martes, enero 05, 2016

NOTICIA 1553ª DESDE EL BAR: DIFERENTES DÍAS DE REYES

Estamos a 5 de enero, lo que quiere decir que esta noche es Noche de Reyes. No deja de ser curiosa la fuerza de la Edad Media en la cultura judeocristiana, ya que en origen, y se puede leer en el Nuevo Testamento, exactamente en San Mateo, al niño Jesús, futuro JesuCristo, redentor del mundo, hijo de Dios Yavé en el mundo terrenal, no le visitaron tres reyes magos, si no tres magos, a secas. El carácter de reyes les fue otorgado en algún momento de la Alta Edad Media, mientras se derrumbaba el Imperio Romano o recién derrumbado el mismo. La cosa es que ya desde un origen el mundo hebreo en el que nace el cristianismo era reticente a que fueran magos los que visitaron a Jesús cuando era bebé. Venía de oriente, en esto la tradición y los textos coinciden, aunque uno de ellos venía de un reino que se insinúa más allá de Saba o de Punt, o sea, pasado el antiguo reino de David y de Salomón, de los que Jesús era descendiente por vía de la sangre materna, de María. Ese que venía más allá de Saba, venía obviamente del África negra, ya que Saba y Punt se ubicaban al sur de Egipto, hacia Sudán y Etiopía, se especula que quizá incluso del Lago Victoria. Este era Baltasar, que por alguna razón se encontró con Melchor y Gaspar en algún lugar de oriente, donde una estrella fugaz les guió a Jesús. Representan ellos el mundo entero que se conocía, ya que uno es de África, otro es de un Asia lejana, el Medio Oriente actual, que sería Persia, y otro era más cercano al mundo europeo conocido, Próximo Oriente. Además representaban las edades del hombre, ya que uno era joven, otro de mediana edad y otro anciano. Quedaba así representado el mundo adorando al hijo de Dios hecho carne de hombre. Sus regalos, oro, incienso y mirra es un símbolo cada uno de ellos que habla sobre la espiritualidad y otros asuntos. No deja de ser llamativo igualmente que sean estas tres personas que van a adorar al niño Dios las que ponen en alerta al rey Herodes, de Palestina, sobre que ha nacido alguien que podría quitarle su reino, por lo que manda una matanza que, de haberse producido, posiblemente se remita a unas pocas aldeas y menos de una decena de niños, como mucho una decena, si atendemos a otras fuentes que no lo mencionan, a los restos arqueológicos y a la fisionomía de los mapas y de la demografía de por entonces. Pero, aún con todo, estos reyes magos de los que sería lógico pensar que como reyes van a adorar a otro rey al que ellos reconocen legítimo, aunque las autoridades no, pues Jesús es heredero del Reino de Salomón, desaparecido tiempo atrás antes de su nacimiento, no son reyes. En principio San Mateo dice tan sólo que eran magos. 

No hay que entender que fueran magos en el sentido más actual de la palabra, ya que los magos y los hechiceros eran cosas diferenciadas en la Edad Antigua. No mezclaban ovejas churras con merinas. El mago era el astrólogo y el astrónomo, que para el caso, en aquellos tiempos, ejercían de las dos cosas a la vez. Estos eran los grandes científicos de las cuestiones cósmicas y físicas. Exploraban los cielos nocturnos y trataban de dar explicaciones científicas y pseudocientíficas a las cosas que acontecían en el mundo. La nación más dada a estos magos eran los persas, el valle de Mesopotamia llevaba siglos generando observatorios en forma de torres, llamadas zigurats, y tenían una religión en torno a Mazda y Zaratustra que algunos estudiosos de la Historia y de la Edad Antigua han logrado relacionar con algunos pasajes de La Biblia como es la resurrección de Lázaro. Gaspar, Melchor y Baltasar serían así unos magos, unos astrónomos y astrólogos a los que observar las estrellas les hubiera indicado que el hijo de Dios iba a nacer en carne y hueso entre los humanos, y una estrella fugaz les iba a indicar el camino. Revelación de Dios que combina lo santo y milagroso con la Ciencia, la de la época, claro. Así Dios está unido a lo divino y a lo científico. Sea como sea, los magos eran mal vistos en el mundo hebreo, y posteriormente en el cristiano, tanto es así que la adivinación, la predestinación y cosas así son condenados por muchas ramas del cristianismo y en concreto ambas por el catolicismo, a pesar de que sus reyes magos usaron de ello, los apostólicos romanos lo resuelven como revelación de Dios, y no aceptan pregunta alguna que surja, aunque no sea este el pasaje de La Biblia que más dudas presente al lector. 

Dicho todo esto llegamos al año 2016 español con dos polémicas en torno a los reyes magos. Por un lado tenemos la de Madrid, donde la alcaldesa de Podemos, Carmena, ha sustituido a los reyes magos representados por hombres por reinas magas representadas por mujeres. Espero que en este alarde de igualdad de género se acuerde de que se puede contratar a una reina maga de raza negra para hacer de Baltasara, ya que hasta la fecha al rey negro lo ha interpretado un hombre blanco pintado de maquillaje. ¿Cómo adentrarse en si deben ser hombres o mujeres sin resolver antes décadas de racismo en un acto tan entrañable como este? Si hay un personaje de raza negra, nada cuesta contratar a alguien de raza negra para hacer de alguien cuyo protagonismo infantil es indiscutible, es quizá el más querido de los tres por muchos niños y niñas, a pesar de que es el que trae carbón a los niños malos. ¿Hay niños malos? Pues los habrá, aunque no creo que en el sentido en el que podría creerse. Hay niños obedientes, hay niños más díscolos, niños traviesos, niños que aspiran a héroes... niños malos, en sí, los habrá, pero muy pocos, como aquellos que mataron a un niño en Londres hace años sólo para ver como se sentía uno al matar. Bueno, esos quizá son niños sociópatas, que no psicópatas, ya que el psicópata distingue entre el bien y el mal, y el sociópata, no. Como sea, a mí la polémica me parece de más. A Carmena le avala un cuento de la poetisa Gloria Fuertes, que hablaba de reinas magas, poco más, quizá también montones de ideas pedagógicas sobre la igualdad de género que tan en boga están ahora y que, como dijo un amigo, parece que ahora todo es machismo. A mí me parece simplemente que los reyes magos son hombres, por el mero hecho de la tradición religiosa. Pese a quien pese, los reyes magos es un asunto religioso y cristiano. La mera celebración de la cabalgata de reyes es un hecho lúdico y de gran diversión para los niños, pero es también un hecho religioso. Los tres reyes magos salen de donde salen, y si no, ¿qué hacen en los Portales de Belén de las casas familiares durante todas las Navidades adorando al niño Jesús? El gobierno es laico y ese es un valor que Podemos quiere poner en valor, pero supongo que saben que eliminar de los actos del ayuntamiento de Madrid el apoyo a la cabalgata de Reyes puede ser un trago que indigeste de manera pública. Puedes dejar sin empleo a montones de personas, pero no toques ni el fútbol ni tradiciones que a todos gustan, como es el caso de un día donde todos son generosos y se les da regalos a los niños dejándoles creer en la magia de que todo es posible en el camino a la felicidad. Aquello que crea felicidad no se toca, bajo riesgo de que te corten las manos. Así que los reyes magos serán cosa cristiana, pero no se tocan, se les mira con ojos mundanos y se les pasa como seres míticos que dan regalos a niños y adultos, se obvia que esos regalos reproducen la idea de que regalaron a Jesús por la alegría de la vida dada. Y como no se tocan, no se autoelimina el ayuntamiento de celebrar la cabalgata. Ahora bien, van y los pasan al género de ser mujer, y es ahí donde el ayuntamiento trasciende al plano entre la tradición y la religión. Visto lo visto, si es por igualdad de género, ¿por qué no celebrar la Semana Santa que viene haciendo que en la cruz haya una mujer haciendo de JesuCristo, una JesusaCrista? A mí la polémica me da igual, sinceramente, me la tomo con humor, pero no deja de tener su interés de cómo se ha llevado el asunto. Prefiero a los reyes magos hombre, pero no por una cuestión de machismo, como alguien diría con seguridad, sino porque la tradición es esa y porque los personajes de La Biblia están descritos muy claramente como hombres... ahora bien, como hombres magos, no como reyes magos, y es así como llegamos a la segunda polémica, no sin antes apostillar que creo que hay asuntos de igualdad de género más importantes de tratar que colocar un Baltasar o una Baltasara encima de una carroza donde tirar caramelos a los niños. ¿Y qué tipo de caramelos, por cierto, es que nadie ha pensado en los niños diabéticos o con cualquier otro problema al estilo? Aquí, por sacar pegas políticamente correctas se pueden sacar muchas. Con lo fácil que es vivir y dejar vivir. Creo que Valle-Inclán estaría altamente satisfecho, podría sacar más obras de teatro a su estilo.

La segunda polémica viene de la cabalgata de reyes de Valencia, que no ha sido de reyes, ha sido de magas. Me es tan indiferente como la otra polémica, me hace gracia también, y por eso la comento. En este caso los más conservadores de España han puesto el grito en el cielo porque se les ha quitado la categoría de reyes, y han sido simplemente magas. Bueno, he de imaginar que es gente que lee poco a San Mateo. Le pondrían a parir si descubrieran que los reyes magos no eran reyes, que sólo eran magos, como he explicado antes. Lo siguiente que les escandalizaba es que fueran mujeres. Bueno, me es indiferente, ya he dicho que por una cuestión de tradición y de respeto a los textos originales yo prefiero que los personajes sean como originalmente se decía que fueron, hombres, pero me es un poco indiferente, aunque me haga gracia lo mucho que se preocupan de este asunto y no de otros más graves, como es la preocupación por muchos empresarios por controlar cómo se visten sus empleadas para ir a trabajar de cara al público (y no precisamente para que vayan tapadas o con ropa de calle habitual), eso sí que crea una gran cantidad de mentalidad machista, pero bueno, allá cada cual con sus prioridades en sus luchas. La cuestión es que la gota que colmó el vaso en la cabalgata de Valencia para los conservadores es que ellas no sean las equivalentes de Gaspar, Melchor y Baltasar, sino que son los valores de la democracia encarnados en los personajes de la Revolución Francesa y de toda República: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Los telediarios de Antena 3 las llamaron, en un ejercicio de memez intelectual, "reinas republicanas"... ¿Reinas y republicanas? El afán de querer crear titulares llamativos de Antena 3 no tiene límites ni le falta estulticia. No explicaron que Valencia no ha eliminado a los Reyes Magos y que estas tres Magas eran un homenaje a esos tres personajes femeninos que ya desfilaron en los Días de Reyes de 1936, 1937 y 1938 en Valencia, los años de la guerra civil española que contuvieron las fechas de Navidad en ellos. Valencia era una ciudad de retaguardia donde se había refugiado el gobierno central, pero también a donde se había evacuado a numerosas mujeres, ancianos y sobre todo niños y niñas. Niños y niñas huérfanos de guerra, desnutridos, mutilados, con el padre en el frente combatiendo, que habían observado los cuerpos descuartizados por las bombas en Madrid, que habían vivido el miedo de morir antes de los cinco años, y demás. En aquellos años de guerra al municipio de Valencia se le ocurrió que suficiente tenían los niños con lo que tenían encima y decidió no anular las fiestas del Día de Reyes, por lo que transformó unos personajes de carácter estrictamente cristiano y con tradición  monárquica, en aquellas magas de valores democráticos e igualitarios entre sexos. La idea era llevar algo de felicidad a aquellos niños, ¿o es que también debían quedarse sin reyes magos? Las fotos de la época deja ver sonrisas en aquellos niños que poco tenían para sonreír. Valencia ayer, en un acto cercano a la recuperación de la memoria histórica y en lógica coherencia con que el Estado en España es laico, según la Constitución, recuperó a esas magas, pero no anuló a los Reyes Magos.

No veo motivo realmente serio de enfado por parte de los más conservadores ni con la cabalgata de Madrid, ni con la de Valencia, aunque entiendo los porqués de los enfados. Lo que falta es entendimiento, y tener las cosas claras unos y otros, unos por unas cosas y otros por otras. Entiendo el enfado que pueda tener algún católico practicante, pero me hace gracia el enfado del que de la religión lo único que sabe es el precio en dinero de la comunión de su hijo o de la boda de su hija. ¿Que el día de Reyes Magos es ya algo más pagano que religioso? Pues sí, pero su origen es el que es. Quizá en España debemos replantearnos muchas cosas, sobre todo si queremos una regeneración, porque, hagamos lo que hagamos, si no tenemos claros los conceptos, ¿cómo enfrentarnos a una regeneración, a un saneamiento de los males que nos han aturdido? A mí las polémicas del día de Reyes me hacen tomármelas con humor. No tienen peso real en mí. Pero de fondo hay algo más, hay un forcejeo entre una España que reclama valores nuevos, aunque sea sin comprender del todo los valores antiguos, y una España de valores antiguos que quiere que nada se mueva, y eso, queridos lectores, ya se vivió en 1931, cuando se proclamó la Segunda República. El cómo evolucionemos a partir de aquí dependerá de nosotros. De cada uno e individualmente de nosotros, nuestras actitudes y nuestras tolerancias.

Saludos y que la cerveza os acompañe. 

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