sábado, febrero 28, 2015

NOTICIA 1454ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ LOS BEATLES? (parte 15)


 LOS BEATLES VUELVEN

Los años 1990 van a ver una resurrección de los Beatles y un revival de la música de los años 1960 en mitad de una década cuya revolución musical propia se debatía entre el grunge, el brit-pop y el hip-hop, si acaso la música electrónica o de máquina también tuvo allí un desarrollo interesante en cuanto a lo que a música de discoteca respecta. Como vimos en la anterior entrega, ante el éxito de Oasis, McCartney y Ono se pusieron de acuerdo en 1993 para reeditar los recopilatorios de serie roja y serie azul en Navidades, a pesar de que parte de los beneficios se los llevaría Michael Jackson por una serie de jugarretas económicas. El 30 de noviembre de 1994 sacarían un disco doble con material nuevo gracias a las grabaciones de los archivos de la BBC, el The Beatles, Live at the BBC, que aún estirarían un poco más con un EP extraído del álbum, con alguna grabación no incluída en él, y que se publicaría el 20 de marzo de 1995. Lo que creían que iba a ser consumido por seguidores nostálgicos de cierta edad ante el panorama de brit-pop que copiaba la música de los años 1960, se transformó en un evento en toda regla que arrolló en ventas y creó nuevos seguidores entre la gente más joven que comenzaba a escuchar música, algo que, si bien lo habían deseado, no se habían imaginado que tuviera las cotas de éxito que alcanzaron tras treinta años de evolución musical con estilos mucho más rápidos, salvajes y de letras más osadas. Los jóvenes se acercaron a todo tipo de grupos de los años 1960, de ahí el revival, e incluso les versionaban con grupos propios, anónimos para la Historia muchos de ellos. Lo que no sabía el mundo es que la oferta de la BBC a McCartney y Ono sobre editar esas grabaciones en disco como parte de su colección de archivos sonoros en 1994, le vino muy bien a McCartney y a Ono, pues habían cesado sus peleas y se traían un secreto entre manos que iba a revolucionar 1995. De repente, el The Beatles, Live at the BBC pasó a ser entendido en 1995 como una antesala con entrevistas y conciertos en la radio como promoción de los Beatles a falta de un Lennon vivo que pudiera ir a la radio con el resto de sus compañeros para hacer esto mismo.

Como dije en la anterior entrega, Paul McCartney había ido a New York en enero de 1994 para apoyar el ingreso de John Lennon en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Allí se encontró con Yoko Ono, la cual, sellando las paces de una manera evidente, pues tras la muerte de Lennon en 1980 tuvieron varios momentos de comprensión mutua, pero no de paz, le entregó las cintas magnetofónicas de cuatro canciones grabadas a modo de maqueta sobre las que trabajar que había grabado John Lennon al piano. Contenían "Free as a bird" (Libre como un pájaro), "Real love" (Amor real), "Now and then" (Ahora y entonces) y "Grow old with me" (Envejece conmigo). McCartney siempre había intentado una reunión de los Beatles desde el mismo momento de la separación en 1970, a pesar de todos los juicios y peleas entre ellos. Lo más parecido, ya lo comentamos, lo logró en realidad Ringo en su álbum homónimo de 1973. Al morir Lennon en 1980 tal reunión parecía ya imposible, pero se podían editar aún muchos recopilatorios y trabajar algo del material descartado de algunos álbumes. O bien, también se barajó, se podían reunir los tres Beatles vivos y usar de sustituto de Lennon a Julian o a Sean, sus hijos. Todo esto no se produjo. Ono había mantenido con firmeza la última palabra de Lennon en este asunto: no, y Harrison tampoco quería hablar de ello, pues no quería volver a ser infravalorado dentro de los Beatles. Pero en enero de 1994 el gesto de Yoko Ono abría una esperanza de reunificación nueva y extraña. 

La tecnología informática de los años 1990 había avanzado de manera más que sorprendente, aunque dista mucho de los enormes avances del siglo XXI. Además, los equipos de sonido con todo tipo de funciones también habían sufrido una revolución tecnológica. Tanto que a McCartney y a Ono se les ocurrió experimentar de nuevo y hacer algo que jamás se había hecho: usar viejas y deterioradas grabaciones en cinta para limpiarlas y editarlas de modo que quedasen con un sonido limpio y mezclable con el objeto de montar una canción nueva como si se hubiera mezclado diferentes partes grabadas de una canción actual. La idea era montar una canción como se venía haciendo desde que ellos potenciaron la idea de grabar por partes en 1967-1968, pero con la novedad de someterlo todo a una restauración sonora de una de esas partes y a una adaptación sonora de las partes realmente nuevas. Esto en 1994 era una tarea compleja e inédita. No se había hecho aún. Además había otra cuestión que tampoco se había traspasado hasta entonces, la cuestión ética y la cuestión moral acerca de si era lícito usar la creación inacabada de una persona muerta que, en el caso de Lennon, se había negado a reunirse con sus antiguos compañeros y que, en todo caso, no podría opinar sobre el proceso de creación de lo que resultara. Esto último quedó en manos de Yoko Ono, como su heredera, la cual dio el visto bueno alegando que Lennon seguro que lo querría así. McCartney y Ono le entregaron las cintas a Jeff Lynne, antiguo componente de Electric Light Orchestra (Orquesta Eléctrica Ligera) en los años 1970, el cual desde 1987 era un productor musical que, además, trabajaba en Apple. En total secreto, Lynne debía restaurar el sonido de las cintas magnetofónicas. Apple seguían siendo los estudios de grabación con la tecnología más avanzada, pero disponía de dinero extra si debía invertir en algo. El sonido estaba muy deteriorado por sus condiciones de grabación tanto como por el destrozo del paso del tiempo. Tardó semanas en lograrlo. En ese tiempo McCartney y Ono tenían que solucionar el otro problema de la reunión de los Beatles: Harrison y Ringo. 

Ringo no tuvo problemas con volver a formar los Beatles, sobre todo porque sus excesos varios y su ritmo de vida le habían dejado al borde del abismo si no ingresaba pronto una cantidad fuerte de dinero. Lo que ganaba en álbumes y conciertos propios desaparecía tan rápido como entraba en sus cuentas. Un nuevo disco con los Beatles suponía recuperarse. Además, era el miembro de los Beatles que mejor se llevaba con McCartney, habían colaborado varias veces entre sí en aquellos años. El mayor problema era realmente George Harrison, pero, sorprendentemente, Harrison les dijo que sí porque se trataba de honrar a Lennon. Se pensó y se especuló que también él tendría problemas económicos, ya que sus álbumes más recientes habían sido un fracaso de ventas. Años más tarde sabrían porqué Harrison dijo que sí. Lo comentaré en la próxima entrega.

La primera canción sobre la que trabajaron fue "Free as a Bird", porque era la que parecía más recuperable. Estuvo como técnico de sonido supervisor George Martin asistido por Geoff Emerick. Los productores fueron los cuatro Beatles más Jeff Lynne, pues Lennon estaba en cierto modo presente al haber sido él quien grabó la maqueta, quien compuso la canción, quien tocaba el piano y quien cantaba. Se trataba de una grabación de 1977 y la estaban poniendo al día en la primavera de 1994. Los otros Beatles añadieron ideas y compusieron y grabaron sus lineas instrumentales. George Harrison, aparte de meter su guitarra eléctrica, quería introducir un ukelele tocado por él al final de la canción, pero George Martin se lo impidió razonándole que quitaría protagonismo a sus compañeros si tocaba ese final. Años más tarde George Martin se arrepintió de haberle dicho que no ante las circunstancias personales de Harrison, por entonces desconocidas para ellos. La canción quedó a gusto de todos y pasaron a la siguiente canción, que era "Real Love". Fue la misma historia. Tras esta canción comenzaron a trabajar con "Now and then". El sonido estaba muy deteriorado, pero parece ser que se logró hacer algo con ella. Sin embargo era muy floja, muy poco potente, por lo que no les entusiasmó demasiado. Cuando en mayo comenzaron a trabajar en una cuarta canción, esta fue una composición antigua de McCartney y Harrison llamada "All for love" (Todo por amor). Parece ser que en esta canción hubo de nuevo todo tipo de peleas entre los dos músicos acerca de cómo debía componerse las líneas instrumentales, resurgiendo los viejos fantasmas del ego de McCartney y de sentirse minusvalorado Harrison. Hubo una gran discusión sobre la que han guardado silencio todos los presentes, salvo algunos ingenieros de sonido de los estudios Apple. Por eso la siguiente canción de Lennon encontró problemas, se trataba de "Grow old with me". El sonido estaba muy sucio y deteriorado. En principio se dice que los otros tres Beatles no llegaron a grabar con ella ya que Harrison abandonó el proyecto, aunque intentaron limpiarla sus técnicos. Se supone que fue deshechada y que Yoko Ono la aprovechó para incluirla en el álbum The John Lennon Anthology (La antología de John Lennon), publicado el 2 de noviembre de 1998. Si los Beatles hicieron o no algo con esta canción será algo que supongo que nos enteraremos tarde o temprano, pues el proyecto continuó y Harrison estaba en él. Estas canciones darían tres álbumes recopilatorios y un documental de Historia de los Beatles llamados Anthology (Antología). Harrison estuvo presente en todo ello tanto en las grabaciones de los discos y el documental en 1994-1996, como en una reunión que tuvieron pocos años después para grabar una retrospectiva sobre esa obra que se añadiría a la reedición del documental en 2003. Es más, incluso McCartney, Harrison y Ringo salen haciendo una improvisación musical en los estudios y jardines de la mansión donde vivía George Harrison.

Como sea, Anthology 1 se publicó el 20 de noviembre de 1995, Antohology 2 el 18 de marzo de 1996, y Anthology 3 el 28 de octubre de 1996. Si los Beatles planeaban sacar un álbum nuevo con canciones nuevas, no lo sabemos, pero desde luego de aquellas canciones que les entregó Yoko Ono quedó estos discos, el documental y los singles y EP que comenté en la entrega anterior. Anthology 1 contenía "Free as a Bird", Antohology 2 contenía "Real Love", pero Anthology 3 no contenía "Now and then" ni "All for love", lo que fue un poco decepcionante para muchos seguidores tras las enormes satisfacciones de las dos entregas anteriores. El posible disco nuevo que pudo ser y no fue no sólo hubiera contado con las cinco canciones citadas, como especulación propia tras saber este dato a través de un amigo, se sabe que también existe un tema musical llamado "Carnival of light" (Carnaval de luz) que grabaron en plena psicodelia el 5 de enero de 1967, de unos casi catorce minutos de duración, el cual era experimental y con instrumentaciones electrónicas, cacofonías musicales al estilo de "Revolution 9". Esa podía haber sido la canción sexta. McCartney ya ha dicho que quiere hacer algo con ello en el futuro. Asíque está prometida su publicación como canción de los Beatles, ya que tampoco entró dentro de la selección del Antohology 2. Sabemos también, como he comentado en otras entregas, que hay material grabado desde 1968 como para sacar varios nuevos álbumes con temas nuevos, entre ellos un "Helter Skelter" de treinta minutos de duración. ¿Se está planeando ir publicando discos nuevos con cuenta gotas o acaso un disco póstumo de los Beatles para cuando muera el último de ellos? No lo sabemos. Ellos y los de su "familia" que siguen vivos guardan silencio. Sobre todo esto nos informa mucho la comunidad Taringa a través de The Beatles: Now and then (historia), y en cuanto a "Carnival of light", gracias a los dueños del bar El Reloj de Alcalá de Henares que me avisaron, puedo deciros que podéis leer más en "Carnival of light", asociada a Wikipedia.

Los Beatles se tomaron un descanso en el verano de 1994, tiempo para reflexionar de Harrison, y tras esto volvieron para trabajar juntos en el proyecto de la BBC sobre el álbum y el EP de The Beatles, Live at the BBC. Luego retomaron el proyecto Anthology recuperando sus viejas canciones no publicadas, incluso las de antes de ser famosos, descartes y pruebas de canciones conocidas e incluso fragmentos de conciertos nunca antes editados de manera oficial, aunque sí en el mercado pirata. Todo se completaba además con un libro oficial con su Historia contada por ellos y la gente de su "familia", recuperando incluso viejas entrevistas, y un serial documental de televisión de varios capítulos que se retransmitió en primicia en Reino Unido y en USA y acabó siendo visto en todo el mundo y vendido en DVD, incluso ampliado en 2003. La primera edición del documental fue de 1995, lo produjeron los Beatles vivos más Yoko Ono, lo dirigieron Kevin Godley, Bob Smeaton, Geoff Wonforr y Bob Smeaton. Obviamente la recomendación de cine para entender esta época es esta, Anthology. Fue un ejercicio de sinceridad donde no se callaron ni lo bueno ni lo malo, e incluso se hicieron autocrítica. El resultado final es un modo de hacer documental bastante ejemplar que incluso ha creado escuela. Sin embargo, surgieron algunas voces que pidieron aún más autocrítica, al margen ya de los nunca desaparecidos paranoicos partidarios de diversas teorías de la conspiración. En todo caso, en la serie de documentales se ven imágenes de archivo muy interesantes, más entrevistas y participaciones de todo tipo de gente, no sólo de ellos, y con todo tipo de opiniones y de informaciones directas sobre procesos creativos o sucesos de su Historia.

El 20 de noviembre de 1995 salía la primera parte de los Anthology teniendo por avanzadilla en las radios y televisiones el single de "Free as a bird". Tanto el videoclip como la canción en sí misma no está exenta de guiños a la teoría de la muerte de Paul McCartney en 1967 y una posible reunión de Lennon y McCartney en la vida de ultratumba, en el Cielo. Aparece desde el posible accidente de tráfico a determinadas otras pistas paranoicas que apuntó Murray the K en 1969. Obviamente es una broma de ellos, pero también es un magnífico truco para alimentar una polémica que les ayudara a vender como mínimo la leyenda. El disco contiene temas musicales jamás escuchados antes, como las grabaciones de unos Beatles adolescentes en los años 1950 o grabaciones de sus conciertos antes de ser famosos. 

El productor de los tres discos fue George Martin, asistido por Mark Lewishon y Allan Rouse, que ejerció de coordinador de todo el proyecto. El técnico de sonido principal fue Geoff Emerick. Otros técnicos de sonido fueron Paul Hicks, Peter Mew, Chris Blair y Chris Brown. En todo el proceso de mezclas de sonido estuvo trabajando Jeff Lynne. Aparte, todas las canciones sacadas de los archivos sonoros de los Beatles contaban con diversos técnicos de sonido que trabajaron aquellas tomas en los años 1960, como Norman Smith, Ken Scott, Hans Westman, Terry Johnson y muchos otros, todos anotados en el libro de notas de cada álbum.

Cada libreto de los tres álbumes incluye notas explicativas de Derek Taylor, que ya estaba cerca de su fecha de muerte, y todas las explicaciones históricas de cada canción son de Mark Lewishon. Se usaron fotografías de varios archivos, principalmente de Apple, y se dejó que todo el proyecto en cuanto a carpeta lo coordinase Richard Ward y The Team. Este diseñó unas carpetas dobles de CD en blanco, lo que no era normal en 1994, cuando los álbumes dobles iban en plástico negro, e hicieron que los libretos, portadas y contraportadas simularan lienzos por delante y por detrás. Las tres portadas son collage con girones de portadas y conciertos de los Beatles. Fue creación de un viejo conocido, Klaus Voorman, que trabajó junto a Alfons Kiefer. También en estas tres portadas se deja espacio para pistas en las que se ríen u homenajean, depende del caso, diversos mitos en torno a los Beatles. Tiene detalles muy estudiados que, si uno se para a reflexionarla, explican brevemente toda la historia de los Beatles, tanto pública como privada. No se trata de fotografías, sino de pinturas en tono entre Arte hiperrealista y Pop. Las tres portadas juntas forman una sola, aunque por separado sirven como carpetas individuales de cada álbum doble de la trilogía. Si se pulsa sobre la imagen que os he puesto podréis ampliar los detalles. 

La idea del regreso de los Beatles en dos canciones no está nada mal, gustó mucho. Fue un éxito total de ventas, a pesar de que el estilo era un estilo de rockeros adultos que en principio no tenía porqué gustar a la gente joven, aunque gustase. Se podría hablar de una etapa con mayor producción musical de la que habían tenido y una gran cantidad de instrumentos, con coros y una llamada a la paz y al amor en unos tiempos en  los que el grunge lo veía todo muy oscuro. Las discográficas imitaron la táctica con discos que montaron ellas mismas sobre grabaciones de viejas canciones de autores muertos como Nino Bravo, Elvis Presley, Frank Sinatra, Cecilia, The Monkeys y otros. Eran más discutibles, porque no eran una reunión virtual con compañeros de grupo vivos, sino que era una producción discográfica pura y dura para el mercado, funcionó de todos modos. Hoy día esa técnica no nos es nada ajena, está a la orden del día. Hay una gran cantidad de viejas canciones postproducidas en la actualidad con ritmos de ahora con mejor o peor acierto. Algunas son destrozos.

Los Anthology, por otra parte, aunque fueron un gran éxito de ventas, eran discos pensados para mostrar esa reunión imposible de los Beatles hecha realidad, más un intento de explicarse musicalmente ellos mismos, un intento de mostrar su reconciliación y, sobre todo, eran discos que estaban pensados como documentos sonoros para reconstruir la Historia de los Beatles. Por ello no son los discos más recomendables para conocerles una primera vez, ya que hay muchas canciones a medias o muchas canciones aún como esqueleto y no como obra acabada. Lo que hicieron los Beatles fue aplaudido por muchos seguidores y muchos musicólogos, pero muchos músicos les criticaron que mostraran al mundo canciones inacabas y hasta peleas entre ellos en las conversaciones que se oían en el Anthology 3. Sea como sea, montones de músicos consagrados les imitaron. Los discos antiguos de los Beatles se reeditaron y volvieron a colapsar puestos de venta altos en las listas de clásicos. Es digno escuchar las canciones descartadas de 1967, algunas, así como las canciones de antes de ser famosos, en 1958, y también es agradable escuchar cómo en su etapa final de 1969-1970 se entretenían en el estudio tocando improvisaciones sobre viejos temas de rock and roll, o como Ringo Starr tocaba sólos de batería con redobles que jamás llegaba a los álbumes, o como llegaron a interpretar canciones hispanas y del cine mudo en sus inicios. Incluso aparecen los temas de los álbumes individuales de cada uno cuando los compusieron para los Beatles, como el "Come and get it" (Ven y tómalo) de Paul McCartney en 1969, que se incluyó en la película El Cristiano Mágico. Entre los tres volúmenes hay ciento cincuenta y cinco canciones nuevas, tanto entre las realmente nuevas como las versiones alternativas o de conciertos de las ya conocidas.

Tras esta trilogía publicada entre 1995 y 1996, los Beatles sacarían en 1999 Yellow Submarine Soundtrack, que ya comenté en entregas anteriores. Cerraban así la década de los años 1990 con lo que la gente en general consideró un disco deseable como colección, pero innecesario, teniendo pendiente que algún día se edite en CD el The Beatles at the Hollywood Bowl o el The Beatles in Italy. Claro que, después de todo, al ser los Anthology material nuevo e inédito de los Beatles, Michael Jackson no podía beneficiarse de ello, sin embargo de los otros, sí. ¿Serán los años 2010, con Jackson lamentablemente muerto, los ideales para esas reediciones? ¿Quién sabe? Ojalá, pero tal vez se estén reservando para algún momento clave. En todo caso, con los Anthology McCartney y Ono consiguieron lo que querían, Ringo recuperó la salud de sus cuentas económicas y Harrison volvió a no querer saber mucho más de reuniones imposibles. Claro que... aún quedaban los años 2000.

viernes, febrero 27, 2015

NOTICIA 1453ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ LOS BEATLES? (parte 14)

 LA RESURRECCIÓN DE LOS BEATLES

El final de los años 1950 se había producido con la muerte o el final musical de muchos músicos de rock, mientras los empresarios transformaban un fenómeno cultural en una rutina comercial. Los años 1960 revitalizaron el rock con innumerables innovaciones, pero acabaron también con la muerte y la desaparición de músicos y grupos claves. Como hemos visto, The Beatles, el gran motor musical de los años 1960, se separaron en 1970. Entre 1969 y 1970 desaparecerían muchos más. Brian Jones se separó de los Rolling Stones en 1969, año en el que murió después. Janis Joplin murió en 1970. Jim Morrison se fue de The Doors en 1970 y se murió en 1971. Jimi Hendrix disolvió la The Jimi Hendrix Experience en 1970 y murió accidentalmente en el mismo año. Cream se separó en 1969. MC5 llegó hasta 1972, The Velvet Underground hasta 1973. Así bastantes otros más, mientras tanto, los grupos que se quedaban cambiaban a un estilo de rock más duro, el hard rock, o bien a un rock más enraizado con el blues, hablamos de The Who, The Rolling Stones, Deep Purple, Led Zeppelin, Black Sabbath, Eric Clapton, Bob Dylan, etcétera. Los años 1970 tendrán además nuevos ritmos en el rock venidos del reggae con Bob Marley, de la músico disco o funk de Stevie Wonder, del rock progresivo como el de Pink Floyd, del glam rock de David Bowie, de las óperas rock de Queen y de una evolución del hard rock que daría a nacer los primeros discos de heavy metal propiamente dicho, no obstante grupos clásicos del heavy como Aerosmith, Iron Maiden y algún otro tienen su origen en el final de los años 1970 acompañados de gente como Black Sabbath. También esa década va a acabar con el final de grupos emblemáticos como Led Zeppelin en 1980, a causa de la muerte de su baterista John Bonham, The Who resistirá hasta 1982 tras la muerte de su baterista Keith Moon en 1978, Deep Purple se desinflará por abandonos varios, aunque no desaparecerá, Bob Dylan empezará a crear discos de peor calidad o que atraían menos, Bob Marley murió en 1980, etcétera. En este contexto de cambio se produjo el asesinato de John Lennon el 8 de diciembre de 1980 cayendo como una losa para todos sus seguidores y como un presagio del fin de una era para todos sus colegas de profesión.

Los años 1980 serán los años en los que de nuevo la industria, los hombres de negocios, tratarán de controlar y manipular todo tipo de mensaje y creación musical. Son los años en los que nace una cadena de televisión  específica de videos musicales, MTV. Todo se vuelve técnica de mercado. Pocos son los músicos que crean algo fresco y fuera del control de los ejecutivos empresariales. Son los años del rock y del pop de Madona, de U2, de Bruce Springteen, de AC/DC, pero también de los grupos heavies citados más otros nuevos como Judas Priest, Metallica, Guns 'n' Roses y de grupos más dados a otros estilos diversos con evoluciones muy interesantes, por ejemplo los Duran Duran o Madness. Sería muy larga la lista de músicos de todas estas décadas. Lo mencionado sólo sirve para ubicar la situación del momento en el que matan a Lennon y se disipa la ilusión de una posible reunión de los Beatles algún día futuro. Se estaba produciendo un cambio generacional de la música al mismo tiempo que había un cambio de negocio en el mundo discográfico. Un nuevo estilo nacido en los 1970 había hincado sus raíces en gente de los años 1960 como The Stooges, MC5 y The Velvet Underground, y se habían fijado en su carácter provocador y rápido que no respetaba normas éticas, morales, ni musicales. Había sido perpetuado este modelo de rock en los primeros años 1970 por gente como The Flamin Groovies. En la segunda mitad de los años 1970 se formaliza todo esto en lo que se llama punk. Nació entre Reino Unido y Estados Unidos. destacarían grupos como The Ramones (que cogieron el nombre del pseudónimo de McCartney), The Clash, Blondie, Patti Smith, o, el que se hizo más mediático, Sex Pistols. Se ha marcado 1977 como el año de su mayor difusión popular. Esta gente, salvo algunos grupos, nacieron considerando que no necesitaban saber tocar música para tocar música, pues lo importante era la actitud. Era gente muy joven y provocadora que comenzaron llamando "dinosaurios" a todos los músicos anteriores a ellos, a pesar de que paradójicamente terminaron demostrando su admiración a ellos con el tiempo. Nacían intentando destruir musicalmente lo que ya había. Para los grupos de rock que eran pioneros de los años 1960, e incluso de los años 1950, esto fue un impacto escandalizante, aunque les indignaba más la música disco de gente como The Village People o Abba, productos de consumo de masas creados por discográficas.

Ante un panorama personal y musical como este, la supervivencia del legado de los Beatles corría el peligro de ir perdiéndose con rapidez tras la muerte de Lennon. Su asesinato produjo una serie de ediciones de recopilatorios. Ya antes de que le mataran se habían publicado algunos recopilatorios en 1980, quizá para promocionar indirectamente los propios discos nuevos de Lennon de ese año, pero su asesinato multiplicó esas recopilaciones para todos los gustos y de todo tipo de agrupación temática. Pasada la fiebre postraumática de la muerte, a partir de 1981 casi no se vendieron ni editaron material de los Beatles como tales. Los que estaban vivos seguían produciendo discos y dando conciertos y Yoko Ono publicaba recopilatorios de Lennon. Es la década en la que se editan recopilatorios de los Beatles en su etapa de antes de ser famosos, con Pete Best, y es la década en la que recopilaron sus singles fuera de álbum en dos álbumes llamados Past Masters en 1988. Ya se comentaron todos esos discos. En 1981 destacaría la novedad de la edición oficial de un concierto de los Beatles grabado en Italia. Era el segundo concierto que oficializaban. Se llamó The Beatles in Italy. Tras eso se produjo el último gran recopilatorio en 1982. En parte no podían publicar mucho más por problemas legales que hay que mencionar.
   
Ringo nunca fue un problema para sacar material de los Beatles, a pesar de que fundó su grupo Ringo Starr and His All Star Band (Ringo Starr y su Banda de Estrellas). Harrison sí era muy reticente por su particular relación con McCartney, altamente dañada por los últimos años de los Beatles. Él tuvo brevemente un grupo llamado Travelling Willburys (aunque yo entendería algo así como El viaje de los Trotamundos, en realidad se refiere a una frase de Harrison que decía cada vez que había un error de sonido, "We'll bury 'em in the mix", que es "los enterraremos en la mezcla", por lo que el nombre sería algo así como Los Errores Viajeros), con Tom Petty, Bob Dylan y Roy Orbison. Yoko Ono quiso perpetuar la memoria de Lennon manteniéndose fuerte en la defensa de la última palabra de Lennon a McCartney: no. Pero el mayor problema fue la propia estrategia económica de McCartney, la cual se había vuelto en su contra.

A lo largo de los juicios entre los Beatles en los años 1970, Paul McCartney le había vendido el catálogo de Northern Songs a un joven amigo suyo que a principios de esa década cantaba y bailaba con sus hermanos en los Jackson 5, hablamos de Michael Jackson, el Rey del Pop. En Northern Songs existían doscientas cincuenta y una canciones de los Beatles. La idea era que Michael Jackson tuviera esos derechos para que se los devolviera a McCartney una vez que se acabaran los juicios y por tanto las sentencias no pudieran afectar a esos derechos de autor. En otras palabras, McCartney quería jugársela a los otros tres Beatles para quedarse con todo. Llegado el momento, con un Michael Jackson comenzando su carrera en solitario, le dijo a su amigo Paul McCartney que no le iba a vender de vuelta ese catálogo de momento, el cual tenía los derechos para el continente americano. Al ser asesinado Lennon en 1980, Paul McCartney acudió en noviembre de 1981 con Lee Eastman para reunirse con el abogado de Jackson. Los dos músicos se llevaban muy bien, aún con todo, grababan canciones juntos, pero Jackson le dijo que sólo se lo devolvería si Paul le compraba todo Northern Songs más el catálogo de canciones de un canal llamado ATV Music. Eso valía unos cuarenta millones de dólares. McCartney no tenía tanto dinero, así que corrió a reunirse con Yoko Ono para ofrecerle la compra conjunta con la idea de liberar los derechos de autor, lo que a ella le permitiría publicar obras de Lennon y vivir de eso con el ritmo de vida que había tenido siempre. Yoko Ono le dijo no. 

En febrero de 1983 McCartney le habló a Jackson de MPL Producciones, que era una empresa suya por la que controlaba los derechos de autor de todos sus ídolos del rock de juventud. Había estado comprando derechos de autor de innumerables rockeros de los años 1950, por eso aún se pueden comprar en CD algunos de esos álbumes tal como se publicaron por primera vez. Según él lo tenía para seguir editando sus discos con la idea de mantener su memoria. Michael Jackson sin avisarle, de maera encubierta, lanzó una OPA hostil contra MPL y se la quitó comprando la mayor parte de las acciones. Ahora Jackson tenía los derechos de los catálogos de Northern Songs, ATV Music y MPL Productions. Los beneficios que le podujeron a Jackson, pues él no cantaba esas canciones, pagaban los efectos especiales de sus videos de música, su mansión y todos sus caprichos. Michael Jackson, por medio de su abogado Branca, comenzó a comprar los catálogos completos de numerosos músicos de los años 1960 y 1970 que le gustaban. Era el más popular de los músicos de rock de los años 1980, pero entre los músicos era conocido como el mayor tiburón de derechos de autor, una piraña económica sin compasión. En 1984 Michael Jackson le pidió a Paul cuarenta y seis millones de dólares. La cifra era cada vez más alta. Fue más retorcido todavía, pues Jackson también se lo ofreció a una compañía llamada The Entertainment, a la discográfica Virgin (que editaba a los Rolling Stones) y a Yoko Ono, que ahora se llegó a interesar. Siguieron saliendo posibles compradores hasta 1985. Los abogados de unos y otros se movilizaron en América y en Europa, pues estaban en juego cuatro mil canciones que eran la génesis de la cultura del siglo XX. Al final, The Entertainment, con sede en Broadway, compraron el catálogo en el verano de 1985 por cincuenta millones de dólares. Prácticamente seguía quedando todo en manos de Jackson, pues la empresa la controlaban sus abogados y había servido para aumentar el precio final. Paul McCartney se enteró de todo y le llamó traidor. Desde entonces Michael Jackson comenzó a usar las canciones de los Beatles y de Lennon del modo como ellos no querían que se usase: en anuncios publicitarios. Sus canciones fueron algunas de las primeras canciones de rock que aparecen para anunciar bienes de consumo, cosa que ya hicieron The Doors hacia su final como grupo. De los despilfarros de Michael Jackson con los beneficios se podría escribir otra historia. Todo está bien contado por Plásticos y Decibelios, de Julián Ruiz.

A finales de los años 1980 el rock y el punk dieron por hijo al grunge, con Nirvana, Pearl Jam, Beck, Terrorvision y otros grupos, en cierto modo y con distancias también REM o Suede. Su epicentro estaba en Seatle, en Estados Unidos. Por primera vez en unos treinta años Estados Unidos recuperaba su posición aventajada en las innovaciones y los grupos rock. Reino Unido había tenido grandes cantidades de ingreso de dinero a través de sus músicos. Aunque a comienzos de los años 1990 la gente buscaba preferentemente grupos norteamericanos, más desde el suicidio de Kurt Cobain, cantante de Nirvana, en 1994, Reino Unido contraatacó produciendo y promocionando lo que llamaron Pop Británico, Brit-Pop. Estaban en este género gente como Oasis, Blur, Ocean Colour Scene o Pulp. En buena parte se alimentaban de sonidos de grupos de rock de los años 1960 y 1970. Otra cosa es su evolución estilística hacia otros mundos inexplorados como el trip-hop (el rap de los años 1980 evolucionó al hip-hop de los años 1990 y este a otros niveles mezclados con electrónica, el trip-hop), el mejor parado es Blur (Niebla o Borroso). Luego tenemos casos particulares de rap y hip-hop mezclados con sonidos de rock duro, como Cypress Hill (La Colina de los Cipreses), Rage Against the Machine (Furia Contra la Máquina) o, salvando mucho las distancias, Körn (Maíz), líder de lo que se llamó new metal (nuevo metal). Como sea, a comienzos de los años 1990 Oasis era uno de los más destacados sonidos de Brit-Pop y lo habían logrado imitando y homenajeando músicas, poses, estilos de vestir y hasta imágenes de los Beatles. Los Beatles se dieron cuenta de esto, y también Michael Jackson, por lo que reeditaron los recopilatorios de serie roja y azul que habían sacado en 1973. Lo hicieron para las navidades de 1993. Creían que sólo interesaría a nostálgicos, pues eran sonidos muy superados para la juventud. Se equivocaron. Arrollaron en ventas. Ya se comentó en la anterior entrega. Era inevitable que McCartney y Yoko Ono se plantearan un regreso.

La BBC británica (British Broadcasting Company: Compañía de Radiodifusión Británica) llevaban tiempo publicando en discos parte de sus archivos sonoros con entrevistas o pequeños conciertos en el estudio que habían dado músicos emblemáticos de las décadas 1960 y 1970. Todavía no se habían atrevido con los Beatles, pero todo se conjugó para que se animaran a ello. Tras el éxito de ventas de las series roja y azul en 1993 y comienzos de 1994, lograron un acuerdo con McCartney, Ono, Harrison y Ringo para publicar un álbum doble con las canciones y parte de algunas entrevistas que los Beatles dieron entre 1962 y 1965 en sus estudios de radio. Al ser un disco nuevo con grabaciones que eran propiedad de la BBC, Michael Jackson no podía beneficiarse de él. El disco salió a la venta el 30 de noviembre de 1994, y le acompañó un EP que se vendió el 20 de marzo de 1995, este EP contenía "Baby it's you / I'll follow the sun / Devil in her heart / Boys" (Nena, eres tú / Seguiré al sol / El diablo en su corazón / Chicos). Su edición limitada le hace altamente valioso. El disco era un disco doble llamado The Beatles, Live at the BBC (The Beatles, En directo desde la BBC). En su libreto existía una explicación de Derek Taylor y otra más de Kevin Howlett. Además, todos los cortes del álbum estaban anotados y explicados. Usaron fotografías de cuatro archivos diferentes, predominan las imágenes de ellos cuando eran muy inocentes respecto a lo que era la fama. Casi todas están en un nostálgico blanco y sepia, aunque algunas tienen colores altamente contrastados entre sí. La portada son ellos caminando cerca de la puerta de la BBC. Se encargaron del diseño del álbum Richard Ward y The Team (Richard Ward y El Equipo). 

El productor de sonido fue el mismísimo George Martin, con ayuda de Margaret Ashworth, Allan Rouse, Peter Mew y Giles Martin. Ejercieron de ingenieros de sonido en las grabaciones de radio en su respectivo momento real cada una varios técnicos de la BBC en los años 1960, como Terry Henebery, Ian Grant, Bryant Marriott, Keith Bateson, Bernie Andrews y Ron Belchier. Algunas canciones, pocas, no se llegaron a emitir, aunque estaban grabadas. Hay muchas canciones que sólo se oyeron en sus conciertos de la época, incluso antes de ser famosos, pues no están en álbumes, EP o singles. Aquí se comprueba la pasión que tenían por los músicos de rock estadounidenses, pues la gran mayoría de las canciones son versiones de Buddy Holly, Chuck Berry, Carl Perkins, Little Richards, Elvis Presley, The Isley Brothers, Jerry Lee Lewis, Chubby Checker y otros. El disco fue un éxito de ventas, porque era realmente un álbum doble con material nuevo de ellos. Obviamente recopilaba grabaciones antiguas, pero al ser estas de programas de radio y no de discos, era la primera vez que se ponían en disco a disposición de los seguidores. Contenía sesenta y nueve grabaciones entre canciones y entrevistas. La BBC se animó a continuar esta linea de publicaciones con gente como Jimi Hendrix, The Animals y Led Zeppelin, entre otros. Paul McCartney sorteó y se la jugó a Michael Jackson en respuesta a la traición de los años 1980. Además, con el The Beatles, Live at the BBC empieza el revival (resurrección) de innumerable grupos de rock de los años 1960 y 1970 a mediados de los años 1990. Grupos que en muchos casos habían caído en el menosprecio o en el olvido y que ahora volvían a vivir una segunda juventud siendo incluso ejemplo musical de muchos jóvenes anónimos con grupos musicales propios. Sus discos se reeditaron, limpiaron e incluso se ampliaron. Salieron recopilatorios con material inédito y cajas especiales de música de todo tipo de grupo que hubiera tenido su origen o su vida en los años 1960.

Cuando se creía que la BBC y los Beatles se daban por satisfechos con este recopilatorio, diecinueve años más tarde sacaron su segunda parte en otro álbum doble. El 11 de noviembre de 2013 se publicaba The Beatles. On air - Live at the BBC volume 2 (The Beatles. En el aire - En directo desde la BBC, volumen 2). La BBC declaró que aún tenían material como para publicar algún día un tercer álbum, incluso de la época psicodélica hasta el final de los Beatles, pues en este segundo volumen se volvía a publicar canciones grabadas en el estudio de la BBC entre 1962 y 1965. Pensemos que en esos años, como ahora en muchos estudios de radio, la música que sonaba en las entrevistas a unos músicos la tocaban en directo ante los micrófonos de radio abiertos. En este caso, el libreto de este disco contaba con una introducción del propio Paul McCartney, pues Derek Taylor había muerto en 1997. Volvía a incluirse otra nota más de Kevin Howlett y las anotaciones a todos los cortes musicales y de entrevistas que contenía el álbum. Igualmente también existían canciones inéditas que no se habían retransmitido en su día. Esta vez había sesenta y tres cortes entre canciones y entrevistas, de las que cuatro se indicaba que son bonus track (cortes extra). Los productores del disco fueron varios esta vez: Kevin Howlett, Mike Heatley y Jeff Jones (este fue músico de la Electric Light Orchestra, Orquesta de Luz Eléctrica, en los años 1970). Lo remasterizaron Guy Massey y Alex Wharton, aunque tuvo que restaurar el sonido de las cintas Simon Gibson. Quien trató las cintas magnetofónicas fue Matthew Cocker. Todo fue coordinado por Lucy Launder y Ian Pickavance. En este caso las fotografías salen de cinco archivos diferentes. Son en color pero están tratadas especialmente para que parezca un metalizado de tres dimensiones como el que se comentó en Let it be... Naked, de 2003. Otra vez los Beatles aparecían caminando cerca de la puerta de la BBC, pero más informales. El diseño del álbum, que fue en digipack de cartón, fue responsabilidad de Melanie Fordyce y Stuart Crouch at Peacock, que le pidieron ayuda para coordinar el trabajo fotográfico a Aaron Bremner y Dorcas Lynn. Como se puede comprender por la cantidad de gente mencionada es un álbum complicado, muy trabajado y muy estudiado en todos sus detalles. Aún se incluyó en los agradecimientos a doce personas más por diferentes colaboraciones en la producción del disco, más a la actual Apple Corp al completo. El cuidado especial de todos estos detalles se debe a que el mercado discográfico de 2013 no es el mismo que el de 1994. Los avances tecnológicos han hecho que Internet sea la principal fuente de consumo de música directa, por lo que aquellos que desean vender discos saben que deben cuidar los contenidos de sus carpetas para poder ofrecer al admirador que la compre algo por lo cual se sienta gratificado por su fidelidad y su desembolso de dinero en unos tiempos en los que puede accederse al contenido del disco de manera gratuita de manera fácil ya sea de modo legal o ilegal.

Los técnicos de sonido de la BBC en los años 1960 en este disco fueron Terry Henebery, Ian Grant, Peter Pilbeam, Jimmy Grant, Bernie Andrews, Pete Dauncey, Ron Belchier, Bryant Marriott y Briant Willey.

Ambos discos están realizados con la BBC pero en colaboración con Apple, no obstante, en el segundo álbum se hace mucho más notable la presencia de Apple. Puede que George Martin no aparezca en este segundo volumen dada su elevada edad de 89 años en 2015 (87 en 2013).

La cuestión económica del segundo álbum no es tan peliaguda como su primera parte de 1994. Ambas esquivaban totalmente la recaudación de Jackson por ser parte de los archivos de la BBC. En el caso del disco de 2013, Michael Jackson había muerto prematuramente en junio de 2009. Se dice que prometió en algún momento a Paul McCartney que en su testamento testaría a favor de que le devolvieran todo el catálogo de los Beatles, pero a fecha de febrero de 2015 aún no se sabe nada de todo esto y todo sigue en manos de otros herederos de los negocios de Michael Jackson, no sé si también estará en manos de los abogados.

Estas dos amplias colecciones de canciones de rock and roll de los comienzos de los Beatles no van a ser lo único que haría resucitar a los Beatles. Está claro que el volumen dos trata de mantenerlos vivos en la década 2010, igual que en 1994 hizo lo mismo el volumen uno. En pleno revival de los años 1960 en 1990 los Beatles darían el pistoletazo de salida con las series roja y azul reeditadas en 1993, como se ha dicho, y con la primera parte de los directos de la BBC en 1994, que quizá estaban aún muy orientados a una función entre nostálgica y de comienzo de documentar históricamente una etapa del rock. Pero los Beatles fueron más allá. El 20 de noviembre de 1995 sacarían un nuevo álbum doble del que ya hablaremos en la próxima entrega. Este sería el primero de una trilogía. Su punta de lanza saldría primero en las radios, pero no se editaría en EP hasta después de editado el primer álbum. Ese EP salió el 4 de diciembre de 1995, era "Free as a bird / I saw her standing there / This boy / Christmas time (is here again)" (Libre como un pájaro / La vi estando ahí / Este chico / Tiempo de Navidad (está aquí de nuevo)). Su portada era un dibujo de John Lennon coordinada por Richard Ward y The Team, que hicieron de la carpeta como si fuera un lienzo de cuadro. Su edición era limitada. Incluía notas de Mark Lewishon. Los productores e ingenieros de sonido eran Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr, Jeff Lynne, Geoff Emerick, Norman Smith, George Martin y, sorprendentemente, John Lennon. Toda esta aparición ya la comentaremos en la próxima entrega. Quepa decir que el 4 de marzo de 1996 salió un single para promocionar la segunda parte de la trilogía que se avecinaba, este era "Real love / Baby's in black" (Amor auténtico / Mi nena está de luto), que también contaba con John Lennon. Y aún habría otro single más con John Lennon, "Now and then" (Ahora y entonces), sacado el 20 de marzo de 1995. Tanto "Free as a bird", como "Real love" y "Now and then" fueron canciones grabadas por John Lennon a modo de maqueta para trabajarlas mejor en el futuro, las cuales Yoko Ono se las entregó a Paul McCartney junto a "Grow old with me" (Envejece conmigo) en enero de 1994, cuando Paul McCartney fue a New York para apoyar que John Lennon estuviera reconocido en el Salón de la Fama del Rock and Roll. The Beatles, Live at the BBC saldría el 30 de noviembre de 1994, pero desde enero de ese año se había producido este acercamiento entre McCartney y Ono que estaban gestando en secreto absoluto algo totalmente sorprendente e impensable a esas alturas del siglo XX, tanto por lo que parecía evidente como por lo que parecía técnicamente posible y no. De repente la reaparición de los conciertos de la BBC a finales de 1994 cobraron otro sentido cuando en 1995 se supo lo que se supo.

La película que recomiendo hoy está dentro del revival de los años 1990, se trata de In my life (En mi vida), un documental musical que es a la vez un proyecto de George Martin de crear un disco de versiones de los Beatles con actores y músicos famosos. Lo dirigió Alan Benson en 1998.

miércoles, febrero 25, 2015

NOTICIA 1452ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ LOS BEATLES? (parte 13)

¿EL FINAL?

El último álbum que editaron y publicaron los Beatles como grupo que aún permanecía unido fue su penúltimo álbum grabado. Como ya se ha explicado en anteriores entradas entre las grabaciones del Álbum Blanco de 1968 y la primavera de 1969 se grabaron varias canciones para un álbum fallido que se iba a llamar Get Back (Regresa). Ya he contado algunas cosas que sucedieron durante estas sesiones en las dos entregas anteriores. La desunión del grupo, las peleas y el malestar se generalizó de tal manera que Lennon, uno de los principales generadores de malestar, se deslindó creando otro grupo propio. Llegaron a reunirse de nuevo para crear y publicar el álbum Abbey Road, ya comentado. Los Beatles como Beatles apenas publicaron singles en esta etapa tan delicada, pero sí que usaron unas pocas canciones de las sesiones fallidas de Get Back. Ya comenté que el 11 de abril de 1969 habían publicado el single "Get back / Don't let me down" (Regresa / No me defraudes), en el que aparecía tocando el órgano eléctrico el músico de blues Billy Preston. Ese single estaba extraído de la grabación del último concierto de los Beatles, del que ahora hablaré. Aunque sacaron otro single más el 30 de mayo, "The ballad of John and Yoko / Old brown Shoe" (La balada de John y Yoko / Viejo zapato marrón), estas canciones no eran de las sesiones del álbum fallido; por cierto que en España se censuró la primera canción por mencionarse que se casaron en Gibraltar como parte de Reino Unido, fue sustituída por "One after 909" (Uno después del 909), que era una canción que sí pertenecía a esas sesiones del Get back, por lo que se podría decir que experimentaron en España su validez, este hecho hace que esa edición del single tenga un valor económico actual con cifras muy altas. De las sesiones de ese álbum todavía sacarían "Across the Universe" (A través del Universo) para el álbum solidario con temas ecológicos de WWF llamado No one's gonna change our world. Tras esto, todo ello ya comentado, se editó en USA una recopilación de ellos, mientras John Lennon se lanzó a publicar una serie de discos en single y en álbum con su nueva banda John Lennon and the Ono Plastic Band. El 6 de marzo de 1970 los Beatles, con un Lennon totalmente desaparecido de ellos, publicaron el single "Let it be / You know my name (look up the number)" (Déjalo estar / Tú sabes mi nombre (busca el número)). Salía también de las sesiones de Get back. Este sería el último single publicado de ellos cuando aún creían sus seguidores, Paul y Ringo que iban a continuar como banda de música. Quedaría otro por publicar tras saberse que se separaban. Vamos por partes.

El proyecto Get back terminó siendo el disco final de los Beatles publicado el 8 de mayo de 1970 con  el nombre cambiado a Let it be (Déjalo estar). He de recordar los muchos discos que publicó John Lennon entre el final de 1969 y el comienzo de 1970. los cuales cité en la anterior entrega. La verdad es que Lennon estaba totalmente ausente de los Beatles, creía, inducido por Yoko Ono, que él sólo era el éxito y el alma creadora del grupo y por tanto, cansado de sus compañeros, decidió volar en soledad. Ahora bien, como Ringo Starr había compuesto dos canciones de mucho éxito para los Beatles, EMI decidió que a través de Apple se lanzara su carrera musical en solitario y en paralelo a los Beatles. Así que, antes del Let it be, el 27 de marzo se había publicado su álbum Sentimental Journey (Viaje sentimental). Harrison se sentía ciertamente molesto, pues él llevaba más tiempo componiendo canciones propias y no había tenido esas oportunidades. El 11 de abril Paul McCartney publicaba su primer álbum en solitario, llamado McCartney. En la rueda de prensa de su presentación anunció que los Beatles se separaban. Realmente lo que hizo fue materializar en palabras oficiales lo que era un hecho en la práctica. La incomparecencia de Lennon desde el Abbey Road hacía de los Beatles algo inexistente. Mucha gente acusó y acusa a McCartney como culpable de la separación por su egocentrismo y por este anuncio, sobre todo porque hasta hace relativamente pocos años no se sabía publicamente el abandono de Lennon con total desprecio a sus compañeros. Es más, hipócritamente, Lennon dijo que no sabía porqué McCartney hizo aquel anuncio sin consultarles. En fin, como sea, Lennon tomó una decisión con un productor llamado Phil Spector y se publicó el Let it be el citado 8 de mayo. El último single de los Beatles se publicaría el 11 de mayo como promoción del disco y sería "The long and winding road / For you blue" (El camino largo y ventoso / Por ti, triste). 

Las sesiones de grabación de Get back habían sido en su mayoría un nuevo proyecto cinematográfico ideado por Paul McCartney. Se trabajó en ellas con George Martin de productor con algunos de sus colaboradores más estrechos, como Glyn Johns como otro de los técnicos de sonido. La idea en esta ocasión era crear un documental sobre la vida de los Beatles mientras grababan un álbum de rock. La verdad es que tras los problemas en el Álbum Blanco esta idea era más bien temeraria, pero en principio todos la aceptaron. Querían ser pioneros en esto, aunque el director de cine Martin Scorsese ya estaba trabajando en una idea similar con los Rolling Stones mientras hacían una gira, no un disco. Las cámaras rodaron a tiempo completo cada detalle de lo que sucedió dentro de Apple. El director de cine que contrataron, Michael Lindsay-Hogg, junto a Paul McCartney, idearon que se debía rodar todo con la idea de montar después las imágenes que más les interesaba. Después de todo, como los cuatro Beatles dijeron años después por separado, a fin de cuentas desde que se hicieron famosos, si se pudieran reunir todas las fotografías y grabaciones visuales que les hicieron, probablemente pudieran reconstruir minuto a minuto sus vidas en esos años. Eso en parte les había desgastado. A diferencia de los Rolling Stones ellos estuvieron mucho más sujetos a vigilancia y a normas, como por ejemplo la de grabar en un mismo estudio. Sin embargo, el rodaje de la película de 1969 fue una intimidación total en sus vidas privadas como si fuera la grabación de un espectáculo de la realidad, a pesar de que eran sus vidas personales y privadas dentro de los estudios Apple. Ya no lo resistieron más, sobre todo porque se sumaba a la tensión acumulada que se generó desde finales de 1967 con el egocentrismo de McCartney, una tensión acumulada que fue devastadora en 1968 con la llegada de Yoko Ono. A pesar de que hay algunas imágenes distendidas donde se divierten, el documental terminó siendo un claro documento visual del grado de deterioro, cansancio, rencillas y falta de entendimiento que habían alcanzado a principios de 1969 entre ellos. Aunque habría minutaje grabado como para montar varias películas y se rodó en sonido tantas canciones como para sacar varios discos, la película final se dejó en unos 81 minutos de duración. Ganó dos premios Grammy y un premio Oscar de cine por su banda sonora original en 1971, tal banda sonora es la que compone la música de su décimotercer y último álbum, Let it be. Aunque hay que volver a decir que ante el malestar durante la grabación y rodaje todas las grabaciones fueron almacenadas en Apple y olvidadas como "material maldito" por lo mal que lo pasaron entre ellos. A pesar de que usaron algunas canciones, ya mencionadas, grabaron Abbey Road y no se acordaron de las cintas de Get back hasta 1970.

Cuando se planteaban que había que sacar los dos discos anuales de los Beatles, ante la incomparecencia de Lennon en 1970, las peleas prosiguieron y al anunciar McCartney la disolución, Lennon por llevarle la contraria buscó y rescató todas las grabaciones de Get Back y se las entregó a Phil Spector para que las produjera técnicamente en disco. Pretendía sacar un disco más de los Beatles, a pesar de que era él quien extinguió al grupo al no ir a trabajar con sus compañeros. Quizá pretendía aparecer como el bueno de los Beatles que todo lo hizo para mantenerse unidos, le funcionó durante los siguientes veinte años. Él sabía la mala prensa de Yoko Ono de cara a todos sus seguidores. Como sea, le pidió a Spector que produjera el disco con todo tipo de detalles que sabía que McCartney odiaba. A McCartney le sentó fatal, pero colateralmente también hirió en su amor propio a George Martin, que sintió menospreciado su trabajo. Le dolió mucho durante muchísimas décadas. 

Phil Spector era uno de los grandes productores musicales desde el comienzo de los años 1960. Había inventado un sonido propio al que llamaba Sonido Spector, basado en el uso estratégico de las pantallas de sonido para crear un "muro de sonido". Este sonido era muy bueno para la introducción de coros. Fue muy característico para los discos de soul de la Motown y de la Stax en Estados Unidos, para las que él trabajó. Precisamente en Let it be aplicó este sistema en "The long and winding road", otra versión sonora de "Across the Universe" y en "I me mine" (Yo, mí, mío). Además hubo grandes coros de voces en temas como "Let it be", que si bien McCartney los montó con muchos seguidores que habitualmente estaban en la puerta, Spector los amoldó con voces femeninas por primera vez en los Beatles, cosa que no gustó a McCartney. Para más destrozo sobre la obra original, introdujo la grabación de dos canciones que eran pruebas de voz para calentar la voz. Una de ellas era "Maggie Mae", una canción popular de Liverpool con arreglos musicales de los cuatro Beatles y la otra era "Dig it" (Desentiérralo), una improvisación de los cuatro de muchos minutos de duración que en este disco se quedó en un minuto. En esta se confesaron admiradores del Chelsea en cuestiones de fútbol. Hay que pensar que entre las grabaciones del Álbum Blanco y las del Let it Be hay mucho material inédito como para sacar varios álbumes póstumos. 

El disco contenía doce canciones. Dos eran arregladas y compuestas por los cuatro Beatles, ya mencionadas. Otras dos eran de George Harrison y el resto eran de McCartney / Lennon. En el disco participan musicalmente Billy Preston, cuya participación quedó relegada a los singles, pues Spector usó versiones de estudio para el álbum, Mal Davies, Peter Brown, Richard Hewson dirigiendo instrumentaciones clásicas que tampoco gustaron a McCartney y Brian Rogers, igual que Hewson. El diseño de la portada fue cambiado en cuanto a la idea original de Get back, lo adaptaron a las circunstancias del Let it be. Se trataba de cuatro fotografías, una  por cada uno de ellos, donde se les mostraba como personas con personalidades muy diferentes marcadas en sus caras. El fondo era negro, aunque hay singles con fondo blanco. Ese diseño fue de John Kosh, mientras que las fotografías eran de Ethan Russell.

Este álbum se transformó en el álbum más vendido de los Beatles. Batió todos los récord de ventas en la Historia de la música hasta ese año y por muchos años posteriores. No era el sonido al que realmente se dirigían los Beatles, pues era un sonido muy melódico y coral impostado por los gustos de Phil Spector. Ya hemos visto que los Beatles con Abbey Road iban en otra dirección diferente, esto no lo sabía la gente. Para mucha gente las versiones definitivas de este álbum, son las mejores versiones porque es así como las han recibido durante muchos años, del mismo que la gran mayoría no sabe que Let it be se grabó antes que el Abbey Road a pesar de que se montara después.

El material de grabación de Let it be fue robado en los años 1970 y desaparecieron hasta que en 2002 reapareció la maleta con todo lo robado. Hay material inédito como para sacar muchos discos de los Beatles. Ahora bien, en 2003 Phil Spector fue acusado del asesinato de su pareja, la actriz Lana Clarkson. Efectivamente la había asesinado tal como se le sentenció ese mismo año y como otro tribunal lo ratificó en 2009. Lennon había sido asesinado en 1980 y Harrison murió en 2001. Así que McCartney lo tuvo mucho más fácil para reeditar el Let it be con las cintas originales recuperadas. Lo reeditó tal como él lo había ideado en 1969-1970 con permiso de Starr y los herederos de Lennon y Harrison. El disco se llamó Let it be... naked (Déjalo estar... desnudo, o Déjalo estar... al descubierto). Se publicó el 17 de noviembre de 2003, un mes después de la sentencia a Phil Spector. 

Se anuló todo lo que hizo Spector para trabajar a partir de la producción original de George Martin y Glynn Johns. Los técnicos que lo hicieron posible realizando las mezclas de sonido y la limpieza del sonido fueron Paul Hicks, Guy Massey, Alan Rouse y Steve Rooke. La portada fue encargada a un grupo de artistas que se hacen llamar Wherefore Art? (¿Dónde está el Arte? o ¿Por consiguiente, Arte?), que trabajaron sobre las fotografías de Ethan Russell. Pasaron a negativo las fotografías de los cuatro Beatles enmarcándolas en la cinta de negativo de una película fotográfica analógica. La única fotografía que no se corresponde con la de 1970 es la de George Harrison. Se eligió otra toma de la sesión original porque la fotografía de 1970 mostraba en negativo unos dientos de George Harrison totalmente en negro, lo que a todo el mundo le pareció una gran falta de respeto al haber muerto él hacía relativamente poco en noviembre de 2001. El blanco, gris y negro, roto por el rojo de "naked", hace referencia al pasado con un toque de presente. Es como mostrar lo que pudo ser y no fue. El libreto del disco contiene fotografías en blanco y negro con un tratamiento especial un tanto metalizado y que parece simular una imagen en tres dimensiones. Tiene un texto explicativo de Kevin Howlett y la transcripción de conversaciones de los Beatles y el director de Let it be recogidas en un libro sobre el rodaje del documental.

El álbum contiene once canciones y no doce. Las primeras canciones que se anularon fueron "Dig it" y "Maggie Mae". McCartney nunca consideró que debieran estar. Además se incluyó dentro del álbum "Don't let me down". El orden de las canciones se alteró respecto al de 1970. Así por ejemplo, si al final del álbum se oía en 1970 "Get back" (Regresa), en 2003 se oye "Let it be" (Déjalo estar). Todas las versiones de estudio que metió Spector en lugar de las del último concierto, fueron eliminadas para poner las del último concierto. Los coros fueron eliminados. Se incluyó una tercera versión de las conocidas de "Across the Universe", en fin, hubo una reestruecturación total del sonido de todas las canciones. Es un álbum más seco, más lacónico y más triste. Tiene más invitación a la melancolía que a la esperanza.

Además, las primeras ediciones de Let it be... Naked incluían un disco extra de veintiún minutos llamado Fly on the wall (Mosca en la pared, o Me lo ha dicho un pajarito). Se trata de un sólo corte musical que en realidad era un conjunto de conversaciones de los Beatles en el estudio de grabación haciéndose críticas y aportes sobre la composición del disco, así como se les oye hablar de proyectos de futuro. Hablar lo hablaron, pero ya sabemos qué ocurrió. Quizá McCartney y Ono querían dar en 2003 una nueva versión más amplia acerca de que nada estaba cerrado en 1969-1970 en torno a sus amistades y músicas. A estas conversaciones se les mezcla una serie de sonidos breves de canciones que ilustran lo que van diciendo. En cierto modo recuerda al "Revolution 9", pero más digerible al oído.

En general en ambos álbumes se puede decir que George Martin combinó canciones independientes de McCartney y Lennon para crear una sola canción. Ambos discos son buenos discos y permite la comparación entre lo que fue y lo que pudo ser, aparte de que sigue subrayando la pelea entre los Beatles en esa etapa incluso tantos años después de todo lo ocurrido.

El documental se cerraba con lo que ha pasado por ser el último concierto de los Beatles. Años más tarde todos los Beatles coincidirían que en parte lo que mató al grupo fue la decisión de dejar de hacer conciertos en 1966, porque al hacerse sólo músicos de estudio perdieron la diversión de salir de gira. En 1969 McCartney quería recuperar un buen ambiente de concierto. Llamaron a Billy Preston y subieron todo el equipo al techo de los estudios Apple para dar el concierto del tejado. Allí se les vuelve a ver compenetrados y disfrutando. Era un concierto con las nuevas canciones. No habían avisado. Llamó la atención a todo el mundo que trabajaba o caminaba por allí. Los coches se paraban, la gente se paraba... En principio ellos estaban tocando en su tejado, pero tras unos veinte o treinta minutos tocando la policía subió al tejado para interrumpir el concierto por escándalo público, aunque permitieron que acabaran la canción que estaban tocando. Entre los ingenieros de sonido del concierto se ve a Alan Parsons, que también participó de las grabaciones del Abbey Road. Es el sonido de este concierto el que quería McCartney para el disco, a pesar de que en el Let it be... Naked accedió a montarlo con algunas canciones grabadas en estudio y no sólo con las grabadas en el concierto.


En fin, los Beatles se separaron y comenzaron a realizar una carrera meteórica cada uno por separado a lo largo de los años 1970, aunque por separado no valían tanto como en grupo. George Harrison fue el que tuvo más éxito en un primer momento con su ábum triple All things must past (Todas las cosas deben pasar), publicado el 27 de noviembre de 1970 con todas las canciones que Lennon y McCartney no le habían dejado publicar en los discos de los Beatles. Repitió éxito el 20 de diciembre de 1971 al publicar el álbum doble Concert for Bangla Desh (Concierto para Bangla Desh), la grabación de un concierto de superestrellas del rock con fines benéficos, donde además participó Ringo Starr. La vida de Harrison tuvo altibajos por la cuestión de su matrimonio con Patti y su amigo Clapton, que ya comentamos. Hacia finales de los 1970 haría las paces con ellos, previo divorcio, y se casaría con Olivia. Hizo la película mencionada de los Rutles en 1978, aunque quizá es de mayor mención que se metió a productor de cine y televisión financiando a, y actuando con, los humoristas surrealistas Monty Python.

Ringo Starr se hizo actor, que es donde tuvo más éxito, destaca Cavernícola, de Carl Gottlieb en 1981. También hizo discos. Su disco de más éxito fue Ringo, de 1973, que fue lo más parecido a una reunión de los Beatles. Fue el único Beatle que logró que los otros tres accedieran a grabar canciones con él. Todos habían colaborado en algo con los otros, excepto McCartney con Lennon (que incluso se insultaban a través de sus discos), y durante una etapa entre Harrison y McCartney. El disco de Ringo contiene a los cuatro en un modo de grabación separada que recuerda a como grabaron el Álbum Blanco. Ringo tuvo varios hijos, pero tuvo problemas matrimoniales, como ya se comentó. Fue alcohólico hasta el punto que se creía que iba a ser el primero en morir. Le marcó mucho para distanciarse del alcohol la muerte de su amigo Keith Moon, batería de los Who, en 1978, precisamente en casa de McCartney tras una borrachera con alcohol y medicamentos.

McCartney comenzó en solitario pero fundó una banda en 1971 que se llamó The Wings, de la que obtuvo innumerables éxitos hasta su separación en 1981 por motivos similares a la separación de los Beatles en cuanto a lo que el egocentrismo de McCartney concierne. Llama la atención de este autor su detención por portar una maleta llena de marihuana en un aeorpuerto.

McCartney fue el Beatle que más intentó la reunión de nuevo de los cuatro. Ellos tenían un contrato firmado hasta 1975 con EMI. El fin de los Beatles supuso un montón de denuncias judiciales de todos contra todos, y de EMI contra los cuatro. Ringo fue el más neutral de ellos. En los juicios salieron a flote todos los problemas económicos que se arrastraban desde Brian Epstein. Es desde estas épocas que McCartney comprendió la importancia de controlar todo el entramado económico de su obra. También lo hizo Yoko Ono. Peleaban hasta la última minucia. Más cuando Lennon, Harrison y Starr descubrieron que McCartney había firmado en secreto un contrato por el cual ganaba más porcentaje de derechos de autor que ellos. Él quería además que "Yesterday" sólo fuera reconocida suya, pero no lo logró. En medio de las peleas legales, Paul encontró un agujero legal para controlar el dinero de los Beatles en América: vender los derechos a un amigo para recomprárselos después de las sentencias judiciales, pero esto es algo que comentaremos en la década de 1980. De momento nos quedamos con la idea de que los Beatles se peleaban en los tribunales al mismo ritmo que colaboraban a veces entre ellos y que Lennon y McCartney, y McCartney y Harrison, no se podían ni ver, a pesar de que, paradójicamente, McCartney intentaba reunir a los Beatles. Incluso se humilló personalmente ante Lennon para esa reunión. No dio resultado, aunque en los años 2000 hubo quien dijo que Lennon estaba a punto de ceder. Es dudoso.

John Lennon hizo bastantes discos que, en principio, tenían canciones puntuales muy llamativas. En 1969 había renunciado a su medalla de MBE por cuestiones políticas. Se mudo a vivir a Estados Unidos donde compuso diversas canciones pacifistas y claramente socialistas. Nixon se enemistó con él, le consideraba un peligro comunista. Intentó expulsarle por problemas de inmigración, pero en 1973 Nixon estuvo envuelto en el escándalo político del Watergate, con lo que aquello quedó paralizado. Lennon tuvo un hijo más con Yoko, que era Sean. Eso no impidió que se metiera en las drogas duras de nuevo después de probar con una técnica psicológica llamada grito primario (Primal Scream) para superar sus traumas. Bastante alcohólico, incluso se peleó en un bar rompiéndole la nariz con una silla a uno de los presentes. Decidió separarse de Yoko Ono, porque atravesaban problemas matrimoniales, aunque habían pasado episodios familiares delicados como fue el secuestro de Kioko que ellos mismos realizaron en Baleares (la custodia era del padre de Kioko, no de Yoko). Pasaron por los calabozos españoles de la dictadura de Franco. En ese 1973 Lennon vivió en otro país con May Pang, que era su secretaria personal y la de Yoko. Se supo años después que la propia Yoko le pidió que fuera su amante para poder cuidarle bien. Regresó al hogar mucho después. Grabó un disco dedicado al rock and roll clásico en 1975, actuó junto a Elton John y decidió no volver a grabar música. Entre 1975 y 1980 se dedicó a su vida familiar con Yoko Ono y su hijo. Estaba desintoxicado. Tenían una sirvienta española que era una exiliada republicana que les enseñó a cocinar su propio pan. En 1980, a pesar de que se dice que Yoko y él se iban a divorciar, la pareja publicó su amor en un disco nuevo e iban a sacar uno más cuando Mark David Chapman, un admirador de Lennon, le mató delante de Yoko en las puertas del edificio Dakota de New York, donde vivían. Fue el 8 de diciembre. Recibió varios disparos en el pecho. Lennon nunca quiso un guardaespaldas, en el rock casi nadie lo quería, e incluso había invitado a comer con Yoko y él a determinados admiradores que venían de lejos a visitarles. Chapman logró la firma del disco por la mañana en las mismas escaleras donde le mataría por la tarde. Le esperó. Alegó que Lennon vivía en contra del modo que predicaba en sus canciones y le culpaba directamente de la separación de los Beatles, en esto quizá no andaba desencaminado. Como sea, este asesinato parecía que había cerrado del todo la posibilidad de reencontrarse los Beatles. Se publicaron en los años 1980 varios recopilatorios de ellos, mientras los discos de Lennon se revalorizaban y se reconsideraban sus creaciones como las mejores del mejor de los Beatles, aunque esto, pasado el tiempo, pueda ser discutible. El mundo quedó conmocionado. Marcó un antes y un después en las relaciones entre músicos famosos y admiradores.

Por contra, hubo pocos recopilatorios de los Beatles en la década de 1970, alguno ya comentado. Los que se hicieron se hicieron para satisfacer a EMI. Destacan dos discos ya comentados también con material inédito, el que contenía los temas de Navidad, publicado en 1970, y el concierto de Hollywood Bowl, hecho oficial en 1976-1977. Un recopilatorio a tener en cuenta de los años 1970 es el álbum doble Love Songs, de 1977, sólo recomendable para los amantes de las baladas. Quizá de entre los recopilatorios destacan dos álbumes dobles cada uno llamados 1962-1966, publicado en abril de 1973, y 1967-1970, también del 2 de abril de 1973. Fueron conocidos como la serie roja y la serie azul. El primero, el rojo, usaba la fotografía de la portada del Please please me, y el azul usaba la fotografía que iban a usar para el álbum Get back, se trataba de la misma pose en el mismo lugar que la anterior pero en 1969. Volvían a dividir su carrera en dos etapas, aunque ahora no la dividían en el Rubber Soul, sino en el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Para mi gusto no era la mejor de las selecciones, pero fue la de más éxito, aunque muy sosegada. Tuvo tanto éxito que los reeditaron para las Navidades de 1993. Y ahí comienza la resurrección de los Beatles. Eso lo veremos en la próxima entrega.

Cabe decir que Mal Evans se quedó sin trabajo por razones obvias en 1970, pero como también era un amigo mantuvo su relación con los cuatro Beatles por separado, sufriendo un grave revés económico en 1974 a raíz de cierta ingratitud de los Beatles hacia sus contribuciones a algunas de sus canciones. La mayor tragedia de Mal Evans fue morir abatido por disparos de la policía norteamericana en Los Angeles en 1976, cuando confundieron una pistola de aire comprimido con un revólver. Pidió a Lennon que mandara sus cenizas a Reino Unido, pero Lennon no las llevó en persona. El sistema aéreo que contrató perdió las cenizas de Evans de manera irrecuperable. La familia de Evans cayó en la pobreza total. Actualmente viven como una familia trabajadora normal y corriente, con ayuda de becas y ayudas estatales. Han vendido por partes los archivos del padre, perdiéndose la posibilidad de reconstruir la Historia de los Beatles desde un punto de vista cercano a ellos que no sea el de ellos. Aunque Paul McCartney y Yoko Ono les dieron hace poco una ayuda económica esta es insuficiente y altamente injusta teniendo en cuenta los beneficios de las canciones donde participó Mal Evans instrumentalmente o su participación incluso como actor en las películas que realizaron. 

A diferencia de Mal Evans, Neil Aspinall moriría felizmente de anciano en 2008 llevándose bien con todos los Beatles.

Como recomendación de cine para entender la etapa explicada hoy es obvio que hay que recomendar Let it be, por Michael Lindsay-Hogg en 1970.

domingo, febrero 22, 2015

NOTICIA 1451ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ LOS BEATLES? (parte 12)

EL CANTO DEL CISNE

Como ya vimos en la anterior entrega, 1969 empezó con el undécimo disco de los Beatles publicado en enero a un mes y medio de distancia del décimo disco. Habían estrenado una película de dibujos animados con éxito y se habían lanzado a un nuevo proyecto de álbum llamado Get Back que no llegó a buen termino y nunca se hizo. Así que se guardaron las grabaciones dentro del edificio de Apple y ellos mismos fueron distanciándose cada vez más. Sus peleas se agudizaron. Paul y Lennon se casaron. En el caso de Lennon incluso celebró su luna de miel con Yoko Ono convocando a la prensa a su habitación matrimonial un fin de semana entero. La prensa acudió creyendo que habría alguna performance conceptual y erótica, aunque en realidad fueron las conocidas Jornadas por la Paz en la Cama de John y Yoko. Estuvieron en pijama en la cama con carteles pidiendo el final de las guerras. En ese momento la más activa era la de Vietnam. El asunto pacifista sirvió para que muchos pacifistas anónimos acusaran a la pareja de oportunistas para salir en las revistas. Al margen de esto, John y Yoko fundaron su propio grupo junto a Klaus Voorman a la vez que John dejó de participar de los Beatles. Tanto él como George Harrison sacaron discos después de sacar un single en primavera y otro en verano dentro de los Beatles. El de Harrison era de música electrónica, lo cual era algo muy novedoso en el mundo de la música. Paul McCartney anduvo desaparecido tomándose un descanso antes de regresar con Lee Eastman como su representante intentando volver a reunirles a todos para un nuevo disco, no obstante le debían el segundo disco por contrato a EMI en ese año. Ringo Starr estaba afianzando su carrera como actor haciendo una nueva película de humor llamada El Cristiano Mágico, de Joseph McGrath, que en España se llamó Si quieres ser millonario no malgastes el tiempo trabajando. En ella actuaba también el actor Peter Sellers. Hoy recomendaré dos películas para entender 1969 en los Beatles, la primera es esta en cuanto a entender cómo de alejados estaban los proyectos de los Beatles personificándolo en la carrera de Ringo, aparte de reirnos con los actores de la película.

1969 además fue un año económicamente malo para ellos aunque ganaron mucho dinero con el que fue su disco más vendido hasta ese momento, del que ahora hablaremos. Fue un año malo porque aunque McCartney tenía un representante propio que era Lee Eastman, los otros tres Beatles tenían el suyo, del que habían logrado que se hiciera con la gestión como manager de los Beatles, que era Allen Klein. Prácticamente había llegado para gestionar el final de los Beatles, aunque en principio no era así, porque en teoría el contrato que habían firmado Dick James y Brian Epstein implicaba que la banda produciría discos como banda unida hasta 1975, como mínimo. Allen Klein había terminado de ser el manager de los Rolling Stones. Era un hombre excesivamente atento a los asuntos económicos, tanto que a los Rollings les había exprimido de tal manera que aunque les había hecho ganar mucho dinero, también había logrado que a él le pagaran unas cantidades desorbitadas en concepto de los royalties de las canciones, o sea, de los derechos de autor de las canciones. Los Rolling tenían entre sí a una persona muy atenta a lo económico, que era y es Mick Jagger, por lo que decidieron despedir a Klein sin renovarle el contrato en diciembre de 1968 porque consideraban que les estaba robando de una forma legal. Del mismo modo, los Rolling decidieron iniciar su propio sello discográfico por razones similares. Pero eso es otra historia. La cuestión es que los Rolling no avisaron a los Beatles de lo ladino que era Allen Klein, y eso que John y Yoko participaron de la película censurada de los Rolling de las Navidades de 1968, lo que nos hace pensar que probablemente hablarían de Allen Klein fuera de cámaras. 

Allen Klein siguió su trayectoria económica con los Beatles en los mismos términos que con los Rollings. Les saneó indiscutiblemente las cuentas todo lo que pudo, había cuestiones demasiado liadas por Epstein, pero realmente la labor de Klein fue impecable. Despidió al personal de Apple más ineficiente como empresa, y cerró lo que era deficitario. No pudo solucionar el acuerdo de 1962-1963 entre Dick James y Epstein cuando Epstein buscaba a la desesperada publicar los discos de los Beatles justo antes de que los hiciera famosos. Dick James tenía una agencia de representación discográfica llamada DJM, que es con la que firmó Epstein antes de pasar al sello discográfico Parlophone con DJM, todo dentro de la matriz EMI. Los derechos de la discográfica eran del 45% de los beneficios, cuando lo normal hoy día es un 10%. Incluso ese 45% en los años 1960 era abusivo. Brian Epstein no era un buen gestor económico aunque sí era un buen gestor de lograr objetivos de otro tipo. Crearon además Northern Songs específicamente para los Beatles y otros artistas punteros. A todo esto hay que sumarle que Europa tenía su propio sello para los Beatles, que con el tiempo sería Apple, y América tenía otro sello que era Capitol Records, por lo que la cuestión de los beneficios era algo muy enredado. Allen Klein saneó todo esto todo lo que pudo pero poniéndose sus propios beneficios excesivamente altos a costa de los ingresos de Apple. Si los Rolling Stones le cesaron en diciembre de 1968 porque consideraban que les estaba robando de manera legal, ahora Klein en 1969 "robaba" legalmente a los Beatles. Como ellos no eran muy dados a los asuntos empresariales por aquellas épocas, al menos no a lo estrictamente económico, les pareció bien el saneamiento que veían, sin darse cuenta, una vez más, de lo mucho que perdían de derechos de autor en concepto de emolumentos a su nuevo manager.

Para el verano de 1969, como se dijo, parecía que los Beatles estaban rotos de manera irremediable aunque nadie había anunciado formalmente su separación. Desde el 30 de mayo no se sabía nada de ellos como grupo unido, y la última publicación de uno de ellos fue el "Give peace a chance / Remember love" el 4 de julio de la mano de la John Lennon and the Plastic Ono Band, aunque se firmaba la cara A como si la autoría  de composición musical hubiera sido de Lennon / McCartney, a pesar de que en realidad sólo era del primero. Pues bien, a lo largo de ese verano en el que no se les vio mucho públicamente, Paul McCartney logró convencerles para que se reunieran para grabar el segundo disco de 1969, que en realidad era en sus conversaciones: reunirse para grabar un disco más, en el sentido de que ellos mismos percibían que estaban desunidos y aquel disco era como darse otra oportunidad. Todo el ambiente de reticencias soterradas del Magical Mystery Tour en 1967, el del malestar del Álbum Blanco de 1968 y la guerra total y abierta del fracasado Get back de comienzos de ese 1969  hizo que el principal ingeniero de sonido se amotinara. George Martin, que a fin de cuentas era como el quinto Beatle y se había hecho cargo casi en soledad del álbum Yellow Submarine, nothing is real, fue claro y explícito con ellos: no grabaría absolutamente nada con ellos si en el estudio de grabación no se dejaban fuera todos los problemas personales, todas las peleas y todas las reticencias, si no había un ambiente positivo de colaboración y si trabajaban, en definitiva, como en los buenos tiempos. Los Beatles aceptaron las normas de George Martin, a quien estimaban mucho y parece ser que la grabación de su duodécimo disco fue un oasis en el desierto en el que renació el buen humor y el buen hacer entre ellos como amigos mientras trabajaban en este nuevo proyecto. El álbum se llamó Abbey Road (Carretera Abadía o Camino de la Abadía), que era la calle donde están los estudios Apple. Quizá se puso ese nombre muy en consonancia con su portada a sabiendas de que probablemente aquel era el último disco de los Beatles, aunque mucha gente común de la calle no lo sabía. 

Abbey Road fue el último disco que grabaron juntos, pero fue el penúltimo disco que publicaron. Eso es algo que trataremos en la próxima entrega, de manera que nos vamos a centrar en este álbum por ser eso: el penúltimo disco que publicaron. Salió a la venta el 26 de septiembre de 1969, aunque en USA lo hizo el 1 de octubre. Fue el disco más vendido de ellos hasta ese momento. Muchos lo consideran el mejor de los discos que elaboraron, siempre en pelea con Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Lo que está claro es que todos lo consideran el canto del cisne de los Beatles. Es uno de sus discos más perfectos como álbum artísticamente pensado en todo su conjunto, sin dividir sus canciones, a pesar de que los recopilatorios posteriores las separan entre sí, lo que es una monstruosidad. Este disco marca un estilo nuevo en los Beatles que está dirigido hacia un rock que si bien mira hacia el origen del rock and roll, también mira hacia el blues, el soul más moderno que se estaba componiendo en esos momentos y la canción de cantautor intimista propia de la primera mitad de los años 1970, todo regado además en alguna ocasión de algún sonido psicodélico mínimo. Paul McCartney y John Lennon se pusieron de acuerdo en este disco junto a George Martin, fue otra petición de él, para que este álbum fuera un álbum meditado y no una colección de canciones como el Álbum Blanco. No todo valía. No iban a poner todas las canciones y sonidos que se les ocurrieran, sino que elaborarían el disco de acuerdo a una idea de sonido. El resultado es brillante. 

Entre este álbum, el que publicaron después en 1970 y los singles y álbumes de cada uno de ellos por separado, se han abierto innumerables hipótesis entre admiradores, aficionados, musicólogos, técnicos y músicos acerca de a dónde hubieran evolucionado y a dónde hubieran llevado la música en los años 1970. Muchos de los músicos más íntimamente ligados a ellos aseguraron en la época que los Beatles o bien se hubieran hecho cada vez más hard rock, atendiendo a los primeros singles de Lennon en solitario e incluso los álbumes de Harrison y McCartney, o bien se hubieran hecho más blueseros, atendiendo a McCartney sólo. Como sea, los años 1970 sería para los Rolling Stones, los Who, los Led Zeppelin, los Deep Durple, David Bowie, los Pink Floyd, Bruce Springteen...

Abbey Road fue producido por tanto por George Martin, aunque también ejercieron como técnicos de sonido Geoff Emerick y Phillip McDonald. La portada volvía a ser clave, aunque esta vez iba a provocar una polémica inusitada e inesperada a la que he hecho referencias en otras entregas anteriores. Fue producto de una sesión fotográfica con Iaian MacMillan. Se realizaron muchas tomas para poder tener una gran cantidad de imágenes entre las que elegir. Los Beatles cruzaron el paso de cebra que cruzaba la calle hacia la puerta de los estudios Apple muchas veces, hasta el cansancio, antes de que MacMillan se diera por satisfecho. Al final optó por una de las fotografías en las que cruzaban uno detrás de otro en orden: Lennon, Ringo, McCartney y Harrison. Cada uno iba vestido a su propio estilo, Lennon de blanco, Ringo de traje, George de traje más informal sin corbata y descalzo (le apretaban los zapatos tras tantas idas y venidas por el paso de cebra) y Harrison de ropa de tela vaquera. De fondo estaba el largo de la calle con coches aparcados, entre ellos un escarabajo blanco, un beetle. Esta portada se transformó rápidamente en un icono muy reconocible y en una de las portadas más imitadas de la historia de la música, pero también del mundo del cine, de la televisión y del Arte Pop y otros estilos en general. Era como mostrar que una vez más los Beatles iban a sus estudios a grabar.

La polémica que trajo esta portada la inició un radiolocutor estadounidense de cierto éxito especializado en rock desde sus inicios en la década de 1950. Se llamaba Murray Kaufman, conocido como Murray "the K" (Murray la K). Paul McCartney llevaba varios meses sin aparecer en ningún medio audiovisual ni gráfico antes de la publicación del disco, esa fue la causa de un rumor paranoico que inició el propio Murray the K acerca de que Paul McCartney había muerto y quien aparecía en la fotografía era en realidad un actor muy parecido a él que incluso hubiera sido operado mínimamente. Hay que decir que este tipo de rumores eran muy de la moda de la época, también existían acerca del general Franco, como inmortalizó en película Antonio Mercero en Espérame en el Cielo, de 1988. Según Murray the K, Paul McCartney murió en 1967 durante la grabación de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Mientras se grababa una de las canciones Paul habría discutido con Lennon y se habría ido enfadado en coche sufriendo un accidente de tráfico mortal de necesidad. Brian Epstein habría ocultado el suceso y se habría firmado un pacto de silencio entre todos los miembros de la "familia" Beatle". El actual Paul McCartney sería un actor británico de segunda fila reclutado por Epstein tras varias pruebas a otros actores posibles. De repente el disco estrella de los Beatles resultaba que era un disco de despedida funeraria, según esta teoría de la conspiración. Habría incluso canciones que describían el accidente y muerte de Paul, como "A day in the life". La portada del  Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band sería el funeral figurado del Beatle, de ahí lo extraño de una portada como esa, de hecho la tumba estaría bajo las flores que escriben la palabra "Beatles". También señalaba como síntoma de muerte que McCartney apareciera de espaldas en la contraportada y que pareciera que señalaba un verso clave de determinada letra de una de las canciones. "Lovely Rita" y "Fixing a Hole", entre otras canciones, junto al concepto total del disco, serían alegorías y metáforas de la descripción de la muerte y las condolencias. Incluso decía que existían cicatrices en la cara de Paul de las fotografías. La innovación del tema musical fuera de créditos con sonido al revés al final del disco, diría, según Murray the K, "Paul is dead" (Paul está muerto).  El siguiente disco, Magical Mystery Tour, tendría señales similares, empezando porque Paul fuera el único disfrazado de negro como morsa y que sus manos apuntaran hacia abajo. Varias letras contendrían lamentos por su muerte. En el Álbum Blanco habría todavía más letras con referencias al suceso e incluso pistas acerca del lugar donde se encontraba enterrado. Yellow Submarine eran dibujos animados por la forzosa ausencia de Paul, lo que explicaba también que las voces de los personajes no las doblasen ellos personalmente. Los problemas entre los Beatles y la ausencia de Paul, que se diferenciaran además dos etapas en la carrera musical del grupo, todo tenía sentido con la muerte supuesta de Paul. Incluso la zurdera de Paul era menos zurdera para Murray. Todo a costa de que Paul caminaba descalzo en Abbey Road. Sus pies estaban en contacto con el suelo como alegoría de su muerte. Además aparecía fumando, o mejor dicho con un cigarrillo que lo tenía agarrado de tal manera que apuntaba directamente al suelo, como si fuera un indicador de lugar. Lennon iría de blanco porque simbolizaba el alma, Ringo iba detrás con traje negro porque era el sacerdote que oficiaría el entierro, Paul era el muerto por lo dicho y Harrison era obviamente el enterrador. La matrícula del coche escarabajo blanco coincidía con un mensaje de hipótesis de fechas de edad o de muerte. El coche negro del otro lado de la calle era el coche fúnebre, por eso cruzarían los Beatles la calle. El cielo cobra importancia en la portada porque los árboles de la calle cumplen su milenaria tradición de símbolo de ascenso de la vida terrenal a la celestial. También en este disco habría canciones con mensajes clarísimos de la muerte de Paul, según Murray the K. Todas las hipótesis que se barajaron vienen recogidas muy bien a modo de anécdotas en el libro The Beatles, guía completa de canciones, escrito por W. J. Dowlding en 1995. Personalmente hice un resumen para la revista El Recreo en marzo de 1998 usando ese y otros libros más como testimonio de contraste, como por ejemplo la biografía del grupo que escribió Peter Brown con Steven Gaines en 1983. Aquel artículo se llamaba "Paul McCartney is dead", lo volví a publicar en 2010 en esta bitácora en la Noticia 870ª. Esta paranoia dura hasta nuestros días en la mente de bastantes personas, a pesar de que todas esas portadas y todas esas canciones no tenían nada que ver con todas esas conjeturas. Como respuesta en broma a todo esto Paul McCartney publicó en 1993 un disco suyo en concierto cruzando el mismo paso de cebra con una perra de la misma raza que su perra Martha de 1968, el disco se llama Paul is live (Paul está vivo). Ya en los días posteriores a la publicación del disco en septiembre de 1969 McCartney tuvo que comparecer ante la prensa entre otras cosas para decir que él estaba vivo y que si no se le había visto en los meses anteriores era por trabajo y por descanso.

Abbey Road contenía dieciséis canciones, más una fuera de créditos que cerraba el disco tras pasar un rato en silencio en un hipotético final tras sonar el tema "The End" (El fin). El tema fuera de créditos en las carpetas de discos en vinilo anteriores a 1987 se llama "Her Majesty" (Su Majestad), una canción acústica donde sólo suena una guitarra y la voz de Paul McCartney cantando sobre la Reina Isabel II. En realidad era una de las canciones que Paul usaba para calentar la voz antes de empezar a grabar la canción que les interesaba. Como ya expliqué, por entonces, que eran épocas muy alejadas del mundo digital, se grababa en cintas magnéticas para pasarlas a los vinilos. En estas cintas era difícil saber dónde terminaba o dónde comenzaba la parte de sonido que interesaba. Se recurría a contar el tiempo que corría la cinta en segundos para situar todo aquello que les interesaba para poder montarlo. A veces esas cintas se regrababan, no era muy deseable ya que el sonido se iba empobreciendo con cada regrabación, pero a veces se hacía si lo que se estaba haciendo eran sólo pruebas. Era costumbre en muchos grupos famosos de la época poner a funcionar las grabadoras todo el tiempo o el máximo de tiempo posible mientras estaban en el estudio de grabación, por si acaso en alguna improvisación sacaban algún sonido que les interesara rescatar posteriormente. Cuando se montó una primera prueba de cómo quedaría la cara B del álbum, tras pasar bastantes segundos en silencio al final, saltó esta grabación en la que McCartney calentaba la voz. A Paul y a George Martin les sorprendió y creyeron que se había estropeado la prueba, pero después vieron que quedaba bien, cosa que al resto de los Beatles también se lo pareció, por lo que decidieron dejar la canción como parte del disco como canción no anunciada. Eso explica también su final abrupto. En cierto modo indicaba que todo final estaba abierto a otras continuidades. Tras 1987 la discográfica y los Beatles vivos decidieron indicar que esa canción existía en los créditos de la contraportada, pero por mucho tiempo este fue el primer disco, después de aquel sonido del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, que contenía música extra, o bonus track, como regalo o como parte de un concepto del álbum. La canción ha sido analizada muchas veces como una cercamiento a la canción de cantautor íntimo y folk de la primera mitad de los años 1970.

De las diecisiete canciones del disco, catorce eran de McCartney / Lennon, dos eran de Harrison y una era de Ringo. Precisamente la de Ringo Starr era "Octupus's Garden" (El Jardín del Pulpo), de la que ya hablamos durante la grabación del Álbum Blanco en 1968. Contenía aún sonidos psicodélicos, pero fue una de las canciones de más éxito, cosa curiosa para ser la segunda canción de Ringo Starr. EMI creyó que Ringo era un cantante por explotar, más allá de su labor como baterista. Esta canción estaba en la cara A, donde el resto de canciones tenían una separación entre ellas común, o sea, distanciadas con un pequeño corte de sonido. Algo convencional, aunque existían subidas y bajadas de sonido según empezaban o se acababan las canciones, según las canciones. En esa cara A a Harrison le asignaron la segunda canción del disco, nada más y nada menos. Era "Something" (Algo), una canción muy íntima basada rítmicamente en una canción de Frank Zappa. Era una composición que volvía a recordar la labor de cantautor. Fue otro de los grandes temas del álbum. Por lo que se habló mucho de "los otros Beatles", que eran Ringo y Harrison, como promesas del rock ocultas por la potencia de McCartney y Lennon hasta ese momento. Claro que la canción que abría el disco era todo un bombazo de potencia que volvía a la idea del hard rock, al estilo originario, pues ya hemos dicho que ese estilo se estaba gestando justo en ese momento. Se trata de "Come together" (Corrámanos, o, si lo queremos entender bien intencionadamente en una estricta historia de doble sentido: Vamos juntos). De hecho los versos "come together, right now, over me" (corrámonos, ya mismo, sobre mí) fueron muy polémicas para la sociedad de cierta edad, pero a la vez fue muy aplaudido por la juventud más contracultural. Las palabras, de todos modo, eran ambiguas, pues la historia era de doble sentido. La mención de un portaaviones y otras cuestiones rozaban la canción de crítica social pacifista tocando una clara letra de revolución social pacífica basada en el sexo y en la provocación para acabar con muros éticos y morales de corte sexual, o sea: un golpe de maza más para acabar con tabúes conservadores o de moral religiosa en torno a la vida sexual de las personas. El contraste de esta canción casi de hard rock y alta carga sexual con la de Harrison, tan romántica e intimista, era y es un contrapunto muy interesante en el disco como concepto artistico en su conjunto. A esto hay que sumarle que la tercera canción, "Maxwell's silver hammer" (El martillo de plata de Maxwell) era una canción de ritmo casi de cuento infantil mientras que la historia que narraba era la de un psicópata en serie. Canción no sólo curiosa, sino que además coincidía en aquel verano con aquellos sucesos macabros y asesinos de la Familia Manson en la casa de los Polanski que conté en el Álbum Blanco. La cuarta canción, "Oh! Darling!" (¡Oh, cariño!), era una canción de McCartney con la voz desgarrada acerca de un amante abandonado por su amada por sus abusos y que pide otra oportunidad. Su estilo hacía referencia a las canciones de desamor del rock and roll de los años 1950, pero puesta al día en una adaptación al estilo del rock de 1969. La sexta canción que cerraba la cara A era "I want you (she's so heavy)" (Te deseo (ella es muy dura)). En esta canción hay que detenerse un poco. Es una de las canciones más largas que han grabado los Beatles. Prácticamente no tiene más letra que los versos que coinciden con su título y pocas palabras más. Esta canción tenía un sonido sofisticado que iba aumentando su dureza según este otro amante declaraba desesperado su amor o deseo. Esta evolución progresiva hace que muchos consideren que sea una aproximación al rock progresivo que iba a conquistar una parte del rock de los años 1970 con grupos como Pink Floyd, Yes, Camel u otros. Pero contenía elementos que iban más allá. La guitarra eléctrica iba aumentando su tensión a la vez que iba subiendo el sonido de un ruido blanco cada vez más molesto al oírlo, que parecía entorpecer la canción, aunque era parte de ella, como una especie de decoración sonora indicando una degeneración del personaje que se supone que cantaba. Ese sonido blanco era habitual en los discos de vinilo que se ponían muchas veces a sonar. Si a lo largo de su mucho uso no se rayaban, era frecuente que se deterioraran por el paso de las agujas y la erosión que provocaban en los surcos alterasen el sonido creando un sonido similar a ese ruido blanco. Hoy día ese sonido no se entiende bien, pues los CD no se deterioran de esa manera, no necesitan surcos ni agujas, sino microperforaciones y láser. Comparte el disco nuevo y encontrarte con ese sonido como parte de una canción era algo confuso y extraño, más a cuando iba cada vez a mayor volumen. Para colmo la canción se interrumpe de golpe, sin coda final ni nada que indicara que se acababa. Eso se debe porque se grabó esa pista hasta donde llegara el ancho del vinilo. Al tener que dar vueltas sobre un eje, la aguja iba reduciendo espacio hacia el epicentro del disco, donde forzosamente no había nada grabado. Ahí se acababan todos los discos. Normalmente se dejaba un hueco vacio para que la aguja fuera más rápida al punto de parar el rodaje, pero los Beatles grabaron la música hasta donde materialmente se podía. Hoy día quien no ha manejado un vinilo no entiende esto si no se le explica, y no comprende el final en seco de la canción, pero este se debe a que el tocadiscos cortaba el disco porque la aguja ya no tenía más espacio para avanzar. Era por tanto una canción que acababa como indicando que la obsesión de la letra era una obsesión inacabada. No había final. George Martin dijo esta vez que el sonido de los metales de esta canción y el ruido blanco eran sonidos de metales pesados (heavy metal), usando un poco la forma de hablar propia de quien venía de una orquesta sinfónica, y el término de heavy metal (metal pesado) pasó al argot de los técnicos de sonido para referirse a aquel rock más duro que el hard rock por aquello de que el sonido eléctrico de las cuerdas de metal requirieran de un gusto muy especial.

La cara B fue la primera vez, ahora sí, en la que todas las canciones se sucedían entre sí sin cortes ni descansos entre ellas. Todas estaban enlazadas musicalmente, salvo la que estaba fuera de créditos. Comenzaba esa cara B la otra canción de Harrison, por lo que se le había concedido puestos realmente muy importantes en este disco. Se trata de "Here comes the sun" (Ahí viene el sol), una canción de carácter ecologista y hippie, cuyo origen está en la consonancia entre la Naturaleza y la paz interior de uno. Era hija de la espitirualidad oriental de Harrison, aunque en esta ocasión no parecía una canción espiritual, por lo que fue mejor digerida por prácticamente todo el mundo. Metafóricamente funcionaba bien como una canción positiva y llena de esperanzas ante algo nuevo por venir. Sin entrar pormenorizadamente en el comentario de todas las canciones del disco, cabe mencionar la aparición de coros al estilo de la canción melódica italiana en "Sun King" (Rey Sol), la aceleración del rock de "Mean mr. Mustard" (El tacaño señor Mostaza) y "Polythene Pam" (Pam Polietileno), el regreso a la música coral en "Because" (Porque...), la construcción de una narración mezclando ritmos e historias que empiezan a anticipar algunos de los ritmos más populares de la siguiente década en "You never give me your money" (Nunca me des tu dinero) y en "She came in through the bathroom window" (Ella entró por la ventana del baño), el uso de unos viejos versos de poesía del siglo XVII inglés como letra de balada rock en "Golden Slumbers" (Dormidos dorados, o Los resplandecientes dormidos, o Dulces durmientes) y las dos últimas canciones del disco dentro de créditos que vamos a comentar. Estas canciones son "Carry that weight" (Soporta esta carga) y "The End" (El fin). Ambas canciones están íntimamente ligadas entre sí. Hacen clara referencia a que probablemente ellos mismos sentían que aquello era el final como grupo. También apuntan hacia el hard rock en su estilo, con una peculiaridad, es la primera vez que Ringo deja grabado en un álbum de los Beatles un sólo de batería, con gran calidad y efectismo. "Y al final el amor que recibes es igual al amor que creas", son sus últimas palabras. Lo inesperado de las letras de estas dos canciones y de la batería de Ringo llena de vitalidad, hizo de este disco algo más épico de lo que ya era. Muchos músicos de hard rock y de heavy metal posteriores mencionaron estas canciones como sus favoritas durante mucho tiempo, especialmente los baterías, y eso sin que Ringo se hubiera destacado como lo habían hecho Keith Moon en los Who, o lo harían Ian Paice en Deep Purple y John Bonham en Led Zeppelin.

El disco fue todo un éxito. Lo acompañaron de un single con las dos primeras canciones de la cara A. No era en absoluto ningún sonido de los que habían hecho anteriormente. La creatividad de los Beatles parecía inagotable. Siempre innovaban y siempre sorprendían, aunque la inminencia de su separación estaba cerca y pocos lo sabían aunque bastantes lo sospecharon. Un mes después de este disco, John Lennon y Yoko Ono editaron el 20 de octubre The Wedding Album (El Álbum de la Boda), con dos temas muy largos sobre su boda. Cuatro días después John Lennon and the Ono Plastic Band editaron el single "Cold Turkey / Don't worry Kyoko (mummy's only looking for hand in the snow)" (Pavo frío, o mejor adaptado al argot español: Tener el mono / No te preocupes, Kyoko (mami solamente está buscando ayuda en la nieve)). Era un rock realmente acelerado y lleno de adrenalina. Nunca mejor dicho. John Lennon fue el único Beatle que probó la heroína justo al final de los Beatles, en esta época. Yoko se ofreció a desintoxicarle, por lo que a petición de él le ató a una silla y no le dio droga en sus peores momentos. Los gritos de desesperación son reales, pues se esperaron a que llegara "el mono" más grave para grabarle. La segunda canción lo dice todo en su título, que menciona a la hija pequeña de ella. Lo interesante de este single es que muestra como se estaban interesando por sonidos del rock más fuertes y duros. El 12 de diciembre, con la misma banda, Lennon publicó el álbum de un concierto en directo Plastic Ono Band / Live Peace in Toronto (La Banda de Plástico Ono / Concierto de la Paz en Toronto), es uno de los primeros conciertos de rock en disco. Es además el primer concierto grabado oficialmente de un Beatle, pero de este aspecto hablaremos en la siguiente entrega. Este concierto repasaba con rock acelerado del final de los años 1960 algunas canciones de rock and roll clásico de los años 1950 de los inicios de los Beatles, entre canciones propias de Lennon en solitario. Lennon siempre fue más tendente a esas fórmulas. No obstante todos los sonidos más nuevos desde 1967 y todos los conceptos de álbum habían sido más de McCartney desde esa fecha. Lo que nos interesa es que otro single de esta banda se editó el 6 de febrero de 1970, "Instant Karma / Who has seen the wind?" (Karma instantáneo / ¿Quién ha visto el viento?), que nos vuelve a dar un sonido de rock rápido y rompedor de moldes y tópicos.

Entre tanto, los Beatles como Beatles sólo habían sacado el single citado el 6 de octubre de 1969. No volvió a salir nada nuevo de ellos juntos hasta el 12 de diciembre, coincidiendo con el álbum de la John Lennon and the Ono Plastic Band. Lo nuevo de los Beatles fue en un disco en beneficio de la fundación ecologista WWF. Se trataba de un disco idea de un poeta irlandés, Spike Milligan, que logró implicar a varios artistas y al Duque de Edimburgo para editar un álbum con canciones inéditas de tema ecologista. La finalidad era recaudar dinero para salvar al mundo de diversas amenazas a su fauna y flora. Se llamaba No one's gonna change our world (Nadie va a cambiar nuestro mundo). En su portada predominaba la imagen del oso panda propio de la WWF. Cantaban gente como The Hollies, The Bee Gees, Cilla Black, el propio Spike Milligan, Rolf Harris, Lulu, Cliff Richard and the Shadows, Bruce Forsyth, Harry Secombe, Dave Dee, Dozy, Beaky, Mick and Tich, y por supuesto The Beatles. The Beatles produjeron una canción con sonidos de aves volando de algún río o lago. Era "Across the Universe" (A través del Universo), que venía de sus grabaciones del disco fallido de Get back. El tema fue una composición preciosa y fue una de las principales razones por la que el disco recaudó una gran cantidad de dinero para cumplir su objetivo. De este modo comenzaba también el compromiso en los proyectos sociales de los rockeros haciendo uso de su capacidad de recaudar a través de su música y de su capacidad de concienciar también a través de sus canciones. Después de este disco, sólo estaban las publicaciones de Lennon.

En USA, Capitol Records editó un recopilatorio llamado Hey Jude el 26 de febrero de 1970. Quizá algo sospechaban, pues Lennon volvía a no ir a trabajar con el resto de Beatles, ni a estar junto a sus compañeros, desde Abbey Road. Pero, siempre el pero, ya dije que Abbey Road fue el último disco que grabaron, pero el penúltimo que publicaron. Aún quedaba un disco final de esta época. Ya lo veremos. Entre tanto, bien es cierto, algunos de los que ya intuían el final eran sus amigos los Rolling Stones, que el 5 de diciembre de 1969 publicaron su álbum Let it bleed (Déjalo sangrar), ellos ya conocían la existencia de una canción no publicada llamada Let it be (Déjalo estar).

De momento, la segunda película de hoy que he dicho que iba a recomendar para entender la Historia de los Beatles es The Rutles: All you need is cash (The Rutles: Todo lo que necesitas es dinero en efectivo), una parodia de 1978 dirigida por Eric Idle y Gary Weis donde se explica (y se burlan de) la Historia de los Beatles y su repercusión mundial. La película la produce George Harrison, que incluso actúa como periodista. También aparecen como personajes en este falso documental, de humor surrealista a partir de anécdotas reales de los Beatles, gente como Mick Jagger, Bianca Jagger, Paul Simon, Rod Steward y otros. Es interesante esta visión de humor por cuanto Harrison se rie de todo, también de sí mismo, en una retrospectiva de lo que habían vivido antes de que Lennon fuera "canonizado mártir del rock" con su lamentable asesinato en 1980.