domingo, enero 29, 2017

NOTICIA 1677ª DESDE EL BAR: SIETE AGENTES DE LA CIA EN EL CEMENTERIO DE ALCALÁ DE HENARES

Hasta siete espías de la CIA, la agencia central de inteligencia (servicio de espionaje) estadounidense, yacen y descansan muertos en la fosa común número 39 del cementerio de Alcalá de Henares. O tal vez yacieron. En principio, hasta donde yo sé, yacen, pero pudieran haber sido exhumados. Lo cierto es que he sabido de ellos hoy, al leer la revista El País Semanal, nº 2.105, de 29 de enero de 2017, en el reportaje "Ricardo Sicre, la huella de un agente secreto", escrito por Álvaro Corcuera. Sicre no es un personaje nuevo, cuenta incluso con dos películas documentales, Agente Sicre, el amigo americano (2014, Pablo Azorín , Marta Hierro y Alberto Jarabo) y Espías en la arena. Objetivo España (2016, Pablo Azorín y Marta Hierro). Es un personaje que además también ha salido ya estudiado en varios libros de Historia, uno de cuyos autores es el reconocido historiador Ángel Viñas, a quien tuve la oportunidad de ver en persona una vez en conferencia y de quien, habiendo leído bastantes de sus textos, sólo se le puede criticar de ser excesivamente benévolo con todo lo que hicieron en el pasado PSOE y UGT y excesivamente contundente contra todo movimiento político, social o sindical que no sea de esas dos organizaciones. Ricardo Sicre, sin embargo, no era del PSOE, no era socialdemócrata, era del PCE, era comunista, pero no es él quien se encuentra en el cementerio viejo de Alcalá de Henares, cuya fosa 39 se haya fotografiada en el mismo reportaje citado.

Los siete espías de la CIA que fueron enterrados de modo anónimo en el cementerio de Alcalá, o agentes de la CIA, como se prefiera llamarles, fueron agentes al servicio de Ricardo Sicre, que fue el cabecilla de un grupo de espías españoles de origen republicano al servicio del servicio secreto de Estados Unidos que por entonces todavía no se llamaba CIA, sino OSS. ¿Hubieráis comenzado a leer este artículo si hubiera dicho "siete agentes de la OSS" en lugar de "Siete agentes de la CIA"? Pues precisamente porque sé que vivimos en épocas donde prima el espectáculo y como realmente no miento al decir CIA en lugar de OSS, siendo la OSS el antecedente de la CIA que fundó el presidente norteamericnao Franklin Delano Roosevelt en los años 1940, con ese reclamo me permito el lujo de reflexionar sobre ese interesante reportaje al que os remito para su lectura a quien esté más interesado.

Los siete agentes de la OSS no sólo fueron enterrados en el cementerio antiguo de Alcalá (por entonces simplemente el cementerio de Alcalá de Henares), previamente fueron fusilados en esta ciudad, tras pasar una temporada en la cárcel política (hoy Parador Nacional) y ser juzgados y sentenciados a muerte por la dictadura de Franco. Todo esto ocurrió en 1943 como consecuencia del fracaso de la Operación Banana, una operación secreta organizada por Estados Unidos con agentes de la OSS cuyos oficiales al mando eran Ricardo Sicre y Donald Downes. La idea era desembarcar combatientes españoles en las costas andaluzas y en Melilla para preparar una invasión aliada a la España de Franco con el fin de poder garantizar que no habría problemas con las operaciones militares que en el Norte de África darían lugar a la Campaña de África, cuyo culmen sería la batalla de El Alamein, igualmente querían garantizar que Franco, que acababa de mandar soldados españoles a Stalingrado en ayuda de Hitler, no involucrara a España en la guerra mundial en auxilio de Alemania e Italia, lo que complicaría los planes de invasión a Europa que tarde o temprano ocurriría, como así fue por vía Italia y por Francia. Los españoles que localizó Sicre eran republicanos presos de la Francia colaboracionista que estaban siendo usados para construir el tren Transahariano en Argelia, buena parte de ellos de filiación comunista en la pasada guerra civil española, aunque no todos los que estaban en la Argelia francesa eran de esas ideas. 

La detención por parte de la policía político social de Franco del comunista Antonio Rodríguez López provocó que las torturas recibidas por este derivasen en una serie de delacciones que provocaron más de doscientas detenciones y el fracaso de la Operación Banana y otras tantas programadas con nombres de fruta. La Operación Banana era la destinada a desembarcar comandos españoles republicanos en Málaga, esa operación y la Operación Albaricoque, destinada a Melilla, fueron las únicas en realizarse, aunque de modo fracasado. Del fracaso de aquella operación salieron juicios sumarísimos y penas de muerte que son las que nos llevan al presidio en Alcalá, pena de muerte y enterramiento de aquellos siete miembros de la OSS que trabajaban para Sicre, uno de ellos: Manuel Lozar. El fracaso de la operación puede estar aún sujeto a mayores estudios y consideraciones. Tal como recuerda el reportaje, en 1943 el PCE estaba dividido entre sí a costa del caso de Jesús Monzón, uno de los líderes del partido comunista, el cual era partidario de estar aliados con Estados Unidos para liberar España. Entraría en conflicto con Santiago Carrillo, esto se resolvería en 1945, tras la invasión fallida del Valle de Arán, con la detención de Monzón en Barcelona de manera sospechosa. Enrique Líster, comunista español proclive a Stalin como Carrillo, diría en sus memorias que los agentes de Carrillo buscaban a Monzón de camino a una reunión en Toulouse, si le hubieran encontrado ellos antes le hubieran matado, sólo que hoy día muchos historiadores sospechan que la detención en España de Monzón pudiera tener que ver también con acciones de Carrillo, que pudiera haber esperado que Franco lo fusilara. Como quiera que nadie, ni nada, ha aclarado estos sucesos de manera indudable, a nosotros nos basta el dato en 1943 de que el PCE estaba dividido entre posturas cercanas a Carrillo y su cercanía a Stalin en esas fechas, y posturas de diversos líderes alternativos que deseaban una acción más dirigida al interior de España y menos dirigida por el PCE del exilio amparado por los intereses en cada momento de la URSS.

Los miembros de la OSS, como todos aquellos que participaron de la operación fallida de 1943, sabían a lo que se enfrentaban si, como ocurrió, fallaban. Estados Unidos no quería implicar a España en la guerra por un error suyo, a pesar de que hacían aquello precisamente para evitar una implicación mayor de lo que ya estaba implicada España con la guerra. Estados Unidos abandonó a sus agentes presos por cuestiones estratégicas. Tras el final de la guerra en 1945 pudo haber reclamado sus nombres, pero los acontecimientos se fueron sucediendo y nadie quería entrar en España tras liberar el resto de Europa. En 1947-1948 la Guerra Fría contra la URSS era ya un hecho evidente, tan evidente como el aislamiento de España por haber colaborado con Alemania e Italia y ser un gobierno de origen fascista, pero cuando comenzó a gobernar el general republicano Eisenhower se comenzaron a abir puertas a España hasta el punto que en 1953 era ya un gobierno aliado de Estados Unidos de manera pública mundialmente. La dictadura de Franco se prolongó hasta su muerte en 1975, y hasta su desmontaje político en 1977-1978, y estos agentes de la OSS no fueron reclamados: fueron olvidados, más aún en aquellos años, y especialmente en los años 1950 estadounidenses, cuando estas personas, y su propio jefe, Sicre, habían sido del Partido Comunista de España. Y ahí seguían hasta que alguien recuperó su historia a comienzos de la década de los años 2010. Y ahí están en el cementerio de Alcalá bajo el número 39 y un montón de tierra, sin ningún  recordatorio de quiénes eran aquellos del número 39.

El cementerio viejo de Alcalá esconde secretos entre sus obras de Arte fúnebre que se acumulan desde el siglo XIX. Ya en 2014 había comentado que se enterraron durante los años de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) a soldados alemanes que murieron en esta ciudad durante una parada que tuvieron que hacer al venir a la península tras su derrota en África, se puede leer en la Noticia 1359ª. Estos tenían su tumba con lápida. En el asunto de los agentes de la OSS se les enterró en una fosa común, como a la gran mayoría de los ejecutados republicanos de Alcalá de Henares durante la represión política que le sobrevino a la ciudad a partir de 1939. Estos se enterraron en la fosa común del zanjón, a mano izquierda del cementerio, junto a la tapia, según se entra por la puerta. Fueron alrededor de doscientas ochenta y seis personas ejecutadas. En 2012 se le colocó por primera vez una placa conmemorativa, la cual fue rápidamente retirada, no se sabe si por el ayuntamiento, los servicios del cementerio o alguien contrario al homenaje a los que dieron su vida por pensar diferente al franquismo. Al año siguiente ocurrió lo mismo. Pero en aquel 2012 yo estuve, y leí un poema mío a petición de los organizadores del acto, Noticia 1070ª. En aquella ocasión estaban presentes varios políticos de la izquierda alcalaína, entre ellos el actual alcalde del PSOE, Javier Rodríguez, que prometieron colocar un monumento o una placa permanente en aquella zona en recuerdo y homenaje a su memoria, ya que incluso uno o dos años antes, yo creo que un año antes, el gobierno del PP en manos de Bartolomé González había planteado incluso construir una acera de losas encima de aquel lugar, que aún con todo conserva algunos montículos de tierra y algunas cruces que marcan enterramientos comunes, como el de la fosa 39. Si en los años 1970 se logró exhumar algunos cuerpos, otros no. Sea como sea, esa zona es una zona de momentos trágicos de la Historia reciente de la ciudad y debieran ser recordadas las personas que un día murieron en defensa de libertades y derechos que hoy día disfrutamos. En todo caso no es la única promesa incumplida en este sentido. También Bartolomé González, alcalde que fue por el PP, prometió en 2008 honrar con una calle o con una placa a Nacarino, miembro alcalaíno del PCE que en 1947 fue encarcelado y procesado por la explosión del polvorín de Alcalá, siendo inocente, Noticia 396ª. Nunca cumplió su palabra al respecto. Un año más tarde, en 2009, el propio Parador Nacional, o al menos una de las personas responsables de él, comentaba que colocarían una placa allí, por haber sido la cárcel política, por los ochenta alcalaínos encarcelados y procesados por aquella explosión, y sus ocho fusilados en 1948, siendo inocentes todos ellos, Noticia 620ª. Tampoco esto se ha realizado. Aunque otras placas, como la destinada este año a Melchor Rodríguez, Noticia 1657ª, o la que desde el año pasado se pretende colocar detrás de la ermita de El Val por ser allí donde fusilaban a los republicanos alcalaínos, parecen ir yendo hacia su consecución. 

Sea como sea, el cementerio viejo de Alcalá esconde secretos más allá de sus obras de arte funerarias. Entre sus tumbas y criptas se pueden encontrar nombres y apellidos conocidos de familias y personas relevantes en la Historia y devenir de la ciudad, pero también se encuentra una bonita evolución de conceptos y de arte desde ese siglo XIX hasta casi el final del siglo XX, si bien se siguen haciendo algunos enterramientos, pocos, pues ahora la mayoría son en el cementerio nuevo o Cementerio Jardín, en la carretera del Gurugú. No es la primera vez que lo comento en esta bitácora, pero el caso de los siete agentes de la OSS enterrados aquí me da la ocasión para poder reiterar y reivindicar el cementerio viejo como otro lugar a conservar como parte del patrimonio cultural de la ciudad, parte de su Historia. Algunas de sus lápidas se encuentran deterioradas y a punto de perderse para siempre si no tienen una restauración mínima. No es cuestión de ponerlas nuevas, como si fueran de ayer, pues entonces el cementerio perdería su sentido y su encanto, pero sí de poder conservarlas todo lo mejor posible y fomentar el conocimiento de lo que encierra este camposanto. Se pueden hacer incluso rutas. Si bien esta idea ha producido que algunas amistades me preguntaran si hay alguien conocido enterrado allí, y descartar ellos interés alguno por tal ruta si no lo hay. La idea en sí me parece una buena idea, porque el cementerio en sí es toda una puerta a un cierto romanticismo plagado de varios estilos artísticos mezclados desdel el siglo XIX. No es un cementerio feo, ni es un cementerio sin historias. No necesita de grandes nombres para tener su atractivo por él mismo. Sólo hay que conocerlo y conocer algunas de las vidas de quienes allí están. En otras palabras: como parte de la Historia de Alcalá que es, sólo hay que conocer y fomentar la Historia de Alcalá para acercarse a él, aunque, sinceramente, si no se supiera mucho de ella, ya de por sí es un lugar hermoso, forzosamente plagado, ¿cómo no?, de todas aquellas connotaciones que más allá de la Historia o el Arte puedan atraernos de un cementerio de cerca de ciento cincuenta años de antigüedad. No se trataría tampoco de perturbar su paz ni de hacer de él un "circo". Hay que evitar eso, por supuesto, pero contiene elementos suficientemente atractivos para su conservación y promoción, como el enterramiento en farola de quien pagó una farola para las noches del cementerio, o aquellas personas que sobre su lápida no colocaron cruces, vírgenes o Cristos, si no a la mismísima diosa romana Proserpina, esposa de Plutón, equivalentes de los griegos Perséfone y Hades. Los misterios y los simbolismos de tumbas y criptas son puertas abiertas a innumerables interpretaciones y narraciones por conocer o por evocarnos. Todo entre cipreses y tapias de ladrillo entre formas decorativas neomudéjares o bien de un modernismo castellano que roza los colores terrosos de la arquitectura centroeuropea de finales del siglo XIX y principios del XX.

Nada hay que recuerde a los miembros de la OSS, ni porqué allí y no en otro sitio, en aquella fosa 39, como nada hay que recuerde nada del pasado de esta ciudad y de la gente que fue allí enterrada en ese cementerio, en ninguna época ni contexto. Hay una tumba cerca de esas fosas que contiene en su lápida el nombre de varios miembros varones de una misma familia muertos el mismo día de 1939, poco después del final de la guerra. ¿Qué historia contiene? ¿Fueron ejecutados, como uno podría pensar? ¿Por qué, por quién? Pero también hay tumbas familiares con el apellido de los Azaña, que es una familia muy activa como escribanos, notarios, miembros del ayuntamiento y negocios de la ciudad desde el siglo XVI-XVII en adelante. Hay tumbas comunes de conventos de monjas que así lo escriben sobre el mármol que las cubre. Hay criptas con cúpulas, gárgolas y formas propias de cuadros romanticistas y neogóticos, tal vez muy apropiados para rodar películas con escenas tenebrosas o misteriosas. Tumbas casi comidas por hongos y musgos, decoraciones que hace cien años que no se hacen, rejerías apasionates, conceptos del más allá en relación con el más acá cambiantes a lo largo de las décadas representados en múltiples formas e inscripciones, hay militares muertos a finales del siglo XIX, tal vez algunos intervinieron en la Guerra de Cuba, otros los hay que nos hacen pensar en la Guerra del Rif. Hay, en definitiva, todo un legado por conocer. Un legado que pudiera ser muy interesante conocer. Y hay gente y acontecimientos que aún esperan ser honrados debidamente, respetados como es debido.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

martes, enero 24, 2017

NOTICIA 1676ª DESDE EL BAR: ARTE ISLÁMICO, BÁSICAMENTE (2 de 2, final)

Un poco de terminología:

Arco de herradura: es el elemento fundamental, aunque no es la única clase de arco. Es el primero que adoptan, y le dan gran continuidad en el uso y el tiempo. Con el paso de los siglos y las consecuentes adopciones de cada época e incluso de dinastía gobernante diferente, habrá otros tipos de arcos, algunos bulbososos, otros con azulejos, otros con mucárabes, etcétera. El arco de medio punto de la arquitectura clásica de Roma y Grecia no es tan usado como este otro en herradura, que venía también de la Edad Antigua, adoptado de los diferentes imperios y reinos de Oriente Próximo y Medio, pero en aquellas épocas sobre todo venía de los pueblos germanos, en concreto sobre todo de los pueblos godos (ostrogodos de Italia y visigodos de Francia y España), que previamente habían estado en el Este de Europa. Los musulmanes suelen usar los arcos de herradura dentro de un alfiz, una encuadernación geométrica (se crea el efecto de que dentro de un cuadrado de ladrillo, tal vez decorado con motivos vegetales geométricos, atauriques, está el espacio abierto del vano del arco de herradura, formado en la zona superior del dintel al colocar en las dos columnas, o simplemente laterales del dintel, un saliente a modo de capitel, una ménsula, del cual parte el arco en sí, creando ese efecto de herradura).

Arcos anglelados: Cuando el interior del arco está decorado. Son más propios hacia el final de la Plena Edad Media y a partir de la Baja Edad Media y la Edad Moderna.

Arcos Apuntados: Coronados en pico. Propios sobre todo de Oriente Medio. Como los arcos de herradura y los arcos de medio punto, son de los primeros arcos que usan, aunque posteriores en su aparición en el mundo islámico respecto a los otros ya comentados. De hecho los arcos de medio punto y los arcos de herradura aparecen lo primeros en la Edad Antigua y los segundos a finales de esta y son mmuy populares en la Alta Edad Media. Ambos de esos arcos son propios del Arte Románico cristiano que vendrá con los carolingios en Europa, pero los apuntados son propios también del Arte Gótico cristiano que vendrá tiempo después en Europa. Así pues tenemos para el Arte Islámico dos focos originarios para que tomaran nota de su uso y lo adaptaran a sus construcciones, sobre todo, como se ha dicho, en Oriente Medio, donde ya existían de otras culturas.

Arcos bulbosos: con mucárabes. y también en forma de cebolla y apuntados. Suelen tener pinturas azules decorativas. Son muy propios de la dinastía de los Safáridas, en lo que hoy día es Irán. Extienden esta forma de arquitectura entre los siglos XVI y XVII combinándola con puertas que combinan torres con ménsulas, arcos apuntados combinados con arcos polilobulados e iwames.

Arcos polilobulados: Los hay lobulados y polilobulados, incluso que combinan geometrías rectanculares con lóbulos, esto en épocas tardías. Serían arcos con pequeños arquitos formando su forma. Comienzan hacia la Baja Edad Media.

Lacería o lazo: se suele usar en el alicatado, normalmente con colores diferentes. Son motivos geométricos entrecruzdos que se pueden repetir sin fin. A veces los aprovechan para repetir motivos naturalistas pasados al abstracto. Aparecen mucho en la madera, sobre todo en España. Se pueden ver en las marqueterías, los artesonados, las techumbres, las puertas, las ventanas...

Bóveda califal: en buena parte copiando las bóvedas que encuentran en el Imperio Bizantino.

Bóveda de nervios: pero sin cruzar los nervios en el centro.

Mocárabe: motivos geométricos muy unidos entre sí y que se aplican a zonas muy determinadas.

Trompa: elemento triángular que sirve para pasar de un elemento circular a uno recto, por ejemplo de las cúpulas a los muros a través de las esquinas. También están las pechinas, que controlan el tránsito de la columna al pilar.

Mezquita: Ya he dicho varias cosas sobre ellas anteriormente. El director espiritual de cada mezquita es el imam, igual que en las iglesias es el cura o sacerdote. El imam en origen era el director espiritual de las caravanas, pero al asentarse en poblaciones comienza a vivir y a hacer sus actos religiosos en la mezquita, que tienden a imitar la forma de la casa de Mahoma. En las mezquitas más simples, las primeras, que se ajustaban más a la forma de aquella casa, la zona descubierta del patio, sahn, era más pequeña que la cubierta si tenía esa mezquita muchos seguidores, y más grande si tenía menos. La razón era y es utilitaria ante las inclemencias del tiempo como es la lluvia, el sol, el frío, etcétera. La zona cubierta o es una sola nave o son varias paralelas a, y orientadas a, un muro al cual dirigen sus oraciones al estar orientado a La Meca, es la quibla. Pueden ser naves transversales al muro en algunas ocasiones. Para distinguir ese muro de oración se abría un nicho, mihrab, y recibía el mayor número de elementos decorativos. Desde allí el imam o el califa, depende de qué mezquia hablemos, dirigían y dirigen la oración. Ese espacio de oración, donde estarán los orantes, se llama maxura, y puede estar cerrado con celosías que dejen entrar la luz de manera matizada. El imam o el califa guiará la oración desde un mindar, que sería el equivalente al púlpito cristiano. En épocas medievales los mindares eran sobre todo muy usados en Al-Andalus, quizá en respuesta a los ritos cristianos en un mundo ibérico tan cercano entre sí, con el tiempo son normal verlos por el resto del mundo islámico. Como diré más tarde, los primeros mindares serán de madera, pero enseguida se preferirá hacerlos en piedra. Las mezquitas se pueden ampliar siempre que el espacio lo permita, tanto el del municipio donde se ubica como el propio del edificio, ya que prima la uniformidad decorativa y sus efectos, más que la arquitectura.

Iwam o mezquita de cúpula: Tienen un patio central alrededor del oval, se realizan una serie de construcciones de madrasas (escuelas donde educar, pues la educación tiene a la madrasa como lugar y estas suelen ubicarse en la mezquita), hospitales, a veces salas de justicia, etcétera. Cada lado del patio tiene una gran puerta, por lo que hay cuatro grandes puertas, todas ellas con antesalas muy decoradas, estas antesalas son los iwam propiamente dichos. Los iwam están abovedados. La entrada o iwam más importante da acceso a la puerta del santuario, es un espacio cerrado con cúpula que sirve de entrada a modo de antesala.

Mezquita bloque: Se da en Egipto. Se construye en cubo. Es una arquitectura muy cerrada. Es propio de la época de los mamelucos. Contienen espacios de mausoleo para el enterramiento del sultán.

Mezquita otomana: Se basan en la Iglesia de Santa Sofía de Constantinopla. La cúpula central se apoya en otras dos cúpulas menores, destacando la central. Con los emperadores otomanos los arquitectos logran su mayor prestigio y reconocimiento. Suelen rodearla de varios minaretes. Si bien las mezquitas originales no necesitaban de minaretes, pronto estos fueron necesarios. Igual que los cristianos llaman a los oficios religiosos con campanarios, el mundo musulmán llama a los actos religiosos con minaretes. Si los cristianos hacen sonar las campanas y se construía una iglesia a la distancia de otra en principio donde ya no se oía bien la campana, las mezquitas seguirán el mismo principio pero haciendo subir al minarete, una torre, al imam y haciendo que este llame a la oración desde allí arriba con su voz. Cuando los minaretes se difundieron en la arquitectura de las mezquitas, se construía uno sólo, y su altura podía indicar la importancia del santuario, como por ejemplo la de la Mezquita de Rabat. Con el paso de los siglos y las distintas pretensiones de poder de los diferenes Estados islámicos, se popularizaron mezquitas de dos minaretes y, con los otomanos, las hay de manera excepcional hasta de seis minaretes, como simbolo de gran poder. También son llamados alminares, y los puede haber circulares en lugar de cuadrangulares, así como algunos están por fuera de la mequita aunque unido al muro.

Otras mezquitas: Existen otros ejemplos de mezquita con dobles pasillos, con patios octogonales rodeando cúpulas, con varias salas de columnas, con zigurats en lugar de minaretes (los zigurats venían de la Edad Antigua de Oriente Medio, del valle del Eufrates y el Tigris, especialmente de la época del Imperio Persa y la religión del mazdeísmo), etcétera. 

Soportes: Columnas, que son redondas, y pilares, que son cuadrados, para reforzar las zonas cubiertas, ampliarlas y a veces elevarlas. Las hay de diferentes tipos, y a veces sujetando arcos de diferentes formas y decoraciones, según la época en la que se construyeron. Por ejemplo, en épocas avanzadas era propio que en los arcos hubiera dovelas de diferentes colores, gracias a diferentes tipos de mármoles u otros materiales. Sirve de ejemplo la Mequita-Catedral de Córdoba.

Decoración: mosaicos naturalistas, sobre todo en palacios. Atauriques, combinaciones de materiales y colores, yeserías, marqueterías, fuentes, jardines...

Torres cuadradas: En las esquinas de los edificios, sobre todo de palacios y de murallas defensivas como por ejemplo de alcázares (castillos) y de quns (especie de acuartelamientos donde no está claro si eran de función estrictamente militar o también de refugio de la población  civil), asemejando las construcciones defensivas del Imperio Romano.

Portadas monumentales: para el acceso a palacios, murallas de complejos defensivos o de gobierno, murallas de ciudades, accesos a zonas de Justicia.

Mausoleos: El Islam al principio sólo enterraba al difunto sin más significación. Con el tiempo empezarán a colocar lápidas con inscripciones. Pero en torno al siglo X, en Irán, comenzaron a crear edificaciones funerarias para las dignidades, son los mauseleos, que ya existían en diferentes civilizaciones de la Edad Antigua. En principio son construcciones cuadradas con una, dos o tres entradas, cada una en un lado. Se coronaban con cúpulas a modo de baldaquino (una especie de templete sujetado por columnas unidas por una especie de dosel bajo el cual estaría, en este caso, el sepulcro, en el cristianismo suele haber un altar religioso). Algunos mauseleos se volvieron más complejos a base de añadirles decoración y usando los ladrillos para crear geometrías. A partir del siglo XI los Selyúcidas aumentarán el tamaño y crearán una fachada que serviría de portada, con arco apuntado y mucha decoración, tal fachada se llama pishtaq. También se construirían enterramientos en torres en los caminos. Este tipo de enterramientos no eran permitidos en el Islam original. La muerte del cuerpo igualaba a todas las personas. El alma debía enfrentarse a un juicio en el que Mahoma defendería a la persona si había cumplido con el Islam. Si había sido así, libre de cargas, atravesaría un puente y entraría en el Paraíso. Por ello el cuerpo no debía recibir vanaglorias. Sin embargo, estos enterramientos monumentales existían y se normalizaron. Por ello mismo, con el paso de los siglos los arquitectos y artistas los hicieron más complejos tendiendo a la alegoría de entrada en el paraíso, para ello incluyeron jardines, fuentes, cúpulas bulbosas, espacios lujosos, uso de mármoles que reflejen la luz y el agua, plantas arquitectónicas colosales, patios... Los indios y mongoles comenzaron esta tendencia, mientras los mamelucos de Egipto fomentaron los mausoleos en cubo, menos ostentosos. Los turcos otomanos hicieron normal en los grandes enterramientos que hubiera grandes complejos funerarios casi como palacios.

Ciudades: Como se ha dicho los musulmanes eran en principio nómadas, se asientan según conquistan. Usan de las urbes y pueblos que ya existen, pero llegaron a plantear ciudades de nueva planta con un trazado idealizado de acuerdo a ideas teológicas. Es el caso de Bagdad, en el año 762. También de ciudades fortaleza y a la vez centro de sabiduría en las rutas caravaneras, como Tumbuctú. Ciudades palaciegas con idea de paraíso en La Tierra, Medina Azahara. En todos estos casos se buscaba la perfección ortogonal para los propósitos que perseguían. En el caso de Bagdad la mezquita y el palacio de gobierno eran el centro de la urbe, la cual era de planta redonda y con cuatro calles principales que llevaban a la mezquita. Sí que destacan más que las plantas de las urbes, ya que la mayoría eran reutilizadas y en principio construían casas que creaban calles tortuosas y laberínticas, los elementos públicos de estas urbes. El zoco, espacio de calles y plazas para el mercado, los baños públicos que copiaban los baños romanos (con salas de agua caliente, fría y vapores), los puentes, normalmente orientados para hacer el camino a La Meca, las murallas, etcétera.

Palacios: La gran mayoría son hoy día ruinas o los conocemos sólo mediante la literatura y los relatos históricos de la época. La arqueología nos da datos, pero pocos son los palacios y fortalezas de alcázar que se han conservado. Las guerras actuales, como la de Estado Islámico entre Siria e Irak, han empeorado la conservación de este patrimonio de la Humanidad. Ya fuese de califa, sultán o visir, el palacio se construía para que el gobernante no fuera visto desde el exterior. Todas las audiencias debían ser en el interior. Por fuera eran auténticas fortalezas austeras, por dentro eran como pequeños paraísos terrenales con fuentes, patios, jardines, grandes vistas, baños, acequias, gineceos, etcétera. Las murallas cuentan con grandes torres que defienden las puertas, que son varias, y siempre las hay por cada uno de los cuatro puntos cardinales, auxiliadas por otras menores y más ocultas tanto para gente no importante como para socorrer en caso de necesidad, para lo cual también pudieran haber túneles y pasadizos secretos. Hay salas de audiencia, sala del trono, salas de recreo, salas de Justicia (mexuar) salas de muy diversa índole, todas ellas con motivos habituales referentes a la Naturaleza e inscripciones o bien religiosas, o bien de alabanza a los gobernantes, o bien sobre la función de esa sala. No existe un sólo patio ni un sólo jardín, si bien hay siempre uno principal, hay otros menores, cada uno con una función en la vida social del palacio. Destacan La Alhambra de Granada, en España, de los Nazaríes, el alcázar de Sevilla y los restos de Medina Azahara, de la época califal de Al-Andalus, y Qasr al-Hayr Oriental, de los Omeya en Oriente Próximo, en el Imperio Islámico, o también el Palacio Rojo, de Amra. Es más normal ver en los palacios pinturas, estucos y figuras, arcos mistilíneos, terrazas a varias alturas, representaciones del árbol de la vida, de la mano de Fátima, de las llaves de la Justicia, del agua de vida eterna, capiteles de avispero en épocas avanzadas, sobre todo en épocas de taifas en el siglo XI y XII, arcos lobulados y polilobulados, ornamentos con estatuillas de animales, mobiliario de cobre, bronce y madera, atauriques, etcétera. Existen edificios sin patio, estos serían los qubba o pabellón, también alcaicerias (mercados con productos propios y exclusivos para el gobernante), alhomqas (mercados para las mujeres del sultán), habitaciones para los mercaderes que llegaban, maristames (hospitales de locos)... Eran complejos muy completos. Pensemos además que en el mundo musulmán la sucesión no era hereditaria por sucesión directa pensando en un orden de más viejo a más joven entre los sucesores varones. Aunque por fuerza de la costumbre así fue en términos generales, la realidad sucesoria era diferente. Partiendo de la idea de que el gobernante debía ser descendiente de Mahoma, para lo cual había juristas que se encargaban de elaborar genealogías, no todas ciertas, el derecho sucesorio recaía de entre los hijos, otros familiares o favoritos del califa por él designados estando en perfecto uso de su conciencia, de entre ellos recaía en aquel que entrara el primero en su habitación y le viera y asitiera en sus últimos momentos, o bien le viera el primero ya muerto, para lo cual debía ir a ser reconocido por las autoridades competentes y proclamado. Por esta razón muchos califas mandaron a palacios y castillos lejanos a muchos de sus posibles herederos políticos designados si tenía preferencia por uno, a quien conservaba a su lado cerca de su dormitorio (solía ser su hijo mayor o el que creía más apto), o bien si deseaba evitar conspiraciones contra su vida, de sospechar que había serias posibilidades para ello. Arquitectónicamente todas estas cuestiones también tienen su reflejo.

Mosaicos, pinturas y miniaturas: De lo que más hay son mosaicos. No buscan el realismo. Buscan lo idealizado con formas irreales. Algunas temáticas parecen copiar el mundo cristiano de las últimas épocas del Imperio Romano. Suelen representar la Naturaleza, pero también ciudades conquistadas y geometrias. No son el elemento principal de la decoración, ya que suelen auxiliar y combinarse con formas de arquitectura, sobre todo a partir del siglo X. Tienden al abstracto. Las pinturas abundan en los palacios, sobre todo en los vestuarios y en los baños. Suelen ser temáticas vegetales entrecruzadas, algunas a modo de orlas. A partir del siglo XIV parece evidente que algunos de los pintores que usaron, sobre todo en la península Ibérica, eran pintores cristianos, a juzgar por la técnica que usan. En general los pintores musulmanes controlan bien el estucado, pintan cúpulas con dorados, y se atreven a representar figuras animales, el árbol de la vida y también figuras humanas que pudieran ser cortesanos, estas están pintadas de forma tosca. Como eran considerados artesanos, los pintores musulmanes se especializaban, como ya dije, y los había para fondos, otros para lacerías, otros para vegetaciones, otros para estucados, otros para animales, etcétera. Las miniaturas, pinturas y dibujos para decorar textos, eran más abundantes y más ricas. Los libros sagrados, como el Corán, no son rellenados de miniaturas, porque se considera un libro de palabras y no de imágenes, pues son palabras de Dios, de Alá, y las imágenes no. En todo caso se decoran con atauriques, elementos naturales y trazos en las letras que decoran la caligrafía. Sin embargo, sí decoraron más profusamente textos literarios, científicos, técnicos, filosóficos y maumats (sesiones de entretenimiento, o colecciones de cuentos y relatos). Al no ser textos religiosos, los miniaturistas se permiten ilustrar con animales, no sólo con vegetaciones, y en algunos casos, muy raros, con personajes humanos. Aquellos que hablan de ciudades o de fortalezas pueden contener un dibujo de los mismos. Los científicos suelen contener decoraciones de temática natural en el final de página o en los bordes, más ilustraciones de los contenidos más técnicos. Los literarios tienden a rellenar la página de color, como en Roma, y a colocar animales en la naturaleza. Hubo varias escuelas importantes para estos ilustradores, como la de Harat.

Cerámica: No fue excesivamente rica en técnicas, pero introducen unas pocas que revolucionan la industria cerámica del momento. Una de ellas es el vidriado, para fijar los colores y darle aspecto de brillo. Otra es el esgrafiado, que fue la más valorada, sus productos fueron de lujo, prácticamente. Consistía en cocer el barro, luego darle una segunda capa de barro (engobe) y dibujar sobre esta, darle un barniz de óxido que se vidrificaba. La complejidad de esta técnica y la variedad de colores que lograban dotaban a sus cerámicas de gran valor artístico artesanal. Vidriado y esgrafiado no tenían porqué hacerse juntos, auqnue a veces se combinaban. Las cerámicas vidriadas ya aparecen con los Omeya, desde el principio del Islam, el esgrafiado aparece con los Abasí. Ellos mantuvieron la técnica en secreto, y usaron como colores metales preciados, usándolos en polvo, como el oro o la plata. Los Selyúcidas introdujeron figuras de animales, atauriques, geometrías, más gamas de colores... Por influencia oriental introdujeron los minae (esmaltes). Los mongoles siguieron innovando con más gamas de colores y en su representación de animales llegaron a reproducir incluso sensación o representación de movimiento. Los otomanos otorgaron importancia al azul, y destacaron temáticas de animales, especialmente de aves. Mientras que los Safáridas mezclan la cerámica con la arquitectura, abundan en los azulejos y los rodapiés, que ya existían, pero ellos lo potencian. En Al-Andalus traen en principio a ceramistas de lujo desde Bagdad, estos dan enseñanzas y evolucionará una cerámica propia que se mezclara con técnicas cerámicas de la penínsla Ibérica como es la cerámica de cuerda. El apogeo llegará aquí con el Reino Nazarí. Si bien la cerámica española musulmana fue muy rica e interesante, con ellos destacan los grandes jarrones a partir del siglo XIII con decoraciones doradas, animales, geométricas...

Metales, vidrios, cristales, madera y marfil: A pesar de que el Corán predica contra la ostentación, se realizó un arte muy rico en productos artesanales suntuarios. En el metal destaca la técnica del damasquinado, que consiste en incisiones y perforaciones donde se incrustaba hilos de oro y plata que creaban formas. El nombre de la técnica se relaciona con el nombre de la ciudad de Damasco. Hay también jarras de bronce cinceladas, sin más, para poder lavarse las manos o la cara y nariz en los actos religiosos. Los Fatimí de Egipto o las dinastías españolas usaron de jarras estilizadas con formas de animales alargados. A menudo se les labraba, o podían tener partes móviles. También incluían inscripciones escritas y figurativas, especialmente si se trataba de empuñaduras de espadas y productos como jofainas que pertenecían al palacio de alguien. En cuanto al vidrio y al cristal contaban con una técnica de gran valor como es el tallado de la piedra de cristal, propio de Egipto, o el soplado de vidrio para crear formas, propio de Siria. A partir del siglo XIII lo enriquecieron con colores diferentes combinados y con plicromías. Los temas son los de siempre, atauriques, animales... Destacan las lámparas de las mezquitas, copas, etcétera. En la madera hay pocos objetos conservados. La mayor cantidad de Arte en madera nos ha llegado insertas como elementos arquitectónicos de sus construcciones. Durante un tiempo los mimbares de las mezquitas eran de madera, pero se empezaron a construir en piedra. Destacan las taraceas. Son objetos de madera, como joyeros, cajitas, puertas, etcétera, que se construyen con dos o más maderas que se combinan entre sí geométricamente para combinar los diferentes colores de las clases de madera empleados o bien para meter en sus huecos otros elementos de diferente color, como marfiles o piedras. Las taraceas son muy propias de España y todo el Norte de África. De marfil fueron productos artísticos más propios de los califas de Córdoba. Son productos muy caros. Usan del ancho del colmillo de márfil del elefante del que se sacó, aunque se pueden hacer tablillas para hacer objetos más amplios, como cajitas. El producto más comú son cajas cilíndricas talladas en pieza única con el ancho natural del marfil. Estos botes son labrados con inscripciones sobre quién lo regaló, para quién lo regaló, para qué se iba a usar el bote, quién realizó el bote y cómo... y podían incluir escenas de caza, naturalistas, cortesanas y otro tipo de escenas. Los primeros creadores de estos botes eran los Sasánidas, aunque fuera en Al-Andalus donde fueron más populares. Alrededor de estos objetos, que solían regalarse, se producirá incluso una cierta actividad diplomática, social, amorosa... Suelen tener unos seis huecos por dentro. Se sabe que algunos guardaban juegos, otros guardaban cosméticos, aunque los usos podían cambiar. Se les creaban tapas piramidales con visagras y representaciones del Árbol de la Vida. Otros productos de marfil eran medallones, arquetas, combinaciones en taraceas... Es habitual que tengan animales afrontados respecto a un eje central, que puede ser un árbol.

Textil: Es la primera de las Artes que dominan, ya que su origen nómada hace que le dieran gran iportania para decorar sus tiendas y para engalanar a las personas. Esa importancia del textil nunca lo abandonaron. La tela más lujosa es la seda, que viene de Extremo Oriente y es conocida en Europa desde la Edad Antigua, con más razón en Oriente Medio y en Oriente Próximo. La seda la combinan con hilos de oro y/o plata. Son tejidos para la Corte de Bagdad (hoy Irak). Son elementos de regalo muy a menudo. Sus representaciones son las de siempre, inscripciones, atauriques, lacerías... y por influencia Sasánida de Irán incluirán los mismos temas que había en el marfil, con animales afrontados respecto a un eje central. Además se dejan influir por los cristianos coptos del sur de Egipto, con Sudán, y representan rombos con figuras dentro. Usan colores muy fuertes, muy destacados y contrastados. Crean medallones que también rellenan con figuras. Existen los tiraz, con inscripciones de alabanza a la persona poseedora o que nombra el taller de producción, y los khil'a, que otorga el soberano en señal de amistad o de favor, sobre todo a los embajadores. En Egipto, Siria, Persia y Asia Menor también se trabajó la lana y el lino. Con los turcos otomanos se usaron terciopelos con brocados y temáticas próximas a la realidad. En Occidente destacarán las producciones de Al-Andalus y de Sicilia (en manos musulmanas). Muchas de sus telas fueron valoradas por el undo cristiano, que las usaron como sudarios y como manteles de altares, mientras que tanto musulmanes como cristianos usaron estas telas como fundas de relicarios, o para crear vestidos de lujo. Destacan velos, estandartes, tejidos para arcas, paños del siglo XII, y telas varias. La figuración decorativa subsiste en cada época, aunque los almohades son más sobrios y menos decorativos. Los nazaríes retomarán los asuntos figurativos, quizá porque sus talleres emplearon artesanos cristianos. Algunas telas nazaríes serán echas con retales, llamados tapetes de incrustaciones de pana, alcatifas. Todas estas telas tenían realmente gran valor por ser de las mejores que se estaban produciendo en esos momentos. Las alfombras requieren de espacio propio para hablar de ellas. Ya fueran para el suelo, propiamene alfombras, como para decorar y amortiguar el frío en las paredes, tapiz, estas cobran una importancia que en plena Edad Media los reinos cristianos no sabían lograr. Estas se delimitaban por un borde que se tejía dibujado, cosa que las otras telas no tenía porqué ocurrir. Se desarrollaron mucho a partir del siglo XI, con los Selyúcidas, pues estos invadieron determinadas regiones asiáticas donde aprendieron técnicas nuevas del nudo que permitieron mejorar alfombras y tapices. A aquella época productiva la llamaron "Época Antigua" pasados los siglos. Como sea, pronto toda Europa fue el mejor cliente de este tipo de productos, hasta el punto que el propio Marco Polo, en el siglo XIII, era uno de sus comerciantes más famosos. En el siglo XVI tendrán un resurgimiento como "Época Nueva" con los Safáridas en Irán, Siria y Asia Menor, usan menos nudos en su elaboración. Son de motivaciones geométricas, con bandas laterales. Se conocen muchas de estas alfombras gracias a las pinturas europeas del Renacimiento, ya que decoraban suelos y paredes de algunos palacios. Las más populares fueron las alfimbras persas, que son las que iniciaron los Selyúcidas. En la segunda mitad del siglo XVI y en el siglo XVII introdujeron escenas de plantas, animales, caza, son las alfombras de vasija, así apodadas por los europeos por abundar en temas florales. Los persas suelen tender a rellenar todo el espacio, y suelen usar colores fuertes. Los mamelucos harán en el siglo XVI las alfombras cairotas, del Cairo, cuya decoración es como la persa, pero más dispersa, con más espacios sin rellenar. Existirán otras clases más de alfombras, de Tariz y de Shiraz.

Y hasta aquí este repaso muy por encima de cosas básicas de aquella asignatura. No entro en la parte del Arte mudejar, que fue una combinación de Arte islámico y cristiano en la península Ibérica. Pero sirva el compartir estos conocimientos como recuerdoa Juana Hidalgo, quien fue la primera en quererlo compartir. tal vez, ojalá, esto sirva para apreciar mejor algunas obras de arte al verlas, o mirar a otras culturas de otras formas. Saludos y que la cerveza os acompañe.

domingo, enero 22, 2017

NOTICIA 1675ª DESDE EL BAR: ARTE ISLÁMICO, BÁSICAMENTE (1 de 2)

Hace un par de meses me dijeron que había muerto Juana Hidalgo. Quizá a un gran número de personas no les diga nada este nombre. Juana Hidalgo era profesora de Historia del Arte en la Universidad de Alcalá de Henares. Fue mi profesora en varias de las asignaturas dedicadas al Arte a lo largo de la carrera universitaria de Historia. Sinceramente no era la profesora más destacable para mí. Pedagógicamente tenía muchas deficiencias, pero el anuncio de su muerte me hizo pensar, ya que era una mujer relativamente joven, debió morir con 52 años, si no falló en el cálculo quien me lo dijo, en todo caso moriría entre los 50 y los 55 años. La causa fue un cáncer mal curado. Como sea, entre las asignaturas que impartió hubo una que ella misma insertó en los planes de estudio como asignatura optativa. Antes de ella no existía. Sé que hubo un momento que no tuvo alumnos suficientes para mantenerla programada y la facultad eliminó esa asignatura, sin que se pudiera recuperar ni por Juana ni por ningún otro profesor o profesora. Aquella asignatura, que estuvo varios años ofertada, se impartía por las tardes, lo que de por sí hacía que tuviera todas las papeletas para ser eliminada por falta de alumnos, ya que muchos de los estudiantes de Historia, Humanidades y Filologías o eran de fuera de Alcalá de Henares o simplemente preferían acumular todas sus horas docentes por las mañanas para, como es comprensible, tener tiempo libre en su vida privada. La asignatura, aún con todo, era la única asignatura de Historia del Arte en la que noté a esta profesora de Historia del Arte realmente cómoda y segura de sí misma. Se notaba que aquella creación y aportación suya a la oferta educativa en cuanto a Arte en la Historia era lo que le apasionaba. Se trataba de la asignatura Arte Islámico y Mudéjar. Yo la cursé en 2º curso de Historia, en la segunda mitad del año 2000.

En el año 2000 la segunda mitad correspondía a los primeros cuatrimestres del curso 2000-2001, comenzaba en septiembre, por lo que esta asignatura en el curso que yo la recibí tuvo su inicio un año antes de los sucesos de New York de 2001. Por entonces nadie se imaginaba lo que iba a ocurrir, ni que desembocaría en un choque entre la cultura occidental y el islamismo más radical. La preocupación del momento por entonces era más bien las consecuencias del final de la Guerra Fría en 1991, ya que esto había provocado una serie de políticas económicas mundiales que estaban afectando a las políticas sociales y a los derechos democráticos adquiridos, implantándose un capitalismo salvaje que tenía su máxima expresión en la globalización, la cual era contestada por movimientos antiglobalización que se reunían allá donde se reunían los líderes mundiales. Tal proceso se frenó tras los atentados de 2001 y sus guerras consecuentes, pero se retomó unos años más tarde, como es sabido y como hoy día vivimos aún su desarrollo histórico.

En el año 2000, con una carrera de Historia que no sólo no tenía necesidad de alumnos, si no que llegaba a tener tantos que tenía dos grupos y varias aulas para acogerlos, muchos teníamos inquietudes por aquellos aspectos de la Historia de España y de la Historia Universal que se nos habían ido escamoteando de la enseñanza hasta ese momento. Lugares comunes a todo alumnado de España, pues la queja siempre era común en cuanto contactábamos entre nosotros en diversos foros por entonces incipientes y hoy día más que normalizados gracias a Internet y gracias a las conferencias y congresos de Historia. Hablamos de la Plena y Baja Edad Media, de la segunda mitad del siglo XVII, del siglo XVIII, del siglo XX español, en especial de la dictadura de Franco, y, ¿cómo no?, del Islam tanto en España como en el mundo. La carrera universitaria de Historia en Alcalá tenía unos pocos profesores que se atrevían a ofertas asignaturas que daban respuesta a todas esas carencias, aún activas en nuestro sistema educativo. Una de esas profesoras fue Juana Hidalgo con su aportación desde su cátedra de Historia del Arte, si bien existía otro profesor, Barrios, que daba Historia Medieval del Islam en España y en el mundo. Ambas asignaturas las cursé para poder tener bien los conocimientos de visión global de aquellos periodos. Aparte de que comprendía que sólo con ese conocimiento podría comprender mejor la actualidad, el mundo del hoy.


Siguiendo los apuntes de aquella asignatura de Juana Hidalgo, y en homenaje a ella, os anoto unas muy simples y pequeñas pinceladas sobre Arte Islámico.

Conceptos básicos del Arte Islámico:

1.- El Arte Islámico, como cualquier otro Arte, tiene diferentes etapas creativas con sus diferentes estilos, motivos y técnicas, los cuáles se corresponden con la evolución y sucesión de los acontecimientos de la Historia del Islam, sus sociedades, sus Estados y su economía. Es totalmente ingenuo creer que el Arte Islámico es algo estancado o que todas sus formas se repiten en todas sus épocas y siglos.

2.- El inicio de los pueblos islamizados está en pueblos camelleros de Arabia en el siglo VII d.C.. Estos pueblos inicialmente se caracerizan por ser unas culturas en buena parte analfabetizadas, de cultura oral y conocimientos rurales y del desierto. Los conflictos de Mahoma y su viaje de Medina a La Meca en el año 622 iniciará una serie de guerras, de conquistas y de dinastías de gobierno que, al expandirse, hacen que sumen personas de los mundos urbanos y personas alfabetizadaas y con conocimientos cultos. La expansión territorial que emprenden por el mundo no les hace rechazar en principio las culturas y creencias de los pueblos conquistados, por lo que asimilan los estilos artísticos y conocimientos científicos y humanísticos de los lugares que conquistan. Realizan mezcla de todos ellos y dan por resultado un enriquecimiento cultural y una serie de avances y aportaciones propias con características regionales de cada lugar del Imperio islámico, a pesar de que en la base de todo ello lo fundamental es la asimilación y mezcla de todo aquello que van conociendo de las culturas que asimilan.

3.- Los gobiernos islámicos mediévales consideran que han de potenciar el Arte como signo de poder frente a otros pueblos del momento. Europa Occidental en esos momentos estaba en la Alta Edad Media, gobernada por pueblos germanos bastante barbarizados, los cuáles habían acabado con buena parte del Arte y cultura clásica de Roma y Grecia, aunque aspiraban a legitimarse como heredereos de Roma. Hablamos de pueblos como los merovingios, los ostrogodos, los visigodos, los lombardos, los suevos, los alanos, y otros. Mientras, Europa Oriental, como Imperio Bizántino, aún tendrá algo de explendor, pero inicia su decadencia y pérdidas territoriales ante el avance del Imperio Islámico. Con todo, de los bizantinos aprenden que el uso del Arte puede ser útil tanto en el goce y el bienestar, como por elemento de poder de unas elites y frente a otros pueblos. No serán los únicos lugares de los que aprendan. También aprenden de los lugares que conquistan del Norte de África, como Egipto, Argelia, Túnez... como de lugares al Este de lo que quedó del Imperio Persa Sasánida y hasta los reinos de la India. Como sea, el Arte y la Cultura son patrocinados y fomentados por los gobiernos y dinastías del Islam como signo de poder y de diferenciación y progreso social frente al mundo no islamizado.

4.- Inicialmente el Islam no tiene reparos en representar figuras humanas, incluídos ángeles, o incluso a Mahoma y representaciones simbólicas de Alá, pero tras las primeras décadas y un conflicto teológico al respecto, no exento de conflicto político, el Arte islámico evoluciona a ser fundamentalmente de formas basadas en lo geométrico. Aunque hay representaciones de vegetaciones y animales, tienden a lo abstracto para alejarse de lo cotidiano, de lo vulgar, no buscan representar con exactitud lo que ya se ve en la Naturaleza, si no dotarle de otra dimensión estética y simbólica especial. Repiten módulos geométricos. Son arquitecturas cerradas, pero también con un deseo de espacialidad. Así nacen las mezquitas columnarias, que permiten las ampliaciones del edificio si es necesario. Enmascaran esa arquitectura para aparentar también dimensiones y formas del espacio que no son las reales, o también para aparentar una riqueza y un lujo no correspondidos con los materiales, que suelen ser pobres. Trabajan mucho los adobes (ladrillos) y los azulejos, estos últimos dependiendo de la etapa histórica, no en todas. Las enmascaraciones se hacen con placas de yeso, azulejos de colores, juegos de luz interior, mosaicos variados iluminados de forma que parecen moverse... Las celosías (rejillas entrevaradas) permiten pasar la luz de modo que, al paso del día, parece que esta luz se está moviendo.

5.- Reniegan de las imágenes. La figura pierde en naturalismo y gana en abstracción. Con el paso del tiempo y de los siglos volverán a representarse alguna figura en la zona persa, pero se evita emular el espacio real. Desean crear un espacio distinto. Quieren crear algo que no imite lo ya existente, aún estando muy avanzados en el tiempo mantienen este deseo estético. La escultura y la pintura existieron profusamente en principio, pero fueron criticados alegando que el querer representar formas era pretender parecerse a Dios, cosa que les provocaba repulsión. Aunque sí que crearon pequeñas figurillas, como muñecos. En los primeros tiempos habrá pequeñas imágenes, pero desaparecerá su producción. Prácticamente no hay imágenes en el Arte Islámico, ni siquiera en las monedas. No son algo normal, ni habitual.

6.-  La caligrafía, como escritura rúfica, les sirve para ornamentar las construcciones. Loan a Alá o aluden a los gobernantes que las mandan construir, o bien hay poesías al edificio o a aquello a lo que este, o la sala donde están, desean consagrar o dedicarse. También hay inscripciones sobre las abrupciones en los lugares con agua o sobre la justicia, en lugares de Justicia. La escritura se encuentra en fragmentos en franjas que intentan organizarlos. A sus lados suele haber otros ornamentos, los más habituales son tallos abstractos de árbol, atauriques. Estos también están insertos en una especie de paneles. La caligrafía y los atauriques están en bandas geométricas que pretenden organizarlos.

Como es de esperar ante este panorama, en el mundo del Arte Islámico la arquitectura es la más destacada de las Artes. Sin embargo, los arquitectos, escultores, pintores, orfebres, vidrieros y otros no eran considerados artistas, sino artesanos. El arquitecto era el que más prestigio tenía, mientras que pintores y escultores no gozaban de prestigio, pues estaban mucho más condicionados socialmente como considerados artesanos, o sea: personas que desempeñan un oficio como otro cualquiera. Dentro de los arquitectos, repito: considerado artesano pero con cierto prestigio social, se distinguían:

Mi'mar: que era el escalafón más bajo en la construcción, podría equipararse al delineante.

Bonna o banna: Arquitecto que dirige la obra, pero no la ha proyectado.

Hâsib: arquitecto que proyecta la obra. Es el más prestigioso.

Todos ellos colaboraban además con los artesanos que son los artistas que deben completar y decorar sus construcciones, así como los artesanos que deben hacer cuestiones más utilitarias como son por ejemplo las canalizaciones de agua. Todos ellos estaban asistidos por los hisbas, que son los ordenanzas de oficios, que son los que debían preservar las obras de arte en la construcción. Después, cada artista debía estar especializado, no todos debían o podían trabajar todo tipo de asuntos en la obra. Así por ejemplo podía existir un pintor para fondos, otro para paisajes, un ebanista para atauriques, otro para celosías, otro para mobiliario, etcétera. Si estos oficios artísticos se desempeñaban en torno a la arquitectura, recibirán una nomenclatura especial y diferente a aquellos que la ejercían en objetos que no eran usados en la construcción, como el citado ebanista para hacer muebles, o aquellos que trabajaban la orfebrería, el vídrio, etcétera. En todo caso, en el mundo islámico la mayor importancia y fama de quien construía un edificio o monumento no era del arquitecto ni del artista, era en todo momento, y especialmente en los tiempos del Imperio Turco Otomano, del gobernante que encargaba construirlo, de ahí que las obras islámicas recuerden y ensalcen nombres de emperadores, reyes y gobernantes como constructores del edificio, en lugar de recordar a aquellas personas que realmente los proyectaron y construyeron. De este modo, recordando que el Arte era usado como signo de poder, se reforzaba esa idea de poder al considerar al gobernante que ordenaba y pagaba la construcción como la figura más importante de la mezquita, mausoleo, palacio, ciudad, escuela o lo que quisiera que se hubiera construido.

El mundo islámico en sí no tiene una tradición arquitectónica propia. Al ser en origen grupos y clanes camelleros de Arabia, sus poblados eran campamentos nómadas. En todo caso, pequeños pueblos de casas humildes de adobe. Fue sus conquistas y expansiones las que fueron adoptando como propios los elementos arquitectónicos que iban conociendo. Así por ejemplo los arcos de herradura venían del mundo antiguo y del medieval occidental, especialmente de los pueblos germanos como el de los godos. La famosa Mano de Fátima, en realidad era un motivo decorativo y simbólico de los visigodos. Las cúpulas altas y los patios columnados vienen de Bizancio. Los mosaicos eran elementos de la antigua Roma. Determinadas esquematizaciones eran del Arte africano. Las aportaciones de mezquitas en cubo eran copia de algunas construcciones de Egipto, y así podríamos seguir con cada elemento que, combinados y mezclados entre sí, sacados de su contexto original, dan por resultado la arquitectura islámica. Pongamos por caso también que las mezquitas en principio imitan la forma de la casa de Mahoma, donde se hicieron los primeros actos religiosos del islam. Se trataría en principio de una casa con una sola planta y sala rectangular, con un patio previo de acceso, rodeado de un muro. Esa es la planta básica, luego, igual que las iglesias cristianas parten de una forma en cruz que posteriormente se transforma en formas más complejas, las mezquitas, sin abandonar esa idea básica, se vuelven más complejas, como las que tienen patios porticados de columnas, cúpulas bulbosas, dobles minaretes, salas anexas para diferentes tareas, entradas porticadas, etcétera. Habría cuatro tipos de mezquita básicos, sin  olvidar que la Mezquita de la Meca tiene una forma particular y excepcional. Las habría con patio abierto, con patio cerrado, con patio de columnas, y en cubo, más algunas que incluyen cúpulas como la Mezquita de la Cúpula o de La Roca, en Jerusalén, que además es una planta central. O bien recordemos la Mezquita Azul de Estambul, cuya cúpula imita la de la mezquita que hoy día es lo que fue la Iglesia de Santa Sofia, también en Estambul, antes Constantinopla, conquistada por el Imperio Turco Otomano.

martes, enero 17, 2017

NOTICIA 1674ª DESDE EL BAR: LA SALITA, CRÓNICA (1970)

España en su grandeza es un salón familiar donde encontramos un mueble viejo en torno al cual la familia hace su vida, gracias a que en él depositan por igual y sin distinción el televisor, viejos tomos enciclopédicos y las botellas que de tarde en tarde los padres abren para beber en las fiestas de reunirse. Las lámparas aspiran en el techo a ser algo que engrandezca con estilo actual, aunque se quedaron en realidad en otra época más iluminada. Al fondo el cuarto de estar, con sus sillones con visillos y fundas de tela en estampados no afortunados, pero que dotan de una calidez entrañable el convivir con ellos. Un cuarto de estar normalmente reinado por los reyes de la casa, esos padres que, siendo los que administran la casa, dotan de ausencia su presencia. Y las niñas y el perro, con esos juguetes de irse pronto a la playa o a la piscina, junto a la planta en la maceta que a la madre le ha costado mimos y esfuerzo que crezca. Y Velázquez, ¿cómo no va a haber un Velázquez en cada familia que retrate cada instante para la posteridad, para el recuerdo venidero si no con el relato auténtico, sí con el que invente los años?

De todos los pintores españoles de la segunda mitad del siglo XX siempre habrá quien adore a Antonio López y su realismo preciso y casi fotográfico, con su familia real de don Juan Carlos I, a la que comenzó a pintar de jóvenes y acabó el cuadro siendo todos viejos y Juan Carlos I rey emérito. Esa realidad, así casi como de cuento de Borges donde el tiempo atrapado se destrapa por sí mismo en un bucle para ser contado, aunque es de admirar, siempre me admiró tanto como a la vez me hacía sentir que le faltaba justo el relato no fotográfico de la escena. Le faltaba lo no preciso. La magia que nos hace maquinar en la cabeza las mil ideas que nos surjan. Así pues, de la segunda mitad del siglo XX fueron y son de mi especial regocijo siempre el que fuera Equipo Crónica, compuesto por Rafael Solbes (1940-1981), Joan Antoni Toledo (1940-1995) y Manuel Valdés (1942). Los tres pintores se asociaron como Equipo Crónica tras escindirse del grupo Estampa Popular en 1964. La primera vez que vi un cuadro suyo no recuerdo si fue en una exposición temporal o en la permanente del Museo Reina Sofía o quizá en Bilbao. Era un Capitán Trueno dando mandobles y rajando cuerpos en mitad del cuadro de Picasso El Guernica. La irreverencia de Crónica era necesaria para poner en tela de juicio todas las intransigencias y altares culturales, sociales y políticos levantados por la dictadura franquista. Eran por ello también: congtraculturales, incluso aún hoy siguen siéndolo. Ellos eran claramente pintores del Arte Pop, aunque más de un crítico español les ha calificado pintores de la denuncia social española. De acuerdo, sus cuadros están llenos de humor y sátira que denuncia las costumbres y las intolerancias de la sociedad y de la dictadura que les tocó vivir, pero es innegable que lo hacen claramente desde el Arte Pop. Los colores planos, los tonos pastel, la tendencia a la producción de cuadros con variantes como en producción industrial, la elección de elementos muy conocidos popularmente...

En La salita vemos a Las Meninas de Velázquez. Crónica reinterpreta en 1970 esta parte de la familia del rey Felipe IV, uno de los emperadores de España llamado de los Austrias menores por una historiografía propia que hablaba así de los reyes españoles del siglo XVII. Aquel siglo, siglo del Imperio, había sido recogido por el franquismo para hablar de las esencias patrias y alimentar a los españoles de unas glorias pasadas como si fueran presentes. Crónica sabe coger esos elementos de la grandeza española, incluída la del gran Velázquez, apreciado ya en masa por turistas americanos y europeos en esos momentos cuando visitaban el Museo del Prado, y le dan la vuelta para acercarla a la cotidaneidad de una familia si no de clase media al menos de una clase trabajadora que se puede permitir ya unas vacaciones en 1970. Como si se tratara de la casa del pueblo, o de un apartamento en la playa, la realidad imperial española cobra ambientte casi pueblerino pero a la vez mucho más real y cercano a lo que los españoles comunes vivían en aquellos últimos años de una larga y empobrecida dictadura que aletargó todos los modos de ser de España. Se desmitifica la grandeza española para hablarnos la de otra grandeza de los españoles: el saber vivir con poco, el saber disfrutar con cosas más cotidianas. Hay en ese cuadro más elementos para analizar y descubrir la forma de ser de los españoles comunes del siglo XX, que de los españoles del siglo XVII en el cuadro original de Velázquez. La foto de las niñas que no terminan de posar.

El cuadro se puede ver hoy día en el Museo de la Fundación Juan March. Lo cierto es que ningún cuadro de Crónica me suele defraudar. Fueron algo de luz y de humor en el panorama español, tan acostumbrado a mirarse a sí mismo con seriedad y dignidad en cada cosa que hace. Nos han faltado Crónicas que nos recuerden que más que de una furia española, venimos de viajes en coche humilde por la noche rumbo a las playas atiborradas de gente donde algún familiar te recordaría siempre que te pusieras crema protectora, por si te daba mucho el sol.

No hay ámbito español donde un español no aspire a un Antonio López (dicho como metáfora), y menosprecie los Crónica. Saludos y que la cerveza os acompañe.

jueves, enero 12, 2017

NOTICIA 1673ª DESDE EL BAR: UN EXCOMULGADO EN LAS MONEDAS DE EURO

Desde que las monedas aparecieron en algún momento remoto de la Edad Antigua, hace miles de años, una de sus funciones es enviar un mensaje propagandístico del poder y de los ideales de aquellos que las acuñan. El estudio de la numismática nos da numerosos datos de todo tipo a los historiadores. En el caso español, por ejemplo, tenemos el curioso aporte de que algunos nombres de reyes visigodos sólo nos han llegado a través de monedas acuñadas que conservan el testimonio de su existencia, breve en muchos casos y excesivamente regional y en revuelta armada, hemos de pensar en también otros tantos casos. La moneda de Al-Andalus nos periodiza muy bien algunos tramos históricos gracias a la acuñación del número de su año de acuñación. Alejandro Magno dejó constancia de hasta donde llegaban sus dominios, insólitos en aquella época. Los elefantes de los ejércitos cartagineses marcaban en metales preciosos de donde emanaba su autoridad. Los dioses griegos y los animales con relaciones sagradas expresaban por el Mediterráneo que dioses poderosos autorizaban a los griegos a expandirse por el mundo. Los emperadores romanos marcaban con su cara lo que era suyo: las riquezas y todo lo que se pudiera comprar, incluídas las personas, eran suyas, del emperador. Y así podríamos serguir. Pasan los milenios y los siglos y las monedas cumplen esa función, aparte de la económica, envían mensajes tanto a los subordinados de la autoridad que las acuña, como a aquellos extranjeros y otras naciones que los reciben. A las imágenes sumémosle sus lemas. 

En la Comunidad Económica Europea (CEE) se empezó a usar desde 1979 una moneda de cuenta llamada por las siglas ECU. Esas siglas hacían referencia al inicio de la palabra griega que denomina la palabra "escudo", que a la vez fue, entre otras cosas, una moneda que inventó un rey medieval de Francia en el siglo XII ó XIII, no recuerdo, y que se vino usando en Europa como moneda efectiva, y en sus últimos momentos como moneda de cuenta, hasta el siglo XVII. Una moneda de cuenta es una moneda que no se acuña, simplemente fija un valor por el cual se rige el resto de monedas, de precios, de tasas... y en la cual se realizan pagos de cifras muy elevadas a través de documentos de pago o de cobro que justifiquen los traspasos de la cantidad que indique la cifra indicada en esa moneda de cuenta. En Europa se usó el maravedí como moneda de cuenta durante muchísimos más años que el escudo. Pero el maravedí estaba culturalmente más unido al mundo mediterráneo, y esto es tanto como decir al mundo ligado al mundo musulmán y también al mundo italiano e hispano. El escudo, transformado en términos en ECU, en lugar de transformado en otro término que haga referencia al maravedí, de mayor duración en su empleo, manda el mensaje de una construcción de Europa con una identidad cultural que desde luego no es necesariamente mediterránea, aunque también se usaran escudos en las zonas cristianas de las costas de este mar Mediterráneo.

En 1995 al ECU le cambiaron el nombre a euro con unos cuantos reajustes por hacer en su valor, en 1999 era el euro ya una moneda de cuenta en pleno uso. Muchos creen que sus monedas menores se llaman céntimos o centavos, según el país, pero lo cierto es que no. Sus monedas menores se llaman simplementes cents, porque se pensó que esa era la raíz filolológica más común y mayoritaria entre todos los países miembros de la Unión Europea para esas unidades de moneda, mientras que euro se eligió porque era igualmente una raíz que hacía referencia a la palabra Europa. Así andaba la cosa que el dólar, también llamado petrodólar cuando hacía la función de que el petróleo sólo se vendía en dólares norteamericanos, empezó a ser vendido en euros. El dólar quedó afectado, muy afectado. Varios de los mayores productores de petróleo del momento preferían cobrar en euros y no en dólares, porque era una moneda que en esos momentos valía más. Venezuela e Irak estaban en la cabeza de este proceso, pero no eran los únicos en hacerlo. En medio de esto ocurrieron los sucesos de septiembre de 2001 en New York, que llegó a la guerra en Afganistán uno o dos meses después, donde en principio no tenía interés económico, pero sí era dónde se ocultaban varios de los responsables de aquellos crímenes. Sin embargo, comenzó una campaña propagandística para iniciar una guerra en Irak como algo justificado, cuando en realidad no habían tenido nada que ver con lo de New York, sí con otros crímenes contra la Humanidad por los que ya estaban siendo sancionados. Fueron pocos los que advirtieron por entonces que Venezuela comenzaba a ser también puesta en la picota de los medios de comunicación norteamericanos, y posteriormente aislados económicamente, y que otros países productores de petróleo comenzaron a sufrir fuertes presiones diplomáticas y no diplomáticas a este respecto. La segunda guerra en Irak comenzó en 2003. A partir de ahí no se ha vuelto a oír mucho de que exista un conflicto entre cobrar el petróleo en dólares o en euros. Puede que sí se haya dicho, pero yo ya no he vuelto a escuchar mucho de ese tema. Tampoco soy economista. No conozco el asunto.

¿Qué ocurrió entre 1999 y 2003, o si se prefiere entre 2001 y 2003, respecto al euro? La introducción del euro en el mercado internacional como moneda de cuenta en 1999 tenía que ver con que en el 1 de enero de 2002 comenzaría a existir físicamente y circulando por toda Europa y el resto del mundo la moneda del euro. Así ocurrió. La parte más dura de la guerra de Irak y de la de Afganistán en los primeros años 2000 dejaron al mundo con una serie de crisis económicas recurrentes pero leves en comparación con lo ocurrido en 2001. Todo apuntaba a una mejora, en general, pasada la mitad de la década, pero en 2007, a finales de verano, hubo un primer aviso de crisis económica grave, y finalmente en 2008, a finales de verano, estalló esa crisis con origen en el sector bancario e inmobiliaro estadounidense. La crisis ha resultado ser en cifras y alcance más grave que la de 1929. De crisis ya he hablado muchas veces en esta bitácora, me remito a aquella vez que analicé las crisis más graves del capitalismo actual, las cuáles están enraizadas entres sí desde 1873, puede que venga otra aún  más fuerte en breve, pues ha habido una serie de reformas en la Reserva Federal de Estados Unidos que pueden afectar a medio y largo plazo a la economía mundial, según algunos economistas de la prensa escrita.

En Europa el estallido de la crisis en 2008 afectó sólo a los más desprevenidos, no hablo exactamente de países, si no de entidades, privadas o públicas, poco más o menos que como el aviso de 2007. El primer embite fue superado. En 2009 se fue haciendo evidente por toda Europa que la crisis iba a afectarnos de manera dura. Algunos países, como España, lo quisieron negar, otros tenían crisis políticas propias, como Bélgica, y otros empezaban  a cuestionar a sus banqueros, como Islandia. En 2010 al final los problemas económicos en Grecia, España, Italia, Irlanda, y aunque nunca se hayan querido sancionar, también en Francia o Alemania, trajeron la parte más dura de la crisis a la Unión Europea. Las recetas de austeridad primero del eje Francia-Alemania, y desde hace unos años sólo de la voluntad de Alemania, han agravado y empeorado condiciones económicas y de vida de la gente común, derechos adquirtidos, parte de los servicios públicos, como la Sanidad o la Educación, etcétera. No entraré a analizar otra vez en esta bitácora qué pasó cada año, ni de las revueltas de 2011, ni de lo que ha venido ocurriendo posteriormente, aunque no deja de ser curioso que cuando estalló la crisis en 2008 gobernaba el Parlamento Europeo una mayoría conservadora y esta ha sido indiscutiblemente renovada por el conjunto de los europeos, dando el visto bueno a todo lo que hicieron que nos condujo a la crisis, como a las soluciones que aportan, a base de una austeridad cruel con las personas comunes de la sociedad. Todo es válido, al que nos hizo enfermar se le renovó como médico.

Alemania no ha parado de exigir austeridad a todos, especialmente a los países mediterráneos. No hablemos ahora ya del auge de la xenofobia y de la extrema derecha. La cuestión es, volviendo al tema de las monedas, que en 2002 los países miembros de la Unión Europea acuñaron sus monedas: una cara común (la cruz) y otra propia del país miembro (la cara; en una moneda la cruz siempre es donde se indica el número del valor de la moneda). Según se han sumado nuevos países a la Unión Europea, pero sobre todo a la zona euro con derecho a acuñar moneda euro, se han sumado nuevos modelos de moneda respecto a los iniciales de 2002. No deja de ser curioso, pero comprensible, eso sí, que se haya permitido acuñar euros a países que ni siquiera son de la Unión Europea, como Mónaco, Vaticano, Andorra y algún otro. A toda la colección de monedas básicas, entendiendo por básicas a los modelos iniciales, llamemoslas monedas troncales, la Unión Europea permitía cuando pasasen determinados años que cada país pudiera incluir algún modelo nuevo. De ese modo se han acuñado más modelos de los habituales, de los troncales, se han llamado conmemorativas, algunas realmente lo son, otras simplemente son una variante más (sin contar las que por razones obvias, al haber elegido en su cara la efigie de su rey o de su reina, han tenido que cambiarla por el de su sucesor o sucesora en estos años transcurridos). Hay tal cantidad de modelos de euro ahora mismo que es bastante complicado coleccionarlos, reconocerlos, estar seguro de ser una moneda en uso o de la unión, o estar al tanto y actualizado sobre el asunto, pues todos los años varios países de la Unión lanzan sus nuevos modelos conmemorativos.

Yo colecciono monedas, no me va la vida en ello. No soy un gran coleccionista, pero las colecciono. Con muchos años transcurridos tengo ya bastantes modelos de euro diferentes como si no me hubieran costado apenas nada, aunque en su conjunto sumarán lo que su cifra diga, claro. Suelo mirar además qué sale y qué no sale en acuñaciones. Algunas monedas me son totalmente imposibles de conseguir, soy consciente de ello. No me importa. Alemania y España somos los que más monedas diferentes a aquellas monedas básicas emitimos. Todos los años. Nos hemos especializado ambos países en mostrar en moneda nuestros edificios más emblemáticos. Mostramos nuestra arquitectura histórica como símbolo de identidad cultural, pero también de aviso a navegantes: "señores, señoras, nosotros construimos Europa, tomad aquí un testigo de aquellos siglos". Los alemanes tienden a mostrar iglesias y catedrales y órganos religiosos, unas flores de sus tierras y a Mozart, un músico. A los españoles sólo nos ha dado por mostrar a Cervantes, mostramos una catedral de peregrinaje europeo, Santiago de Compostela, y al jefe del Estado, y luego: edificios y monumentos de interés turístico que a la vez hablan de un pasado de larga Historia: los bisontes de Altamira, el acueducto romano de Segovia, el parque Güell y la casa Batlló, la catedral-mezquita de Córdoba, y así otros edificios o monumentos propios de una guía de viajes para turistas. Otros países como Francia no tienen reparo en hacer referencias a organismos, personajes, fechas y otras cuestiones que recuerdan el logro de derechos para las personas. Grecia se remite a recordar que de ellos parte el origen de la cultura europea más extendida. Italia hace lo mismo en cuanto al Renacimiento, es bonito ver como ellos no se detienen en la arquitectura, sino que acuñan a sus pintores, a sus literatos, a sus símbolos culturales humanistas que no son arquitectónicos ni visitables. Suecia hace referencia a la Naturaleza. Bien curioso es ver como los belgas han deseado honrar a un festival de música. Y así podríamos seguir con cada país, sus valores de ensalzamiento en moneda no tienen nada que ver con los alemanes y los españoles. Todo depende de qué mensaje quiera expresar cada uno. Por supuesto, hay monedas conmemorativas comunes a todos los países, como la dedicada a la Carta Europea de Derechos Humanos de Roma y algún otro asunto por el estilo.

Así hoy me sorprendió mucho cuando mi madre me hizo llegar una de estas nuevas monedas conmemorativas que no conocía. Era de Italia, fue acuñada en 2010, por el 200º aniversario del nacimiento de Camilo Benso, Conde de Cavour. Me quedé totalmente sorprendido. Yo ya había sabido que en 2015 Bélgica quisó acuñar una moneda de 2 euros conmemorando la batalla de Waterloo de 1815, cuando Napoleón fue derrotado definitivamente. Muchos países estuvieron de acuerdo con ello, pero Francia se lo tomó a mal y se negó a admitir la moneda. Por supuesto cada país tiene libertad de imprimir lo que desee, pero hay cosas que es mejor hablarlas siempre. Al final Bélgica la imprimió de manera limitada con un valor inédito de 2'5 €. Obviamente, aunque es una moneda útil, no circula, no se usa. El mensaje que se lanza con las monedas es importante. Por ello el veto francés a su derrota de Waterloo, por ello el interés de Bélgica y otros países de que exista una moneda que recordase a Waterloo. Pero por eso mismo me sorprendió mucho que los italianos hubieran colado en 2010 al Conde de Cavour, y además con una muy buena factura de acuñación. Está muy bien detallado. Ha tenido un excelente artista quien haya querido que sea el que lo hizo.

El Conde de Cavour fundó en 1847 un periódico llamado "Il Risorgimento", que le llevó a ser diputado los dos años siguientes, que coinciden con la revolución social y democrática de 1848, donde el socialismo y el republicanismo van a cobrar mayor nacimiento y gran fuerza posterior. Camilo Benso, por noble, no es partidario de estas ideas, pero resulta que en 1848 en una Italia dividida en varios Estados, se producía en el norte una guerra de independencia respecto al Imperio Austrohúngaro, que dominaba varios Estados italianos. Él es de la izquierda liberal del siglo XIX. En 1850 fue Ministro de Agricultura y Comercio, después pasó a serlo de Finanzas entre 1851 y 1858, en el Reino de Cerdeña. En 1855 comprendió que para mantener estrategias favorables a los piamonteses contra los austriacos debía encontrar aliados en Francia y Reino Unido, por lo que en 1855 participó con ellos en la guerra de Crimea contra Rusia. En 1959 el Reino de Piamonte se reafirmó independiente de Austria-Hungría y los austrohúngaros lo invadieron. El rey Víctor Manuel II le nombró entonces Presidente del Consejo de Ministros de Italia, en realidad del Piamonte. Cargo que mantuvo entre 1859 y 1861, año de su muerte. Expulsó a los austriacos de Piamonte, dimitió y volvió a ser elegido presidente. La unificación de Italia tendrá aún varias guerras más. Víctor Manuel II será rey de Italia al final, pero recurrirá a otro personaje unificador no monárquico, el socialista y republicano Garibaldi y sus camisas rojas. La cuestión es que el Conde de Cavour no titubeó en realizar reformas políticas de izquierda liberal muy polémicas por entonces para los conservadores. Por ejemplo, confiscó todos los bienes de la Iglesia, para nacionalizarlos, lo que le valió la excomunión. Más aún, en 1860 logró que Napoleón III le cediera Parma, Módena, Toscana y Romaña a cambio de Niza y Saboya. Así pues tenemos a una Italia que homenajea a uno de sus líderes unificadores en una moneda de euro, aunque no a Garibaldi. Homenajea al Conde de Cavour, que se caracterizó por rechazar las políticas germanas e imperialistas de los austriacos (que no se consideran a sí mismos alemanes pero son de origen germano y cuyo pasado es foco y origen de la primera Alemania imperial), y optó por medidas económicas para nada conservadoras como es la expropiación, nacionalización y fiscalización de bienes de la la Iglesia. Tenemos a un excomulgado entre los personajes que homenajea el euro. Una moneda acuñada en 2010 con motivo de un aniversario; 2010, el año en el que Alemania comenzó a apretar las tuercas a los países del Mediterráneo pertenecientes a la Unión Europea para que hicieran en economía lo que ellos deseaban envuelto en acuerdos en los organismos de la Unión. Italia también tuvo y tiene su "via crucis".

Las monedas mandan mensajes. Me ha sorprendido encontrar a Cavour.

miércoles, enero 04, 2017

NOTICIA 1672ª DESDE EL BAR: MÍNIMO: UN BAR NUEVO EN EL NUEVO AÑO

Con el nuevo año 2017 pienso que lo mejor es quitarme de encima una entrada que pensaba escribir hace meses y no lo hacía. Una de bares de Alcalá de Henares. Ya mencioné algunos en el pasado, pero no tenían entrada específica hasta ahora. Todos menos uno ya tienen un tiempo sus puertas abiertas, aunque varios han abierto en 2016 en Alcalá de Henares. Me dejo fuera de momento otros lugares que aún no he pisado, como pueda ser el restaurante-bar vegetariano y la Cornucopia, ambos en la calle del Empecinado. Entre los que hablo hoy, al menos uno es nuevo, abierto desde el 1 de enero de 2017. Lo dejo para el final. De momento empiezo con uno de los más veteranos, del cual ya hablé la primera vez que hablé de bares, allá por 2006, y que lo he mencionado alguna vez con posterioridad, de pasada. En la primera referencia de 2006 escribía: "EL RELOJ, rock, cerveza, cartel del 'Ataque de la Mujer de 50 Pies' y un piano" (Noticia 165ª, de 22 de octubre de 2006). Las posteriores referencias no os las anoto, pero existen. Muchas cosas han cambiado desde ese 2006 en este bar, que se puede ir considerando ya uno de los clásicos del rock, si bien su ubicación le aleja del resto de bares de rock de la ciudad, aunque no de otros bares de otro estilo de música y también de comida. Para empezar ya no sirven la tabla de medidas de cerveza que en el pasado sirvieron, ni preparan nada de comida a la plancha de día, como antes preparaban. Los dueños no son los dueños argentinos que un día tuvieron, no recuerdo ya si antes de 2006 o todavía en ese 2006. Los dueños de hecho son venezolanos y muy metidos en el mundo del rock, sobre todo del rock clásico de los años 1960 y 1970, que es la música que preferentemente se oye, aunque no dejan de sonar de otras épocas y actuales. Tampoco está ya el piano de pared que hubo. Cuando hay fiestas señaladas en el calendario meten una barra transportable de calle para poder ampliar clientela aprovechando los permisos municipales de beber en la calle, pero siendo el bar muy pequeño, eso reduce bastante el espacio, ocurre pocas veces al año. No hay comida como antes, aunque ponen comida de picoteos con cada bebida, lo que no me parece que haga justificar que se mantenga el nombre de "gastro-bar", yo lo llamaría Rock-bar. En 2016, en otoño, han pintado de rojo su puerta y ventana, lo que recuerda un poco a Londres con ese ladrillo de fachada entre el siglo XIX y el XX que con su color terroso nos recuerda la arquitectura racionalista. Queda bonito. Lástima que el negocio de al lado haya sido reformado esta última semana y haya eliminado el escaparate de la misma época con características de esa misma arquitectura ya centenaria, y lástima que al ayuntamiento le dé igual esta destrucción estética de patrimonio con la excusa de ser un negocio privado que, aparte, intenta mantener el escaparate pero con formas del siglo XXI y una falseada viga tipo siglo XVI. Un poco horrendo el desacierto de lo que fue una papelería-librería que ha perdido hasta ese cartel recordando el pasado social y comercial de la ciudad. Como sea, El Reloj, en la calle Cerrajeros, en uno de los laterales del ayuntamiento, es un bar barato, con buen ambiente, decoración de fotografías de cine, rock clásico fundamentalmente y al cual he frecuentado y frecuento desde hace años. Muchos buenos encuentros y más de una historia personal puedo reunir de allí. Me gusta.

El Island House tampoco es uno de los nuevos, no salvo por su nueva ubicación, en la calle de las Siete Esquinas, donde antes estaba La Posada de las Almas, y muchos años antes el Giardino, entre otros. Este traslado se produjo después de verano, o de agosto, a mejor decir. Los dueños durante el principio de agosto, si no me han informado mal respecto a que son los mismos o tienen que ver entre ellos, no me queda claro, que todo puede ser que lo que he escuchado sea erróneo, pues como digo esos dueños, si son  ellos o relacionados con ellos, habían abierto ya en el comienzo de agosto el Mojo en la calle Empecinado, ya hablé de él en la Noticia 1638ª. Si bien el Mojo ha celebrado concierto de jazz los domingos, el Island House se dedica a los conciertos de rock, de blues, de Rhythm & Blues y cosas así. Si no son los mismos dueños o no tienen que ver entre ellos, al menos quedáis ya informados de las actividades de ambos. La cosa es que el Island es un clásico de los conciertos de esta clase. Hace años, desde finales de los 1990 o principios de los 2000, estaban en Torrejón de Ardoz. Hace un año o un poco más se trasladaron a Alcalá de Henares, a un local de las afueras, al norte de la ciudad, pero han dado el salto a principios de septiembre al centro de la ciudad a esta nueva ubicación. Yo fui a este sitio cuando estaba en Torrejón. Los músicos de Alcalá y de fuera de Alcalá le tienen muy bien valorado. Tiene prestigio musical y de trato a los músicos, lo que no es poca cosa. Para mi gusto los precios son algo caros, ligeramente caros, pero desde luego es un sitio más de rock, ahora más cercano.

El Reto tampoco es nuevo. Está en la calle Gallo, en la esquina frente al edificio de Caracciolos y su sala de exposiciones, la de la Universidad, lo que es el edificio de Filología. Ocupa el espacio que por muchos años acupó La Corte, un local de música pop y a veces electrónica-bakalao en los mejores tiempos de "La Zona", en los años 1990 y parte de los 2000. Cuando fue aquel local recuerdo algún concierto de rock tipo años 1950 y estar yo bailando allí, aunque no era lo normal. La cosa es que El Reto ya lleva bastante tiempo abierto. Su dueño, un chico joven, crea un ambiente familiar y de confianza. Es barato y tiene la peculiaridad de que no vende los litros de cerveza en vaso grande ni jarra, si no en botella, las cuáles no deja que se saquen del bar, cumpliendo la ley. Ponen rock y música bailable. Tienen futbolín y, otro ingrediente, por allí es común encontrar a un cantautor y un grupo de teatro y de poetas conocidos en los espectáculos de la ciudad.  

El Enigma es otro bar de rock, este abrió en la primera mitad de 2016, en el Paseo de las Moreras, donde estuvo una de las etapas del Flamingo Rock Bar, cuando se dedicaba a hacer conciertos. Lo regenta gente muy, muy joven, en consecuencia su clientela es principalmente adolescente. Sin embargo, paradoja, aunque son gente joven los que por allí andan, suenan grupos propios de los años 1990 y 2000. Rock, grunge y otros estilos de aquellas épocas. Será que es lo que se llama "revival", "renacer", quizá ellos ya están indicando un camino de tendencia. No sé. Ando despistado con ello. Para mí, un placer poder escuchar esto en bar. La calle es tranquila. Bien es cierto que tuvo hasta hace relativamente poco más vida musical con un buen conjunto de bares dedicados al rock y a los conciertos. Supongo que la ubicación garantiza a esta gente una calma y una tranquilidad. Espero que cuando escribo esto sigan abiertos, yo creo que sí, pero en estos tiempos ya se sabe que todo pudiera ocurrir. Yo creo que sí, que es un lugar más en la lista de bares a los que ir.

El Café Rock Louisiana es otro de los muy veteranos bares de rock de Alcalá, del que ya hablé en 2006 y en otras ocasiones, me remito de nuevo a la Noticia 165ª. Está en la Ronda de la Pescadería, casi enfrente de las Casas Regionales. Café... lo que es café, yo no le he visto servir café, aunque pudiera ser que sí lo sirvan y yo no haya coincidido a esas horas. Lo que sí ponen es comida del tipo de patatas fritas con salsas y cosas del estilo de la comida rápida. Tienen futbolín, una excelente colección de cuadros con fotos de carteles de conciertos antiguos y fotos no muy conocidas de grupos musicales. Su clientela también es mayoritariamente gente muy joven, aunque el dueño en este caso no es un chico joven. Sus cocteleras son bastante conocidas. El local no está mal y también allí acumulo alguna que otra historia personal. Merece la pena ir también, aunque he de decir que yo ya voy en ocasiones contadas, no por nada, sino por afinidad a los lugares donde encuentro viejos amigos, que ya no los veo tanto allí, pero está bien. 

Utopía es el que más me despista de todos. Está en la calle Postigo, a continuación de la calle Victoria, o de la Plaza de la Puerta de Santa Ana, según se vaya. se ubica en el local que hasta hace poco ocupada el Black and Clover, antes Mazo's. Lo abrieron tras el verano cambiando su chapa-escaparate por estos luminosos extraños que a todo el mundo confunden, que desentonan con la calle, que recibe bromas de viandantes sobre su parecido con las luces de reclamo de un prostíbulo... en fin, no, no es un prostíbulo. Puede que sus luces no sean las más acertadas como reclamo, pero no se puede decir que no intenten atraer clientela con los medios que creen oportunos. Ellos creyeron que esa portada era muy apagada y nadie se fijaba en ella y pusieron las luces. Tienen juego de dardos, me parece, musicalmente es música bailable, cosas comerciales. Están comenzando. Buscan su sitio y su reconocimiento entre los bares de Alcalá como una opción más a la que poder ir.

Por último llegamos al nuevo bar que ha abierto sus puertas el 1 de enero de este 2017: El Templo, en la entrada a la calle Victoria desde la calle Tercia, donde hasta el verano estuvo el bar Don Pablo, al cual yo solía ir cuando buscaba aislamiento y tranquilidad. Conserva afortunadamente su sala interior tal como estaba, con la pintura en relieve de su techo, su suelo a dos alturas, sus mesas de mármol que recuerdan a las cafeterías de la mitad del siglo XX y, de momento, su tranquilidad. La mayor innovación es el acierto de haber colocado en la sala de entrada unas mesas alargadas de asientos altos para quienes prefieren el bullicio de la sala de la barra del bar. La cuestión es que ellos se definen como "gastro-bar". Soy contrario a ese tipo de definición que se está poniendo de moda cada vez más. ¿Es que acaso en el resto de bares que no son de copas no se come? En todos se come. En todos se cocina. La definición de "gastro-bar" es la ocurrencia de algunos "listos" que encontraron en el invento de nuevos términos la respuesta de gente que se deja guiar por ellos como si fueran a algo innovador y con clase, como si todo no estuviera ya inventado. Su invento tuvo éxito y ahora lo acuñan muchos nuevos locales, como este. "Gastro bar" parece hacer referencia a una cocina de autor, como si cada cocinero no fuera en sí un autor. No porque uno que cocina saque referencias de escuela, invente platos o decore mejor o peor, sabe mejor su cocina. Para mí un bar es un bar, y aunque comprendo que llamarlo "gastro bar" indica ya qué clase de cocina se hace en ese local, conmigo estos sitios comienzan desde un toque de desconfianza total y plena. No soy cerrado a ellos, pero me ponen en guardia ante lo que se me va a ofrecer con la excusa de ser "gastro bar". Para empezar diré que no termino de comprender porqué le han llamado al local "El Templo", sólo se me ocurren dos posibilidades: considerarlo un templo a la cocina elaborada, lo que es algo pretencioso, o su ubicación cercana a la entrada principal a la catedral de los Santos Niños, sin embargo, el logo del bar es una cruz de una orden religiosa militar de la Edad Media y de la Edad Moderna, al margen del hartazgo que me produce que se quiera asociar todo lo alcalaíno a lo medieval y lo moderno como si no existiera más etapas históricas en esta ciudad, negándole así su modernidad y su evolución, no entiendo para nada todo esto, salvo que sea porque al dueño le gusta ese tipo de asuntos de órdenes militares medievales. Por otro lado tampoco entiendo el nombre al que han dotado a las tapas que ofrecen. Todos tienen nombres muy originales que poca o ninguna relación tienen con la comida a la que la asocian, que son patatas con salsas, croquetas, pinchos morunos... si bien su elaboración es ligeramente diferente a otros sitios, en detalles ocurrentes. Lo de "gastro bar", al menos, que no quede en una mera invención de nombres con excasa relación aparente con lo que se ofrece. No me termina de convencer que el centro de la ciudad se llene de bares que ofrecen tapas que se alejan por completo de lo que en realidad se ofrecía de tapa en esta ciudad, pues parecen bares pendientes de contentar al turista y para nada al ciudadano, pues dejan en la nada lo que aquí se hacía y se consumía, nuestra cultura de verdad alcalaína. Si Alcalá se hizo hueco entre las ciudades de tapas de España se debe mantener su porqué, no impostar realidades de cocineros que no son alcalaínos pero opinan de todo en cuanto ven un fogón en el que pueden influenciar cuál ha de ser su camino, obviamente no hablo del cocinero o cocinera de este local, ignoro de dónde es, sino de aquellos cocineros que influencian a otros en cómo debieran ser las cosas al margen total del lugar y gente donde harán las cosas. Pedí dos cañas de cerveza, respetan el tamaño grande de la caña alcalaína, que se diferencia de la caña madrileña, que es pequeña. Quizá es muy grande aquí en este bar, pero al menos se respeta esa costumbre de que la alcalaína es más grande que la madrileña. La camarera tardaba en venir por la sala interior, tanto que antes de terminar la primera decidí pedirle la segunda en cuanto la vi aparecer, lo malo fue que nada más pedir cogió mi caña, que aún le quedaban dos o tres tragos, y se la llevó. Eso no se hace, y si se pretende hacer, al menos se pregunta antes. Pero supongo que en realidad esto se debió a que estaban empezando, sería su tercer o segundo día de estar abiertos al público. Es algo sin importancia, se corregirá con el tiempo. Las tapas son más bien para poder saborear algo con la bebida. Hubo una mejor elaborada que la otra. Como sea, pese a todo lo dicho, que en realidad eran valoraciones generales de lo que se está abriendo en Alcalá más que concretas de este bar, aunque alguna cosa concreta he citado, el bar en principio no me disgusta, a pesar de que es ligeramente más caro que otros lugares. Soy fiel a ese espacio, al menos mientras me otorgue tranquilidad cuando la desee. Creo que volveré. Merece además que pruebe alguna cosa más de las que hacen, aunque en esta primera vez una de las dos tapas no me convenció demasiado. Es un bar nuevo y, por lo que oí a personas que parecían gente que tenía que ver con los que abrieron el sitio, sus dueños son gente joven que le ha puesto mucha ilusión a este negocio como su futuro. Sólo por eso se merece oportunidad de conocerlo. A mí el lugar, el espacio, me gusta. Yo volveré.