miércoles, julio 01, 2015

NOTICIA 1499ª DESDE EL BAR: ¡EL CAOS! ¡EL CAOS!


"Uno debe de vez en cuando intentar hacer cosas que están más allá de su capacidad", dice mi calendario este mes de julio que esto lo dijo el pintor Auguste Renoir.

Hoy comienza a entrar en vigor una ley que es muy discutible que entre dentro de las capacidades del gobierno, probablemente se trata de una ley anticonstitucional y antidemocrática, es algo que dentro de varios meses, quizá de un año, sentenciará si sí o si no el Tribunal Constitucional de Justicia. Hablo de la popularmente conocida como Ley Mordaza. Una ley que nos retrotrae a las leyes de la dictadura de Franco, una de otras tantas de las que ha elaborado y de las que pretendió elaborar el actual gobierno del Partido Popular en manos de Mariano Rajoy, el más dañino de los presidentes de la actual Monarquía Parlamentaria, en mi opinión. Su más que lamentable gestión que tantos males ha traído a la sociedad española suma una gran cantidad de leyes que parecen sacadas del espíritu tardío de un franquismo que quiere vestirse de "democracia" pero con el alma pura de su ser franquista, dicho metafóricamente, buscando la metáfora en un lenguaje religioso doblemente metafórico, pues parece que para muchos seguidores del Partido Popular hay más de fé ciega en su líder que de reflexión consciente de la realidad que nos rodea. 

El 30 de junio de 1965 tocaron en concierto por primera vez los Beatles en España, por entonces la policía cargó contra la multitud de la gente que no pudo entrar a la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid y querían, sin embargo, estar allí. Las leyes permitían y daban la razón a la policía para ejercer la represión total ejerciendo violencia, detenciones o multas cuando alguien se agrupaba sin permiso legal. La necesidad del legislador, que no de la sociedad, de que un determinado número de personas necesitaban de un permiso nunca se fue de las leyes españolas, pero desde 1978 los policías no podían actuar impunemente porque sí, otra cosa son las realidades que hemos visto varias veces a lo largo de estos años, recientemente, por ejemplo, en el periodo 2011-2013 con demasiada frecuencia. La policía española cargó contra la gente que quería escuchar a los Beatles en 1965. Si ayer hubiera ocurrido algo similar a las puertas de un concierto de Pearl Jam en Madrid, por ejemplo, los mandos y agentes policiales responsables de las cargas hubieran generado un escándalo público y mediático que se hubiera llevado por delante varios cargos policiales a pesar de que en principio el Ministro de Justicia o el del Interior les diera la razón en el telediario, como tantas veces hemos visto desde 2011. Pero si eso mismo ocurre a partir de hoy, a los policías no les pasaría nada y además les aplaudirían y justificarían, porque la ley les avala. La ley no tiene porqué ser justicia. No era justicia la ley que en 1492 expulsó a los judíos de España, ni era justicia la ley que los mandó a las cámaras de gas en la Alemania de Hitler de 1939. Ley y Justicia no son sinónimos, aunque muchos policías crean que sí. Por ello es importante que haya policías comprometidos con los valores a los que jurararon lealtad, y no a los valores de los que desean tener una guardia pretoriana para todos sus desmanes. Porque en el fondo desde 2011 a veces pareciera que la policía española ha sido usada más de guardia pretoriana que de agentes de la justicia. 

Pero esta ley, como muchas otras de Rajoy de dudosa calidad democrática, será eliminada en breve. En noviembre, quizá en enero de 2016 a más tardar, habrá elecciones generales y todo apunta a que los españoles echarán a este gobierno del gobierno, aunque sea mediante una mayoría simple y acuerdos y coaliciones. Al gobierno le queda poco y aunque ganara las elecciones lo haría en unas condiciones y unos apoyos sociales tan endebles y quiméricos que no le queda otra que suavizar todo lo que hagan. No obstante muchas de sus leyes más duras o las han abortado o las han relajado, como ha pasado con el pago de las tasas judiciales, el proyecto de ley del aborto o, dentro de la Ley Mordaza, con eliminar del proyecto inicial la idea de que impedir un desalojo de una vivienda a una familia sea considerado delito.

Es falso que a la policía no se la pueda fotografiar en la calle, como no paran de pregonar muchos medios de comunicación. Los juristas encargados del tema ya han aclarado que es anticonstitucional impedir el derecho y el deber de informar. Si un policía está actuando en un lugar público de manera pública es tan fotografiable como cualquier ciudadano, y se puede mostrar la foto. Lo que no se puede es acosar al policía de manera personal mediante el uso de esa imagen. Pero nos quieren hacer creer lo contrario, que jamás se puede informar de lo que hagan los policías, ni mostrarles. Cuidado, no habléis, como habléis os multamos, os detenemos, os pegamos, y los jueces nos aplaudirán con la ley en la mano. Justicia... ¿justicia?  Si no te puedes reunir sin permiso del legislador y no puedes hablar ni informar de lo que has visto o vivido, ¿es eso democracia? ¿Son esos los valores por los que juró un policía su cargo en la España de hoy? Si el policía ahora puede multarte por negarte a entregarle el documento nacional de identidad, si el policía puede ahora sancionarte en casos que hasta ahora se necesitaba a un juez, si de este modo nos saltamos los fundamentos básicos de los derechos civiles en los que se basan las democracias desde 1776, ¿de qué está ejerciendo el policía, de persona consecuente con su juramento o de guardia pretoriano?

La llamada popularmente cadena perpetua, que son sentencias de cárcel para crímenes graves, aumentan a los cuarenta años de cárcel y la posibilidad de encadenar una condena tras otra y a prorrogar la salida de la cárcel según el criterio de los jueces y los funcionarios de prisiones, según las revisiones de tu trayectoria si eres el preso. La cárcel en España no es punitiva, es reinsertiva. La labor de la cárcel española es recuperar a la sociedad al criminal volviéndole ser social, a la vez que trata de evitar grandes males si ha habido un error en la justicia, o evitar ser injustos si una persona se ha reinsertado y ya no es necesario cumplir del todo su sentencia de manera íntegra entre cuatro paredes. Siempre son llamativos los casos del asesino o del violador que saliendo de la cárcel vuelve a las andadas, pero con datos en la mano, porcentualmente son más los delincuentes y criminales que saliendo de la cárcel no vuelven a cometer su crimen. En el caso más citado por los políticos en la televisión, que son casos a los que mucha gente atiende y creen como casos que se dan siempre así, tenemos a los terroristas de ETA y sus excarcelaciones. La gran mayoría de ellos al salir de la cárcel están reinsertados. No vuelven a ejercer de terroristas, tengan las ideas políticas que tengan. Basta con que uno de ellos sí ejerza de terrorista o no se muestre como se desea para usarle de ariete contra el sistema penitenciario y sus plazos para conceder permisos o dar la libertad. Se desvirtúa su esencia reinsertiba y se aclama y proclama la punitiva que, con las leyes todas de este país en la mano, es un carácter que los españoles no nos constituímos en Estado con ella. Ahora, con la nueva ley, ya no es así. Esta ley contradice a todas las demás, por eso hace sospechar a muchos del carácter y de la esencia política y social de esta ley. 

Ya que hoy gracias al gobierno y la Ley Mordaza retrasamos el reloj al horario de verano de 1936 o al de 1939, lo que prefiráis, pues somos todos susceptibles de ser tratados de delincuentes o de criminales. Con poco que hagas te habrás saltado la ley. Con sólo hacer espera en la cola del paro ya es una reunión ilegal de personas, no hay permiso solicitado al legislador. Y también si lo que ha ocurrido es que es verano y un grupo de vecinos se ha encontrado en un parque y están allí charlando, más aún si a alguno se le ha ocurrido leer algo, o tocar música. O si la "reunión" de gente se ha producido en las puertas de la delegación de Hacienda porque se acaba el plazo para pagar impuestos y se ha reunido mucha gente allí con el deseo de pagar. El periodista que informe de una acción policial será otro criminal. El universitario que no le entregue su DNI a un policía por no llevarlo encima porque salió de copas, otro criminal, sancionado este directamente por el policía. Ya no hay presunción de inocencia en estos casos, todos somos culpables, ¡demostrad vuestra inocencia! Si te niegas a obedecer una orden policial que consideras injusta o en contra de tu integridad y el policía te golpea una y otra vez, serás doblemente criminal, por resistencia pasiva, dice la ley. Así que, ya si eso, que sepáis que a la cárcel me podéis llevar comida. Ante las elecciones próximas nos dicen que tengamos miedo de los que vienen, cuando ya es como para tener miedo de los que están. O nosotros o el caos, que decía el chiste de Hermano Lobo en 1976-1977, todos contestaban: "¡El caos!, ¡El caos!".

Saludos y que la cerveza os acompañe.

2 comentarios:

iralow dijo...

Tristemente así es...

saludos torraitos

Canichu, el espía del bar dijo...

Saludacos al calor veraniego. ya he visto que vosotros os habéis montado una fiesta con ibéricos. Muy rico.