de muchas aventuras con ellos como antagonistas. Entonces el nuevo enemigo es otro Imperio, el Imperio Romulano. Pero hay otras historias que aparecieron primero en las series y se continuaron en las películas, como una gran inteligencia artificial que recorre el universo (y que posiblemente se inspira en los relatos de Ciberiada, escritos por Stanislaw Lem), un genocida llamado Khan, el descubrimiento de la posibilidad de viajar a través del tiempo, planetas de apariencia paradisiaca con algo que ocultar, vórtices de agujeros negros, extrañas tradiciones de Vulcano, planeta de donde procede el oficial científico Spock, extraños supervivientes de tragedias en colonias espaciales o naves, un planeta de androides, seres telépatas, etcétera.

Si he de decir una primera valoración del nuevo metraje, Star Trek: En la Oscuridad (J. J. Abrams, 2013) antes de entrar en materia profunda, diré que es quizá una de las más recomendables películas de acción para este verano, aún no me atrevo a decir "del año". Ahora bien, siempre hay un "pero", si conoces Star Trek o si sigues Star Trek, como yo, deberás ir a verla obviando que muchas de las cosas que cuenta las cuenta de un modo que no tiene mucho que ver con la idea original de cómo se contaban las cosas en Star Trek. Es una película pensada sobre todo para hacerse con un público nuevo que se transforme, como muchos nos transformamos, en seguidores. Por ello ahora le dan una gran importancia a la acción, o lo que es lo mismo: la violencia, a pesar de que originalmente lo que predominaba era el diálogo antes de recurrir a la acción, la violencia, como último recurso... Y aún recurriendo a ella en las antiguas historias, esta era siempre proporcional y justa, ahora se nos presenta espectácular, desproporcionada y administrada sin contención ni sujeta a lo justo. Este es un aspecto que ya trajo debate entre los seguidores más veteranos en 2009. Por un lado algunos lo aceptaron como una evolución lógica con los nuevos tiempos, otros la rechazaron por ser un recurso facilón precisamente de los nuevos tiempos, que olvida el guión y la historia en favor de los efectos especiales desmesurados y la mencionada acción violenta en todo momento. Aunque en general, ambas dos últimas entregas firmadas por Abrams son muy bien apreciadas y valoradas.

Al igual que la anterior entrega de las nuevas películas de la saga, ya he dicho que firmada igualmente por J. J. Abrams, Star Trek (2009), se sigue la historia de la tripulación del U.S.S. Enterprise en una línea de tiempo alternativa al que habían vivido hasta ese momento. En aquella ocasión la venganza de un romulano hacia el señor Spock hizo que se retrocediera en el tiempo con la intención de aniquilar al vulcaniano, no encontró mejor manera que destruir su planeta de origen , Vulcano. Pero, sin desvelar nada de ese metraje para quien desee verlo y aún no lo haya visto, Spock logró sobrevivir, aunque no su planeta. Sólo unas decenas de miles de vulcanianos tuvieron oportunidad de escapar y reempezar toda su civilización en otro planeta. Sin embargo, en torno a la historia que nos interesa, el presente a partir de las juventudes de todos los miembros del U.S.S. Enterprise, incluido el propio Spock, quedó comprometido dentro de una línea temporal alternativa. Por ello, aunque ambas películas de Abrams son citadas con frecuencia, incluso por mí a veces, como precuela, en realidad no lo es. Sigue la línea temporal lineal del relato que se nos narra, sólo que ésta ha tenido que retrotraerse a sus orígenes para volver a ocurrir con determinadas cuestiones cambiadas por fuerza al haber cambiado la Historia por la destrucción de Vulcano. Todo esto así explicado parece complejo, aunque no lo es, y desde luego, en resumen, los más veteranos seguidores podríamos resumir que en realidad pese a no ser una precuela en realidad sí lo es y que toda la trama expuesta es la excusa dada por los guionistas para volver a contar historias del oficial científico, el vulcaniano Spock, el capitán Kirk, el doctor McCoy "Bones", la intérprete y oficial de comunicaciones Uhura, etcétera. Star Trek ya había sobrevivido a ellos con otras tripulaciones con muy buena fortuna, pero ellos, los protagonistas iniciales y clásicos, seguían siendo los mayores atractivos de la saga. Los actores originales son ya o muy viejos, como Leonard Nimoy (Spock), que pese a todo sigue apareciendo, o William Shatner (Kirk), o bien están muertos como DeForest Kelley (McCoy), que murió en 1999. Vuelvo a decirlo ahora con este segundo argumento, son dos metrajes pensados para crear una nueva generación de seguidores que no conocían la saga por ser muy jóvenes y estar acostumbrados a otro tipo de sagas.  Es más, incluso en esta segunda película rodada por Abrams, todos los protagonistas buenos son jóvenes y bellos, todos los malos y los indiferentes o torpes a la hora de tomar decisiones, son viejos, salvo uno. Esto no se daba en las anteriores entregas, no se daba tampoco lo contrario, simplemente no había este tipo de diferenciaciones y clasificaciones.

Star Trek: En la Oscuridad cuenta el encuentro que tienen en esta nueva línea temporal con el genocida Kahn. Este malévolo personaje ya apareció en la serie de los años 1960. Desde su primera aparición en febrero de 1967, Kahn es el capitán de una vieja nave espacial terrestre cuya tripulación, alterados todos genéticamente, están desterrados por crímenes de guerra y sometidos a criogenia. Kahn tiene un gran poder físico y mental. Tras una serie de desencuentros con él, el cual pretende hacerse con el control del Enterprise, es mandado por el capitán Kirk al espacio donde puedan llegar a un planeta donde podrían reeniciar sus vidas partiendo de cero. Muchos años después, con un capitán Kirk casi cercano a ser retirado del servicio en activo más allá de una oficina, los tripulantes del U.S.S. Enterprise los vuelven a encontrar. Esto se cuenta ya en la película Star Trek II, la ira de Kahn (por Nicholas Meyer, 1982). El planeta al que llegaron es desértico y lleno de criaturas voraces, lo que han vivido como un destierro peor que el de su criogenia anterior, sufriendo hambre, muertes y locura. Kahn ha enloquecido de ira y sed de venganza en todo ese tiempo. Al reencontrarse con Kirk y su gente, que transportan un nuevo avance científico que podría crear vida a partir de lo estéril, aunque igualmente también podría funcionar como arma, se desarrolla su plan perfecto para matarlos a todos en un planeta en la zona neutral entre el Imperio Kringlon y la Federación, que es el planeta citado. Vencerle tiene un alto coste para ellos, la muerte de su oficial científico, Spock, al intentar salvarles y verse sometido por la fuerte radiación de los motores del Enterprise. Sin embargo, el artefacto regenerador de vida es lanzado por accidente al planeta estéril y comienza a ser un vergel al cual se lanza la vaina funeraria del vulcaniano. En Star Trek III: En busca de Spock (por Nicholas Nimoy, 1984) se nos cuenta esto otro. Spock vuelve a la vida volviendo a nacer y creciendo apresuradamente hasta la edad con la que murió, gracias a aquel generador de vida. Sus compañeros regresan a buscarle cuando le detectan. Hay aquí una serie de referencias a la serie antigua como la aparición de determinados parásitos alienígenas que Spock sufrió en su columna vertebral o volver a vivir su ritual de matrimonio y sexualidad. Esta aventura se complica cuando los Kringlon creen que las actividades de la Federación en ese planeta de la zona neutral es una provocación bélica imposible de ignorar ni de negociar.

La nueva entrega, como he dicho, retoma a Kahn otra vez en 2013, sólo que ahora dentro de esa línea temporal alternativa. Kahn, que era un hombre de mediana edad con rasgos hindúes y características del superhombre de Nietzsché, ahora es un jovencito frío y calculador de carácter psicopático, esto es: sin empatías. Abrams reúne toda la información del capítulo de 1967 y las películas de 1982 y 1984, y hace con ello un batiburrillo con guiños del tipo "el mundo al revés" y del tipo "y si en lugar de... hubiera ocurrido que...". Se entiende todo perfectamente bien si se conocen las historias anteriores referentes al personaje, y se entiende simplemente bien, pero no perfectamente bien, si no se conoce nada de eso. La historia cuenta con muchas referencias a sucesos de la línea temporal original, juega con ellas y le sirve para hacer guiños. Pero el guión se preocupa más del espectáculo, de la acción violenta y de los efectos especiales, y a pesar de que sigue teniendo argumento éste es menor en su desarrollo que en las otras entregas que la precedieron. El guión no desarrolla del todo la historia, comprime demasiadas cosas ya conocidas y se entiende en gran medida en dos sentidos diferentes: en el sentido de una historia que de fondo tiene otra más larga y compleja desarrollada ya (la cual recibirán los que hemos visto la saga), y en el sentido de una mera historia de acción donde no importa tanto explicar porqués de modo profundo, sino simplemente presentado como idea (que es un sentido que recibirán las personas que nunca vieron antes la saga Star Trek).

Y efectivamente, igual que pasaba en El Hombre de Acero, Abrams ha usado Star Trek para hacer referencias a la Historia reciente de Estados Unidos de América y lanzar un mensaje de belicismo internacional latente en las circunstancias actuales. Sí, crea una secuencia donde se destruye una ciudad usando una nave como proyectil, o sea: recordándonos los sucesos terroristas del 11 de septiembre de 2001. Kahn pertenece a otra cultura que se cree superior a la humana, y desea atacarla, e incluso, con su tripulación criogenizada, pretende iniciar una nueva civilización sobre la existente cuando los despierte. Es el mismo argumento de fondo que la anterior película de Superman citada, estrenada también hace poco. Más aún, el propio Kahn, con otra identidad, ha convivido dentro de la sociedad de La Tierra con el objetivo de crear una serie de atentados letales cuyo objetivo es descabezar de líderes militares a la Federación. Ese es el inicio de la película, pues después Kahn huye en secreto a un planeta, Kronos, que resulta estar en territorio enemigo, el Imperio Kringlon; lo que nos recuerda a Bin Laden cuando organizó el criminal ataque a New York, donde murieron miles de personas, y su huida en secreto a un país enemigo de Estados Unidos en aquel 2001, Afganistán, y posteriormente su ocultación en Pakistán, desde donde dirigía tanto la Guerra Santa como los atentados contra Occidente con la idea de que algún día prevalezca la civilización musulmana sobre la occidental. Y dicho todo esto, con el conocimiento de  toda la evolución económica, social y política vivida desde entonces hasta este 2013, uno se pregunta, ¿qué mensaje o qué pretensión nos están lanzando las productoras de Hollywood este año al mundo occidental? ¿Acaso se nos está preparando mentalmente para algo? O bien, ¿los productores de Hollywood temen un futuro oscuro y lo reflejan en sus metrajes? En esta entrega de Star Trek se baraja la posibilidad de un asesinato político sumario y sin juicio previo a un enemigo terrorista en favor de mantener un sistema teóricamente democrático. Bien es cierto que Abrams ha tenido el buen criterio de no transformar a la Federación en un estado fascista encubierto, pero, aunque ya he contado mucho, no diré cómo. Logra evitarlo y mantiene el carácter democrático de la saga.

En cuanto a las interpretaciones es inevitable que los actores se acojan a sus guiones, así que no repetiré lo ya dicho sobre personajes que recurren a la violencia y lo visceral, cuando en realidad esos mismos personajes en origen, siendo también viscerales, eran por lo general más diplomáticos y reflexivos, la violencia en ellos era en último recurso, es más, recurrían siempre que podían a no matar. Kirk, que era un personaje astuto y diplomático que de vez en cuando se la jugaba al azar, es ahora un personaje que continuamente se la juega al azar a las órdenes de sus corazonadas y pálpitos y de vez en cuando a tirar de pistola o de puñetazo con una facilidad que ni un hincha de un equipo de fútbol. El amor insinuado e imposible entre Uhura y Spock, ahora es un amor pasional y desatado. El sarcasmo y la ironía de McCoy es aquí algo cercano a la cobardía. El espítiru de servicio, científico y de protagonista de segundo plano del jefe de máquinas, Scott, que por otro lado era un personaje más bien hogareño y de costumbres familiares y de bar entrañable, ahora pasa a ser poco menos que todo un paranoico dispuesto a partirse la cara con todo el mundo en uno de sus múltiples enfados. Spock, un ser que por su naturaleza vulcaniana no está dotado de sentimientos, sólo de raciocinio, en las películas de Abrams, y mucho en esta última, es un volcán emocional por estallar... sólo ha faltado sacarle haciendo punto de cruz y llorando con una telenovela. Pero es que todo esto, que en buena parte es cosa del guión y del director, empeora con algunas interpretaciones ya propias de los actores. Uhura parece salida de un barrio negro conflictivo de alguna ciudad grande de Estados Unidos, Kirk parece ser un universitario conflictivo (y eso que es capitán de una nave de la Flota Interestelar que tiene que resolver misiones diplomáticas que eviten guerras), y Spock... ay, Spock... no se sabe muy bien si el actor, que ha comido un poco más en su dieta desde 2009, a pesar de que su personaje es altamente delgado, pues digo que no se sabe si está tomando por referencia al inmutable Spock o al inmutable personaje Sheldon Cooper de la serie de humor The Big Bang Theory. Y por un lado he dicho que esto es lo peor, esa falta de fidelidad a los personajes originales, pero por otro lado, paradójicamente es lo mejor... Y las nuevas películas firmadas por Abrams atraen la atención de no iniciados y de iniciados en Star Trek precisamente por las nuevas formas de las personalidades de los protagonistas. Sólo que Abrams aún tiene que domarlo, por muy bien que le esté funcionando su contribución a la saga a la hora de recoger el dinero de las taquillas de los cines. No sé, o yo no entiendo a Abrams del todo, o Abrams no ha entendido los personajes. Aunque mucho me temo que entiendo a Abrams muy bien... Se busca en las butacas a las nuevas generaciones de espectadores nacidos en los años 1990 y primerísimos 2000. Por esa regla de tres un día harán una nueva versión de los teleñecos donde la divertida y juvenil rana Gustavo, cuando vuelva a vestirse de caballero andante, acabe sacándole las tripas a su enemigo con su espada y en la siguiente escena follando desmesuradamente con la cerdita Peggy. Y no me voy demasiado de comentario, en la nueva entrega de Star Trek, donde hay demasiados enfoques y fotografías de imagen pensados para que funcione como película en tres dimensiones, despreciando de ese modo un poco al que va a ver la película en dos dimensiones, aparece de modo total y altamente gratuito una de las protagonistas, una rubia muy bien dotada físicamente, en una ropa interior negra muy estimulante. La habrán disfrutado los varones heterosexuales, y las féminas homosexuales, que hayan pagado el extra de una película en tres dimensiones. Esa imagen, para el relato, no está justificada, sólo se incluye para que el espectador se dé un capricho erótico y sexual (bastante escaso e inocente, por otro lado) para sus ojos.

Y pese a todo lo dicho, pese a los peros destacados, es una buena película de acción para ver en pantalla grande. A mí me gustó, al menos, a pesar de que crea que hay cosas mejor resueltas y tratadas justamente en las anteriores entregas.

2013 viene cargado de muchos metrajes de ciencia ficción. Esta es muy digna de ver. Saludos y que la cerveza os acompañe.

sábado, julio 06, 2013

NOTICIA 1222ª DESDE EL BAR: HUERTOS URBANOS




Hace meses que en Alcalá de Henares se esta desarrollando un proyecto interesante sin hacer demasiado ruido mediático en los medios de comunicación más formales, aunque más o menos todos los conocemos a través de numerosas fotos que amigos o conocidos nos muestran a través de Internet. Me refiero a los huertos urbanos. Hoy día es muy difícil no comer pesticidas, con las graves consecuencias para la salud a medio y largo plazo, y las graves consecuencias medioambientales. "El Correo del Mediambiente", un periódico de la Asociación Reforesta y la Federación de Asociaciones CPN, avalados en su día por el Ministerio de Igualdad, ya publicó un reportaje en 2009 que dejé comentado por esta bitácora en la Noticia 706ª. Preocupados por esto surgieron en la ciudad grupos de consumo preocupados en producir o abastecerse de alimentos de producción ecológica. También se comentó en su día en esta bitácora. Salieron proyectos como la desaparecida La Garbancita Ecológica, los grupos autogestionados de consumo de Alcalá (GAK), y otros. Pero este año 2013 han surgido otras dos iniciativas que me resultan interesantes. Las dos se basan en la producción de huertos ecológicos.

Por un lado la Universidad de Alcalá de Henares ha comenzado por medio de una iniciativa de la gente de su Jardín Botánico el proyecto: HuecoBotánico, Retorno a la tierra. Se trata de poner a disposición de los ciudadanos que lo soliciten y se comprometan a mantener los huertos asignados y las normas para tenerlos, pequeños lotes de tierra suficientemente grandes para, lo que a comienzos del siglo XX en el norte de España, eran habituales en las familias rurales y algunas urbanas para completar su economía y alimentación familiar, insuficiente en unas épocas de alto nivel de desempleo y casi nulas garantías laborales. Se puede rastrear en los papeles que se publicaron en aquellas fechas de la Comisión de Reformas Sociales, que dieron paso al Instituto de Reformas Sociales. La intención de la Universidad de Alcalá es experimentar algunas de sus teorías sobre cultivos, como por ejemplo el uso de la paja para mantener la humedad del suelo del huerto, o su sistema de riego. Los pequeños lotes de tierra se ceden a los ciudadanos previamente inscritos en una lista (hay una lista de espera bastante larga). El proyecto vive de su primer año. Las personas que han recibido los lotes de tierra este primer año podrán renovar la cesión por unos dos años más, si no he entendido mal. Conozco a varias personas de esos huertos. Hace unos días fui a verlos invitado por una de esas personas. Usan las tierras del Campus de Ciencias, que en otras épocas fue el aeródromo de Alcalá de Henares, y eso se hace notar: al lado de los huertos están vallados (pero abandonados y en claro peligro de perderse) los restos de unas trincheras de la guerra civil y lo que podría haber sido la base de una batería de combate antiaérea. Esos huertos, sigo con ellos, están también cerca del apeadero de tren de la Universidad de Alcalá, al lado de las Facultades de Biología y Medio Ambiente. Cultivan la tierra sin pesticidas y tienen opción de quedarse con aquello que produzcan.

La otra iniciativa parte de personas de las asociaciones de vecinos y otras asociaciones que han ido surgiendo en la ciudad desde 2011, aunque cuentan con personas que tienen en su trayectoria ecologista un recorrido mucho más largo. Se trata de los llamados Huertos Urbanos. Las asociaciones de vecinos ponen a disposición de algunas personas interesadas algunas de sus tierras dentro de la ciudad para poder ponerlas en uso cultivándolas. Dan así respuesta ecológica, cultural y económica a algunas necesidades de la ciudad y en concreto de varios convecinos afectados por la crisis económica de modo grave, o bien altamente interesados en un nuevo modelo de producción y consumo. Un nuevo modelo que en realidad no es nada nuevo, simplemente lo habíamos abandonado en las últimas décadas. El asunto de los huertos urbanos, aunque tiene mucho pasado en España y el resto de Europa, actualmente se ha transformado en una moda en ciudades como New York, en Estados Unidos de América, o Londres, en Reino Unido (donde por cierto se han empezado a fabricar cigarros de tabaco cuyas colillas son ecológicas, esto es: biodegradables y cargadas de semillas de flores que en un mes de ser tiradas al suelo germinan). Puede que todo se mezcle. Hay muchos factores a tener en cuenta en el porqué de de su auge. Así por ejemplo, a título personal y de modo totalmente informal, cierta política local llegó a preguntar a uno de los miembros de estos huertos acerca de si las asociaciones de vecinos se iban a meter con estas iniciativas a fundar un partido político, lo que, según la regularización de las asociaciones de vecinos sería ilegal. Aquel comentario fue un temor suyo infundado y anecdótico, pero representa bien el papel que están desempeñando esta clase de iniciativas más allá de la alimentación, la ecología y la economía de crisis, apunta, directamente, a la sociedad y sus modos de ser.

Desde que trabajé como técnico medioambiental en 2009 se me ha quedado personalmente un gusto por las plantas. En mi casa cuento con un conjunto de plantas en maceta bastante amplio. No es lo mismo que un huerto, obviamente. Cuatro clases de cactus, pensamientos, alegrías, una planta del dinero, una planta de la patata y otras. Es una buena satisfacción personal ver como crecen saludables y como demuestran su buena salud cuando son las épocas de floración. Más aún cuando las plantas desde que son semillas y las ves crecer trepando tus paredes. Aquellas personas que tengan estos huertos tendrán unas satisfacciones aún mayores, supongo, al ver esto mismo y además poder disfrutar de sus frutos en forma de calabacines, patatas, rábanos, zanahorias, tomates, melones y demás productos de huerta que se les haya ocurrido plantar. El cuidado de las plantas, más de un huerto, requiere de una disciplina y un amor que nos lleva a una constancia. Esta es muy importante sobre todo en las personas que han caído en el desempleo. A menudo los largos periodos de inactividad laboral suelen derivar en depresiones que comienzan por la dejadez. Se comienza dejando de hacer pequeñas cosas cotidianas, como barrer o aplazando cuestiones como la compra diaria, y otros asuntos mayores, hasta el punto que poco a poco la depresión se hace con la casa y la persona, transformando a esta en alguien que llega hasta a infravalorarse o a ver con unos ojos llenos de negatividad todo asunto que le atañe o conoce. Por ello psicológicamente es importante que la persona no abandone el ritmo habitual de sus actividades cotidianas. Darles la opción de tener un huerto les da un objetivo y unas responsabilidades que retroalimenta su autoestima cada día que ven que su trabajo da frutos (literalmente, además). Pueden ver como su trabajo genera vida, una vida que además crece, que además no es perjudicial para nadie, sino beneficioso, y que además les recompensa cuando tienen la posibilidad de recolectar y comer sus propios frutos. No trabajan además alienados por un trabajo ajeno, y su producción no está enagenada, será netamente suya, de nadie más, y podrán hacer con ella lo que les plazca, repartirla, comerla o venderla (siempre dentro de los márgenes de la ley). Más aún, tal como están dispuestos los huertos, estos invitan a la sociabilidad y a crear cierto sentimiento de ser parte de un algo común dentro de un proyecto donde participa un grupo de gente del que se es parte. Todo muy saludable.

Yo no me veo con un huerto, sinceramente, pero las iniciativas me parecen sumamente interesantes por estas razones y otras más que implican profundizar en ello. Pero lo cierto es que lo mejor de todo esto, es ver las fotos de mis amigos bien orgullosos de sus hortalizas, y la cara con ellas recién recogidas cuando me los encuentro. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

martes, julio 02, 2013

NOTICIA 1221ª DESDE EL BAR: EL HOMBRE DE ACERO (2 de 2)


La película El Hombre de Acero de Zack Snyder recién estrenada ha sido aconsejada y amparada por Christopher Nolan, como dije en la anterior entrega sobre el acontecimiento de este metraje en el 75º aniversario de la aparición de Superman. Ambos estuvieron de acuerdo en crear un Superman oscuro, al modo como hizo Nolan con Batman a mediados de la anterior década de 2000 en una trilogía. Sin embargo, Batman y Superman son dos héroes muy diferentes, lo que es algo que ya profundicé detalladamente en el 70º aniversario, en 2008, que recomiendo para quien quiera ubicar a los personajes en la Historia y en el contexto en el que nacieron. La oscuridad de Superman en este nuevo metraje no es como la de Batman en el metraje de Nolan. Batman no deja de ser un personaje traumatizado incapaz de solucionar sus conflictos internos y la muerte de sus padres que le hacen optar por la venganza culpabilizando a todos los delincuentes de la ciudad de Gotham. Tanta oscuridad contrae Batman en sí que en ocasiones raya el límite en sus métodos para hacer justicia con los métodos de los criminales para hacer el crimen. Superman tiene un trauma inicial, pero diferente. Es un huérfano de otro planeta con poderes inimaginables entre unos humanos que no conocen su origen, salvo sus padres adoptivos en La Tierra; origen, que por otra parte, desconoce en gran medida por falta de datos de su planeta de origen, Krypton. Sus relaciones infantiles y adolescentes entre él, los humanos y sus poderes, le crean una serie de conflictos internos que definitivamente doma a la perfección. Superman se transforma en un ejemplo de justicia absoluta exenta de oscuridad. Tanto que hay quien a veces ha especulado con una personalidad un tanto autoritaria, por unilateral. Y en esa base de diferente oscuridad, la oscuridad vengativa y resentida de Batman y la oscuridad del paria que tiene algo que ocultar que a la vez desconoce su origen, está la base de la película de Zack Snyder.

Superman nació en 1938 en el cómic norteamericano en pleno destrozo económico, político y social de la crisis de 1929. No era casual que se eligiera una granja del Medio Oeste americano para que se criara este emigrante alienígena venido de un mundo destruido, como dije en otros artículos ya citado. Siegel y Shuster veían en él, por otra parte, una respuesta al hombre ario de la ideología nacionalsocialista alemana. Un hombre que combinaba en sí la Libertad, la Justicia, la Democracia, la mezcla cultural, cierta divinidad... Un completo que identificaba en sí los valores que proclamaba Estados Unidos frente al mundo fascista que se abría paso en Europa, y de rebote frente al comunista.

Zack Snyder ha querido marcar la diferencia de su metraje con los anteriores, especialmente con el de 1978 de Donner, Superman, la película. Juega con ventaja, él sabe que ha rodado la primera parte de una trilogía. Donner no sabía que se rodarían hasta cuatro películas de la trama que él había iniciado.  También Snyder cuenta con mejores efectos especiales gracias a los avances de la tecnología en los últimos treinta y cinco años y a una inversión de su productora, Warner Bros, de un par de centenas de millones de dólares... una barbaridad de dinero.  Y sabe que es lo que no gustó de la revisión del metraje de Bryan Singer de 2006, Superman Returns. Fundamentalmente ha querido dar explicación a todos los huecos de la historia que él consideraba que no habían explicado tanto el cómic como los metrajes hechos hasta la fecha. Tanto se ha preocupado por lograrlo que ha olvidado dar explicación en su metraje a las cosas simples que en los otros metrajes sí estaban explicadas. Los porqués y su importancia, esos son lo que han podido ser el acierto o el desacierto de Snyder, según el espectador. Yo ya he visto el metraje, tuve la suerte de ver alguno de la década de 1980' también en su día en pantalla grande. He estado comparando en silencio mi opinión con la de otros espectadores, y básicamente tenemos seguidores de Superman desde hace mucho tiempo que, con razón, dicen que Snyder ofende a los seguidores del cómic al venir él de nuevas y pretender decir qué es qué, ignorando que muchas de sus respuestas ya estaban contestadas a lo largo de innumerables aventuras en sententa y cinco años de existencia del superhéroe. Por otro lado tenemos que los amantes de los superhéroes ven en este Superman un personaje de manual de los superhéroes típicos de Marvel Cómic, pero no de Detective Comics (DC), por lo que según algunos es también una ofensa a los seguidores del personaje. Para los amantes de los cómic de Marvel la película es genial, para los amantes de los cómic de DC es un exceso innecesario. Y para los amantes del cine en general, la película es simplemente un alarde de efectos especiales, un guión pensado para un videojuego, un exceso de violencia que olvida la historia a narrar... Pocos son los que defienden la película, y de los que lo hacen alegan o bien que es lo que se va a ver al cine cuando vas a ver a un superhéroe, o bien que para entretenerte vale. 

A mí, sinceramente, no me disgusta, pero tampoco me convence del todo; me deja, en todo caso, a la espectativa de cómo se desarrollará el resto de la trilogía. Pero desde luego no diría en absoluto que tenga algo en común con el Batman de Nolan, salvo un intento por hacer al personaje verosímil. La historia se centra obviamente en los traumas iniciales de Kar-El, que es Superman, de nombre humano Clark Kent, en su vida entre humanos al desarrollar sus poderes y tener que ocultarlos, a pesar de que no sabe exactamente cuál es su origen que ocultar. Snyder ha hecho los deberes de leer una saga de Superman en cómic que no es tan conocida por muchos lectores de cómic en España. Se trata de Superman en el Exilio, también conocida  como Superman, Exilio, Superman Exilio en el Espacio y Superman en el Espacio. En aquella saga creada entre los años 1980 y 1990 Superman decidió autoexiliarse de La Tierra al verse incapaz de haber salvado la vida de unas víctimas humanas que él mismo mató cuando sufrió un episodio de psicósis y desdoblamiento de personalidad, que resultó ser causa de su horfandad y el desconocimiento de su origen. En su vagar por la galaxia encontró en una serie de aventuras, bastante apasionantes, varias de las claves de su pasado, del pasado de Krypton y de la civilización que le dio la vida. Snyder recoge la estética y las bases de la civilización de Krypton que aparece en esa saga. Quizá para los que sólo conozcan Superman de las películas anteriores les haya parecido algo extraño, pero la realidad es que ya estaban establecidas por sus creadores en el cómic. Lo que ocurre es que Snyder se ha centrado sobre todo en sus relaciones y orígenes alienígenas. Elige para ello como malo del metraje al general Zod, un golpista que ya salía en el Superman, la película de 1978 y en Superman II, de Richard Lester en 1980, cuando en realidad, siguiendo la lógica de la referencia visual y de planteamiento de la civilización de Krypton, lo suyo hubiera sido que hubiera elegido como malo a El Erradicador, El Méndigo o la raza militar de Mundo Guerra. Para quien no esté familiarizado con esta saga puede conocerla a través de Comic Book, fan and lover. Por cierto que en esa saga Superman salía con barba, como en esta película, y a menudo ejerciendo sus poderes sin su traje clásico, como en esta película. Dicho esto, si bien es una revisión del origen de Superman enfocado de modo diferente a como hasta ahora se ha hecho, a mí me gustaría ver en cine historias contadas en cómic como ese exilio o la propia muerte y resurrección de Superman, que fue en su día la primera que aparentemente iba a ser permanente. El hecho psicológico de Superman, que por lo demás es un personaje bastante plano si no es por estos episodios y una anecdótica boda con Lois Lane, está en estas historias. Habrá que esperar a lo que ocurrirá en las otras dos entregas, donde en esta película ya se nos ha adelantado la existencia del criminal mafioso archienemigo de él, Lex Luthor, o donde aún falta por aparecer uno de los personajes que más cobijo dan a Clark Kent para proteger su personalidad secreta sin saberlo, el jovén fotógrafo Jimmy Olsen.

Snyder explica el traje de Superman como una cota de guerra que iría por debajo de una armadura, explica el símbolo familiar que heredó de su padre (Yor-El),  hace del director del Daily Planet, Perry White un hombre de negocios del mundo de la comunicación de masas de hoy, a pesar de que en origen sólo era el director de un periódico local de la ciudad de Metrópolis, transforma a Lois Lane en una periodista agresiva ganadora de un Premio Pulitzer, aunque en origen sólo llevaba la sección de sucesos de Metrópolis en el Daily Planet (Donner lo retrató con humor en 1978, haciendo que Lane soñara siempre con un Pulitzer cubriendo noticias infímas locales y cometiendo faltas de ortografía), trata de explicar la pureza y bondad moral de Superman, basados en la Libertad y la Justicia, anclando su educación infantil y juvenil en un matrimonio de valores altamente cristianos y puritanos, trata de explicar, hilando con hilo fino, el golpe de Estado de Zod con el declive ecológico y social de Metrópolis que le lleva a su autodestrucción, explica porqué la kryptonita afecta a Superman... Y, en fin, da y da y da explicaciones de los grandes asuntos, y olvida explicar los pequeños asuntos... como por ejemplo, ¿de dónde ha sacado Superman su casa con aspecto y tecnología kryptoniano?  ¿Cómo es posible que Lois Lane le conozca desde el principio tanto en su personalidad secreta como la de superhéroe y luego si se pone unas gafas no le conozca? Y otras cuestiones. 

Snyder ha elegido bien a sus actores. Aunque para mi gusto la gente confía mucho en Russell Crowe como padre kryptoniano de Superman, en realidad en ese sentido está mucho mejor Kevin Costner como padre terráqueo adoptivo de Superman. Cavill, por otro lado, efectivamene interpreta a uno de los Supermanes más traumatizados representados hasta la fecha, a la vez, uno que es el que más profundiza emocionalmente en su autoconocimiento, el conflicto que le supone y la configuración final de su personalidad justiciera y equitativa.

Llegados a este punto, y habiendo dicho ya el uso abusivo de los efectos especiales comiéndose la trama del guión, sobre todo en favor de la violencia, a mí particularmente me gusta más las películas de Donner y de Lester en los años 1980. No porque me criase con ellas, que quizá también, sino porque me parecen algo más fieles al espíritu del cómic. La de Snyder es fiel al cómic, sí, pero al espíritu desenfadado del mismo no. Snyder ha creado un metraje enfadado y violento donde todo es áspero, todo nos resulta amenazador, no nos invita a la esperanza, que es lo que Snyder tanto nos repite en el diálogo y se olvida de representarlo en las imágenes y en la música misma. La música de 1978 del gran John Williams da al personaje toda su grandeza esperanzadora y apasionante. Se usó inteligentemente hablándonos de la historia y del personaje. La música de Hans Zimmer en 2013 más bien nos habla de que estamos condenados a un enfrentamiento violento. Eso no da esperanza ninguna. Superman se creó a raíz de la crisis en todos los ámbitos nacida en 1929, y su misión era precisamente lanzar un mensaje de esperanza; el Superman de Snyder es el primero que se rueda desde que estalló la crisis de 2008, habrá que esperar al resto de la trilogía, pero desde luego en la primera entrega lo que menos me llevo de la sala de cine es una sensación agradable de la posibilidad de alejar los conflictos.

Básicamente narra la historia de cómo el planeta Krypton ha sido gobernado por una casta política constituida por un consejo aparentemente elegido por los ciudadanos, aunque con castas de militares, científicos y políticos, la cual ha llevado a la ruina ecológica al planeta al abusar de los recursos naturales en nombre del progreso y la civilización. La situación ha llevado a un caos ecológico y social que lleva al general Zod a dar un golpe de Estado en medio de la crisis medioambiental. Antes de ello, Yor-El, un científico, ha advertido de lo que se viene encima, sobre todo al haber abandonado los puestos de avanzada en la exploración científica de la galaxia. Yor-El recibe negativas a su proyecto de empezar de nuevo la civilización en otros planetas, partiendo de lo natural, simbolizado en un nacimiento natural, ya que hace siglos que los tienen con ingeniería genética. Yor-El, no obstante, ha tenido un hijo de modo natural en secreto, y del mismo modo el códice genético de Krypton y manda a su hijo a La Tierra, antiguo puesto de avanzada científica de Krypton. En ese momento triunfa aparentemente el golpe de Estado de Zod, a la vez que en pocos minutos fracasa. Zod es juzgado y condenado con sus oficiales a vagar eternamente por la galaxia atrapados en unos cristales llamados La Zona Oscura. Krypton está condenado, a pesar de todo, y se destruye. Su explosión libera a Zod y los suyos, que buscarán a Kar-El, el hijo de Yor-El con una doble finalidad: restituir la civilización de Krypton a la existencia y vengarse de la familia El. En La Tierra Kar-El crece como el hijo de una familia de granjeros que lo llaman Clark Kent. Poco a poco descubrirá sus poderes, ya que la luz del Sol se los otorga a sus células, e irá formándose moral y éticamente en superhéroe, lo cual pasará su prueba de fuego cuando llegue al planeta Zod y los suyos y Kar-El, que será apodado Superman (SuperHombre), decida posicionarse del lado de la Justicia y la Humanidad.

En Superman II, Richard Lester ya había mostrado con humor una pelea que destroza la ciudad de Metrópolis en 1980. La pelea también era entre Superman y el general Zod y sus oficiales inferiores, pero en 2013 el destrozo de Metrópolis parece lo más fundamental, no la lucha entre el ideal de libertad de Superman y el de autoritarismo de Zod. Superman era humano plenamente, para él no todo valía, Zod era insensible al dolor ageno, para él todo valía. No es que eso no se dé en la película, sino que si en la primera versión se trataba de mostrar los dos modos diferentes de hacer las cosas, en la segunda versión, la actual, parece que lo importante es la destrucción. Se nos muestra la destrucción de una civilización, la de Krypton, por la ambición de los que generan energía en nombre del progreso. Snyder estropea ese planteamiendo al mostrar ahí peleas y disparos. Y se muestra la destrucción de la civilización en Metrópolis al plantear de fondo que una civilización quiere construirse sobre las ruinas de otra, las de la Humanidad, representada por Estados Unidos. Superman es un infiltrado de esa civilización de Krypton del que hay que sospechar... Y tantas son las sospechas en el mundo actual que el metraje refleja que sale hasta el alter ego de Assange y su Wikileaks desvelando secretos de Estado por Internet a modo de que eso es peligroso para la sociedad. Y sí, la destrucción de Metrópolis recuerda constantemente a los hechos terroristas del 11 de septiembre de 2001 en New York. Eso sitúa a los kryptonianos en una amenaza terrorista asimilada al extremismo islámico... y a Superman en un sospechoso al que vigilar. Y si se va por el camino de la comparativa del 11 de septiembre, queda al descubierto que mientras Superman salva a menos de una decena de personas de manera puntual en la batalla, se intuyen miles de personas que mueren en edificios y calles. Se va más allá, pues otra diferencia con los metrajes anteriores está en que si bien los valores democráticos prevalecían en todos los metrajes (dentro del contexto de la Guerra Fría), y estos eran claros y evidentes con la aparición de políticos y de caminos a seguir y de la prensa como contrapoder a la corrupción, en este metraje los políticos no hacen nada, ni la sociedad, lo hacen los militares, y la prensa es un altavoz en manos de un gran empresario que se dedica a condicionar la opinión pública. Más aún, en determinado momento se le llega a decir a Superman que deberá tomar decisiones de mayor por las cuales la Humanidad le seguirá, que será un líder... Lo que poco tiene que ver con la democracia... Y habrá que esperar al desarrollo de toda la trilogía, pero del Superman desenfadado de los años 1980 creo que hemos caído en el Superman militarista de los 2010. Habrá que esperar para ver hacia donde va todo esto. De momento el mensaje implícito del metraje a los espectadores es bastante... poco esperanzador.

La película puede ser entretenida, pero a veces tenemos que reflexionar qué se nos cuenta. Y los productores debieran tener en cuenta que el personaje no es suyo, por mucho que hayan pagado. Puede que ahora mismo sea un reflejo de los tiempos de hoy día, pero Superman era y debiera ser un símbolo de esperanza y justicia dentro de la mitología que ha generado el siglo XX en el mundo occidental. Saludos y que la cerveza os acompañe.